N i vencedores ni vencidos
El fin del plebiscito de hoy no puede seguir fragmentando al país entre ganadores y perdedores, tras el proceso todos seremos ganadores y dispuestos a trabajar por el país. No todos comparten la visión del mandatario, porque claramente hay posiciones distintas y encontradas que maduraron en el último tiempo y, precisamente a ellos que se dirige el Presidente.
El largo camino que como país hemos recorrido para llegar hasta hoy en que se definirá en un plebiscito si se aprueba o rechaza el texto constitucional propuesto, lejos de dividirnos nos debiera llenar de orgullo y servir para mirar con optimismo el futuro. Más allá de la opción que obtenga mayoría en las urnas, como lo dijo el Presidente Boric, no habrá vencedores ni vencidos, todos seremos ganadores porque formamos parte de un país que encontró una salida viable a una crisis social que estaba gestándose por décadas.
Y el camino fue a través de una constitución nueva que recogiera las demandas de quienes salieron pacíficamente a protestar por una menor desigualdad y un trato más digno.
Hubo un plebiscito de entrada que por amplia mayoría optó por una nueva constitución a través de una convención constituyente, luego se eligieron los convencionales quienes tuvieron un año para presentar su propuesta en un proceso de entrevistas, diálogos, debates y votaciones finales. El fruto de ello es lo que votamos hoy, convirtiéndose en el epílogo de un historia nunca antes contada y que debiera tener su final feliz.
El primer mandatario también fue enfático en decir que su misión como gobernante será jugársela por la unidad. Obviamente que es su obligación para no tener un país polarizado y difícil de gobernar.
No todos comparten la visión del mandatario, porque claramente hay posiciones distintas y encontradas que maduraron en el último tiempo y, precisamente es allí donde está dirigido el llamado presidencial. Tener la altura para aceptar el voto popular y volver a mirarse a los ojos con afanes constructivos y no de división.
Esta claro que gane la opción que gane a partir de mañana se iniciará una etapa en que tendrán que haber diálogos y acuerdos. Y eso no se puede desconocer, pero tendrá que ser sobre una base amplia para proyectar al país en un escenario de respeto y entendimiento de todos los sectores, aquí nadie puede rasgar vestiduras y sentirse con mayor autoridad.
La nueva política de los acuerdos debe tener el mismo objetivo pero distintos componentes de la de antaño. Una versión actualizada y mejorada en la experiencia.