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Acuerdos para dar mayor seguridad

En una mesa ampliada con autoridades regionales, comunales y de justicia se pactaron importantes puntos para encontrar soluciones a la problemática. El fin no se encontrará sólo con un mayor despliegue policial se requiere una participación de todos, incluso la sociedad civil organizada.
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La comunidad regional hace tiempo que está exigiendo medidas concretas para disminuir los índices delictivos y mejorar la deteriorada seguridad en la región. Anuncios han existido al por mayor, pero no se han puesto en práctica y la dilación solo permite que el flagelo siga creciendo a niveles que pueden convertirse en incontrolables si es que no se toman medidas inmediatas.

Por ello es destacable que se haya convocado a una mesa ampliada en la que se haya determinado una agenda corta para enfrentar la delincuencia.

Hubo siete puntos que se definieron para el corto y mediano plazo y uno de los más relevantes es lograr financiar proyectos del área seguridad que presenten los municipios.

Los involucrados en esta problemática siempre han manifestado que las soluciones no son sólo de quienes tienen la misión de mantener el orden y la seguridad. El fin no se encontrará sólo con un mayor despliegue policial se requiere una participación de todos, incluso la sociedad civil organizada.

Si existe esa capacidad de convocatoria la posibilidad de éxito es más alta.

Lograr que los municipios, que están en directo contacto con las unidades territoriales, participen con proyectos en seguridad que puedan ser financiados por el Core, es un gran paso. La falta de recursos ha sido una traba importante y eso lo saben bien los alcaldes y alcaldesas de la región que reciben a diario el malestar ciudadano ante la creciente ola de delitos.

Los deseos y la voluntades no son suficientes. Tienen que haber planes y programas posibles de ejecutar los cuales pueden recibir el financiamiento adecuado.

Comunas de la Región Metropolitana han sido exitosas en planes de seguridad y de ellas se puede recoger su experiencia, aterrizarlas a nuestra realidad y ponerlas en práctica. Y no solo son con personal destinado a la seguridad, también con la coordinación con Carabineros, PDI y Fiscalía para poder actuar correctamente en el combate contra la delincuencia y en la prevención de delitos.

Hay condiciones y condiciones y esas debemos tenerlas claras, porque si nos enfocamos solo en la persecución podremos tener paz social, la incógnita es por cuánto tiempo. Se puede empezar con ese objetivo y luego profundizar en quienes delinquen y por qué lo hacen, a sabiendas que la falta de oportunidades sigue siendo un factor determinante pero hoy no es el único.

Ansiedad climática

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El mes pasado, la APA (Asociación estadounidense de Psiquiatría), accedió a incluir el agravante climático en la estadística y el manual de diagnóstico de trastornos mentales. Esto es alarmante, pues indica que los niveles de angustia que sienten algunas personas por la situación de destrucción que vive el planeta, se ha instalado como una nueva patología, en la salud mental.

Vivimos en un país altamente sensible frente al fenómeno del cambio climático, ya que Chile reúne al menos siete de las nueve características de máxima vulnerabilidad, y a pesar de que no somos una isla, sí tenemos territorio insular y muy vulnerable, y hoy, nos preocupa especialmente, la escasez de un recurso que concebíamos infinito: el agua. Es entonces comprensible, que mucha gente tienda a sentirse deprimida y ansiosa. Hay una determinante geográfica-ambiental, que afecta su salud mental de manera predeterminada. Muchas personas están expuestas a condiciones ambientales insostenibles y de permanente amenaza.

Es ahí cuando los profesionales de la salud mental toman un rol que va más allá de tratar los casos que llegan a manifestaciones clínicas, ya que, como expertos, pueden ayudar a redirigir las emociones hacia una acción constructiva. Pero antes de llegar a eso, mucho podemos hacer con la educación ambiental, buscando transmitir conocimientos y enseñanzas respecto a la protección de nuestro entorno natural, la vida al aire libre, la importancia de resguardar el medioambiente, con el fin de generar hábitos y conductas en la ciudadanía, incorporando valores y entregando herramientas para que tiendan a prevenirlos y resolverlos.

En Chile esta educación es clave para el desarrollo ambiental de nuestro país, ya que tenemos muchas situaciones que corregir, en este campo. Un hito en esta línea se dio, al incorporar la educación ambiental en la Ley 19.300 (1994) de Bases Generales del Medioambiente, situándola al nivel de instrumento de gestión ambiental y, por ende, como una obligación el Estado. Allí se estableció que la educación ambiental es "un proceso permanente de carácter interdisciplinario destinado a la formación de una ciudadanía que reconozca valores, aclare conceptos y desarrolle las habilidades y las actitudes necesarias para una convivencia armónica entre seres humanos, su cultura y su medio físico circundante". Luego se aprobó la Política Nacional de Educación para la Sustentabilidad, documento que fija los grandes lineamientos que determinan el actuar de los distintos sectores con el propósito de formar una ciudadanía activa en la construcción del desarrollo sustentable del país.

La Educación Ambiental evolucionó hacia la interrelación del ser humano, su ambiente, el modelo de desarrollo económico y la cultura, entre otras cosas. La ONU decretó al período entre 2005 y 2014 como el Decenio de la Educación para el Desarrollo Sostenible, y con la Agenda 2015-2030, incorporó la Acción por el Clima, de manera específica, en el ODS13,. Así, se establece que la Educación Ambiental se aborde de manera transversal y sistémica, orientada hacia la resolución de problemas y con un fuerte componente actitudinal y ético, ya que no debe trabajarse solamente desde el conocimiento de las temáticas ambientales y la sensibilización, sino desde la formación valórica que permita una transformación de la sociedad de una manera integral.

La tarea es profunda y comprometida: educar para cambiar la sociedad y que la toma de conciencia se oriente hacia un desarrollo humano que sea simultáneamente causa y efecto de la sostenibilidad y la responsabilidad global. No deberíamos llegar a situaciones como la ansiedad climática a niveles de patología.

Margarita Ducci

Directora ejecutiva de Pacto Global Chile (ONU)

Apruebo

Cristian Zamorano , Cientista político
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No habrá ninguna solución milagro el 4 de septiembre, y si fuese sarcástico les diría que solo existen dos malas opciones. Pero siendo realista, diría qué hay una sola que nos permitiría ya no más hablar del pasado de la misma manera. Se cortaría, por fin, el cordón umbilical con una fecha que se quiso refundadora. ¿Tendrá un costo alto aquello? Absolutamente, en todo el sentido de la palabra. Inclusive el precio de votar por una opción que está siendo llevada por personas en las cuales uno no cree. Un gobierno que no ha tenido un desempeño brillante e intachable de un punto de vista ético y pecunario. Por otro lado, desde mi percepción, tampoco la Constitución propuesta es una gran obra jurídica. Estimo de hecho que tal cual, como se nos presenta, no va durar mucho tiempo. Y quizás habrá, de aquí a poco tiempo más, otra Constitución.

Hay una cierta ingenuidad, estratégica o no según los casos, en querer enclaustrar el debate constitucional en una exclusiva discusión jurídica y/o económica. Una Constitución es comúnmente definida como una "carta política". Como lo escribía Carl Schmitt, y es la esencia misma de su discutida teoría del "decisionismo", el Estado; cuya creación, funcionamiento está inscrito en una Constitución; presupone una decisión que indique la creación de la carta magna. Y por definición, en una decisión intervienen diferentes factores, numerosos elementos, por ende esta es "política". El 18 de octubre de 2019, el país vivió un quiebre brutal en su continuidad institucional, esto respondiendo a numerosas razones; políticas, económicas, sociales, societales, estructurales. Es iluso pensar que vamos a recobrar estabilidad en un corto plazo ya que se cortó una dinámica de 30 años. El dique reventó… y el río salió de su cauce. Desde mi percepción, hay que crearle un nuevo lecho. Fiable. Antes de que el río se transforme.

Muchos consideran que A. Pinochet no tiene nada que ver con la decisión que deberemos tomar domingo. Para mí, está indiscutiblemente presente, y en mi caso, por algo de profundamente "casual". Habiendo crecido en el extranjero, en el país que nos acogió, no me he cruzado con mucha gente, en ese mismo país, que siendo un ciudadano cualquiera conocían la situación de tener, por un lado, un padre, persona coherentemente honesta, que había sido torturado por culpa de su activismo político, teniendo menos de 30 años a la época de los hechos, y por otro lado, a un abuelo materno, dirigente político, que nadie supo dónde estuvo encarcelado durante más de un año, en una época donde, en Chile, habían cárceles que no estaban indicadas en ningún mapa. Las exacciones que se realizaban ahí, nadie podía ni siquiera escucharlas, de hecho nunca fueron comentadas por el primer concernido sino que otras voces y relatos se referirían a lo que sucedió. En base a aquello, es difícil considerar que no existe un factor Pinochet, bien específico a Chile.

Escribir lo que precede, no es para caer en la compasión o sensibilismo, que por lo demás sería un recurso "fácil"; tampoco se trata de hacer proselitismo, ni apuntar con el dedo a los supuestos malos y feos. No se busca influenciar a nadie. Entiendo perfectamente que se vote en contra del proyecto constitucional. Además, cada uno está en su derecho de hacerlo. Por ende, no podría ir en contra. Lo que quiero indicar acá, es que el posicionamiento ante de lo que pasó en dictadura se manifestará también el próximo domingo. Para un segmento difícilmente cuantificable y tampoco creo que se pueda cuantificar la manera de como estará presente.

El ejercicio que me permito hacer hoy, es de transparencia. Estimo que no puedo infligirles mi opinión semanalmente, en un humilde y pequeño trabajo intelectual, y ocasionalmente investigativo, sin que les indique cuál es mi opción para el plebiscito y un bosquejo del porqué de esta. Reitero: no habrá ninguna solución milagro el próximo 4 de septiembre. Solo sé que habrá mi voto en la urna. Y eso significa mucho para mí. Sino todo, en realidad.