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El candidato Gabriel Boric

"Volviendo al Presidente Boric debemos decir que hace semanas ha retornado a su versión de candidato y ha redituado en los números del apruebo".
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Hace ocho meses presenciamos la amplia victoria presidencial de Gabriel Boric sobre José Antonio Kast. En ese instante se analizó en diferentes medios de comunicación el innegable mérito de su triunfo y los aciertos que le permitieron ganar de manera inapelable la primera magistratura del país. Después de la victoria, Gabriel Boric se convirtió en un símbolo del esperado recambio político, compraba completos en el carrito de la esquina, jugaba fútbol con los amigos y recibía personas anónimas en la llamada "moneda chica". En esos momentos muchos nos preguntábamos, si ese modelo era sostenible ya ejerciendo el poder y sometido a las exigencias de las mismas personas que lo llevaron a palacio.

La duda se disipó pronto. Salvo la prescindencia de la corbata, Gabriel Boric retomó la estrategia mostrada en la campaña de la segunda vuelta y buscó una imagen relajada pero con marcados intentos de verse como una autoridad distinta. Hace dos décadas el escritor estadounidense Tom Peters publicó en la revista Fast Company un artículo que en mi opinión, es lectura obligada para cualquier consultor, asesor político o emergentes candidatos, "The Brand Called You" o "La Marca llamada Tú" es hasta hoy una especie de guía para entender la importancia de generar, validar y sostener una imagen pública que permita trascender, impactar y ser la opción elegida por el cada vez más esquivo ciudadano. Podría interpretarse que hablar de marca es referirse a un producto. Sin embargo, no es correcto asociarlos. Una marca puede tener varios productos con diferentes resultados y seguir conservando su imagen pública. Así, los políticos pueden tener días buenos o malos y mantener su apoyo popular.

Por lo anterior, el concepto de "Marca Personal" es la base para construir y posicionar la imagen de un político. En este proceso participan consultores en temas como imagen política, discurso, comunicación, mercadotecnia y relaciones públicas. La campaña "puerta a puerta" nunca morirá en su esencia, pero en la forma debió cambiar hace mucho tiempo.

Volviendo al Presidente Boric debemos decir que hace semanas ha retornado a su versión de candidato y ha redituado en los números del apruebo. En el momento en que los líderes de sus dos coaliciones se distanciaban de la gesta electoral. Gabriel Boric tomó su posición de jefe político del gobierno y ha actuado en consecuencia. No estoy diciendo que debe intervenir presidencialmente en las elecciones, estoy diciendo que un Presidente es la figura consular de su sector y debe liderarla siempre.

No hay otra figura figura política en las fuerzas apruebo que tenga una "marca personal" tan desarrollada como el Presidente, una cuenta de ahorro valiosa, pero en constante fluctuación. No puedo dejar de mencionar que el mandatario está girando a cuenta de su imagen como candidato, su imagen como Presidente aún no se desarrolla y es una incógnita, anticipar la marca personal que está construyendo estos días al responder cada acusación de la oposición y permitirse declaraciones al límite de lo recomendable para su noble investidura.

Para la consultoría política son tiempos de mucha información y aprendizaje.

El fútbol profesional en nuestra región

Cobreloa y el CDA tradicionales clubes atraviesan por realidades distintas tanto en lo deportivo como en lo financiero. Sin duda, que sin dinero no se puede subsistir y la gestión administrativa es fundamental, pero no te asegura un buen pasar deportivo. Eso si de realidades hablamos.
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No hace mucho escribíamos como las realidades de los equipos profesionales de nuestra región, Cobreloa y Deportes Antofagasta eran tan dispares. El representativo de la capital regional luchaba en instancias internacionales (Copa Sudamericana) y el cuadro loíno batallando por no caer a la tercera categoría del fútbol rentado.

Aquella realidad contrastaba con el historial de Cobreloa y expandía la del CDA con nuevas presentaciones en instancias sudamericanas.

Si hacemos el zoom sobre lo que ocurre hoy la situación en lo deportivo sigue dispar, porque ahora los antofagastinos luchan por no descender a Primera B y el representativo de Calama está con serias opciones de ascender de modo directo en una encarnizada disputa con Magallanes.

Las cartas ya están echadas y el desarrollo en la recta final de la competencia servirá para conocer el futuro de ambos clubes. Este episodio aún no cierra y los protagonistas son los que deberán hacer los esfuerzos para no bajar y en el segundo caso para subir de categoría.

El ideal es que ambos equipos logren sus objetivos y revivir esos antiguos clásicos regionales. Aún queda mucho paño por cortar y las posibilidades intactas, dependiendo del empuje de los elencos de profesionales.

En ese anterior análisis no tocamos una situación importante que son las finanzas. Y aquí se encuentra otra disparidad, porque el CDA fue destacado como la sociedad anónima que ha administrado mejor sus recursos y sus números son absolutamente azules. La gestión es la mejor del balompié nacional y ha sido reconocida en medios de cobertura país.

Mientras que en la otra vereda está el señero cuadro minero que hace pocos días se conoció que está al borde de la quiebra y que deberán realizar esfuerzos financieros de gran magnitud para seguir a flote económicamente. Algo impensado para una institución que en los tiempos que las S.A. no estaban en el fútbol, era de las más solventes y con recursos suficientes para instalarse en torneos internacionales.

Hoy está bien en lo deportivo pero con crisis financiera y el CDA vive la bonanza económica pero puede perder su categoría. Sin duda, que sin dinero no se puede subsistir y la gestión administrativa es fundamental, pero no te asegura un buen pasar deportivo. Eso si de realidades hablamos.

Texto… y contexto

"En un texto, la forma, lo visible, lo corpóreo, es lo menos problemático en él. Es, en el fondo, donde asoman, sí, nuestras diferencias".
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¡Vaya si no! ¡Qué! ¿Qué? Si de texto hablamos, de texto hablaremos. Todo es un texto, todo. En tanto tenga apariencia, forma, ya es buen comienzo. ¿Qué falta? El fondo. Todo texto ha tener forma y fondo. Y ya.

Que todo es un texto, ¡sí! La denominación no solo está referida a aquel discurso construido, elaborado con sapiencia, probo, inmaculado, perfecto. Y, ninguno lo es. Todo es perfectible, superable, nada es libre de falta o mancha.

Un texto, ya lo he afirmado, basta que tenga una apariencia o forma, que lo podamos notar, ver, imitar, escuchar, leer,.. y con esa apariencia, la primera parte está cumplida. La apariencia física puede ser monumental o ínfima, minúscula, difícil de apreciar. ¿Qué falta? El fondo. Este es inasible, incorpóreo, abstracto, no obstante, le da sentido al texto. El fondo es el significado, el contenido.

En un texto, la forma, lo visible, lo corpóreo, es lo menos problemático en él. Todos coincidiremos en la apreciación de la forma, con toda probabilidad; es, en el fondo, donde asoman, sí, nuestras diferencias. Pues el contenido, generado por alguien, que a lo mejor conocemos, quizás no, fue creado, codificado por una persona diferente a nosotros, y su conocimiento, que le es propio, no nos pertenece, es físicamente intransferible tal cual a otro. Lo que hace el hablante, el escritor, el creador, es proponer un texto, presentar una idea y darle una apariencia.

Ahí está el texto. Lo escuchamos, lo leemos, lo observamos, lo interpretamos, todo ello en cuanto somos los receptores de esa propuesta textual. Y podemos ser uno, dos, tres,… cientos, miles, millones de receptores, todos y cada uno, un individuo, una persona, un ente diferente, diferente, no se duda. Quien creó el texto, quien lo codificó es una persona, quien lo recepcionó, otra. Cada una, uno y otro, tienen, tenemos experiencias de vida distintas, orígenes, formación, sentimientos, sueños, aspiraciones, metas, diversas, sino contrarias u opuestas.

Ergo, el texto codificado, el emitido, y el texto aprehendido, el recibido, no es el mismo; solo la forma es la misma, pero no su significado, su contenido, pues es decodificado, interpretado de manera diferente, y ello es legítimo, súper legítimo. No puede ser pretensión que dos piensen, sientan, interpreten, comprendan, perciban de un mismo y único modo.

El contexto. Es el medio físico, social, afectivo, cultural, político, histórico que circunscribe la construcción de un texto o la lectura de él.

El texto es uno. Los intérpretes, millones.