MOP da término anticipado a contrato del Pedro de la Barra y proyecto se retrasa un año
Como dijo el actor Raúl Rocco, actual director de la compañía de la Universidad de Antofagasta, "si hemos esperado por tanto tiempo la restauración, un poco tiempo más no será tan complicado". La resignación, lamentablemente, es lo único que queda entre los actores y actrices, además de trabajadores de la cultura y público, ante la paralización de las obras de restauración en el Teatro Pedro de la Barra, tradicional e histórica sala de espectáculos ubicada en las esquinas de Condell con Baquedano.
La Dirección Regional de Arquitectura (DRA) de MOP Antofagasta confirmó ayer que desde esa dirección se dictó la resolución que puso término administrativo anticipado al contrato por incumplimiento por parte del contratista, la empresa B+V Limitada (que también tiene a cargo la construcción del edificio de la PDI en Tocopilla), dicha resolución se encuentra en trámite en Contraloría Regional.
En paralelo, la DRA solicitó al GORE, hacer efectiva la garantía de fiel cumplimiento de contrato, con el fin de proceder a pagar remuneraciones y leyes sociales de los trabajadores de la obra, adeudadas desde el mes de abril.
De esta manera, esperan retomar la ejecución de las obras en el Monumento Nacional, construido a mediados de la década de 1880, con una nueva empresa. Se estima que el plazo para iniciar un nuevo proceso de licitación será de seis u ocho meses.
El proyecto, que involucra una inversión pública por $3 mil 972 millones - financiados en un 50% por el F.N.D.R. y la otra mitad por la Provisión de Puesta en Valor del Patrimonio distribuidos entre obras civiles (MOP) y equipamiento (UA)- debió concluir en marzo de 2023.
El total construido sería de 780 metros cuadrados e incluía una plaza foyer en el interior del teatro. Así, la restauración de la sala principal permitiría una capacidad para 184 espectadores con cuatro puestos para personas con discapacidad, más áreas de apoyo: control, camarines, diseño de vestuario y producción de escenografía, bodega, entre otros, mientras que la ampliación considera la construcción de un edificio anexo que albergaría dos salas de ensayo, servicios y oficinas administrativas.
Esperanza
Raúl Rocco, director de la compañía de teatro de la Universidad de Antofagasta, reconoció que había muchas esperanzas de que se avanzara bien. "Vino el 2018, con el estallido social y luego la pandemia. En pleno confinamiento nos llenamos de dudas si esto iba a llevarse a cabo, pensando que las platas se iban a destinar a otra cosa. Finalmente se logró mover el proyecto, inyectando nuevos recursos a lo que en 2016, había sido la cotización. Así se llevó a cabo la licitación y se retomó el rumbo. El 20 de enero de este año, con bastante optimismo, entregamos el teatro. Entre enero y febrero vino una vorágine de trabajos. Vimos la presencia de camiones sacar deshechos; otros comenzaron las excavaciones. De pronto, para mayo, todo el movimiento se detuvo", afirmó.
Legado
En cuanto a la historia del edificio, éste a finales de siglo XIX sirvió como la primera escuela de niñas de Antofagasta, hasta cobijar varios proyectos educacionales. En 1970, fue abierto al público como el teatro de la UA, un espacio que fue promovido por el maestro Pedro de la Barra. Luego pasó a llamarse Teatro Pedro de la Barra.
En 1985, el edificio teatral fue declarado Monumento Histórico y se volvió uno de los más emblemáticos del centro de la ciudad. Sin embargo, el paso del tiempo y los efectos de los terremotos, y principalmente el aluvión de 1991, generó un desgaste evidente en su estructura.