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Tres comunas y 160 kilómetros recorrerá agua de la desaladora

CODELCO. Uno de los principales desafíos que propone el trazado son las pendientes y aumentos de cotas, por lo que el proyecto construirá tres estaciones de bombeo.
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Cristián Venegas M.

El pasado 7 de julio Codelco anunció la aprobación por parte de su directorio, del proyecto de construcción de la planta desalinizadora que abastecerá con agua de mar a sus operaciones de Chuquicamata, Radomiro Tomic y Ministro Hales, lo que -tal como indicaron desde la estatal- representa un hito clave en el compromiso de la empresa de avanzar hacia una minería verde y sustentable.

El consorcio, formado por las empresas Marubeni Corporation y Transelec, será el encargado del desarrollo de las obras de la planta y sus sistemas de impulsión, que entrarán en operaciones en tres años más (34 meses).

El proyecto, que considera una inversión de más de US$ 1.000 millones, considera la construcción de la planta que estará ubicada en el kilómetro 14 de la ruta CH-1 al sur de Tocopilla. Desde ese punto, se contempla el desarrollo de un trazado que recorrerá las comunas de Tocopilla, María Elena y Calama, con una longitud de 160 kilómetros, trasladando el agua de mar desalada desde la costa, hasta un reservorio central de 250 mil metros cúbicos de capacidad, que estará ubicado en Radomiro Tomic. Desde ese punto se tiene considerado distribuir el agua a las divisiones Chuquicamata, Ministro Hales y la mencionada RT.

Uno de los principales desafíos que considera este trazado es enfrentar las pendientes y aumentos de cotas, donde el proyecto construirá tres estaciones de bombeo en las cotas cero, a los 1.100 metros y a los 1.900 metros. El proyecto tiene considerado entrar en operación tres años después del inicio de la construcción.

Crisis hídrica

La iniciativa, que forma parte de los compromisos de desarrollo sustentable de Codelco al año 2030, permitirá enfrentar los desafíos que impone la escasez de agua, maximizar la estabilidad operativa. "Sabemos de la urgencia que tiene para nuestro país que la gran minería del cobre deje de usar agua continental para sus procesos por lo que este paso tan anhelado de construir una desalinizadora en el norte es una contribución fundamental para Chile" destacó el presidente del directorio de la Corporación, Máximo Pacheco.

La planta desalinizadora se basa en una solución tecnológica sostenible y de vanguardia que operará por osmosis inversa, con una capacidad inicial de 840 litros por segundo y con potencial para expandirse a 1.956 litros por segundo.

Menos agua continental

La planta, que iniciará sus obras este año, le permitirá al Distrito Norte enfrentar los desafíos que impone la escasez de agua, maximizar la estabilidad operativa y alcanzar uno de los compromisos de desarrollo sustentable de Codelco a 2030. Esta meta apunta a reducir el consumo unitario de agua continental en 60%, mediante la combinación de una mejora de la eficiencia de los procesos operativos, la reutilización del agua de los depósitos de relaves y la incorporación de la planta desalinizadora.

3.000 metros sobre el nivel del mar estará el reservorio de agua industrial con capacidad para 250 mil m3.

700 metros tendrá la tubería que captará el agua de mar, mientras que la tubería que dejará la salmuera, 500.

H2V: AES Chile invertirá US$ 10 millones en su proyecto Adelaida

ENERGÍA. La iniciativa está dirigida a la masificación de la electromovilidad.
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Con el objetivo de impulsar un proyecto de producción de hidrógeno verde (H2V) al interior de la central termoeléctrica Angamos de Mejillones, denominado Adelaida, AES Chile ingresó una carta de pertinencia al Servicio de Evaluación Ambiental de Antofagasta (SEA) para resolver si la iniciativa debe someterse a una evaluación o elaborar una declaración de impacto ambiental.

El proyecto, de acuerdo a lo informado por la empresa de energía, "se trata de una iniciativa de producción de baja escala de hidrógeno verde de 1.000 kg H2/día, equivalente a 2,5 MW de potencia, con el foco de incentivar e ir gradualmente facilitando y generando las condiciones para masificar el uso de hidrógeno verde para electromovilidad en la Región de Antofagasta e impulsar el cambio de combustible en el sector del transporte".

Otros aspectos

En la consulta ingresada el 30 de junio, la empresa especifica además que el proyecto que involucrará una inversión de US$ 10 millones; consiste en la construcción y operación de una planta de producción de pequeña escala de hidrógeno verde (H2V) el cual será producido a través de un proceso de electrolisis utilizando excedentes de agua desmineralizada de la planta desmineralizadora existente de la Central Termoeléctrica Angamos (CTA), y energía eléctrica que provendrá de fuentes renovables (ERNC) adquirida a terceros.

El hidrógeno verde producido, agreg el documento, será comprimido para ser almacenado en estanques de alta presión conectados a una estación de carga para vehículos que utilizan hidrógeno como fuente de energía. La planta se ubicará en el sector sur poniente de la Central Angamos, entre la correa transportadora de carbón proveniente del puerto y el cerco de deslinde.

2,5 MW de potencia, gracias a una producción de hidrógeno verde de 1.000 kg H2/día, tendrá la planta.

Industriales aseguran que royalty minero afecta la competitividad y cadena de valor

PROYECTO. Asociaciones de Antofagasta, Tarapacá, Atacama y Coquimbo creen que la iniciativa, que es parte de la nueva reforma tributaria, debe moderarse.
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Como parte de su proyecto de reforma tributaria presentada el 1 de julio, el Gobierno impulsa la creación de un royalty minero. Iniciativa que a juicio de las asociaciones de industriales de Antofagasta, Tarapacá, Atacama y Coquimbo, que reúnen a más de 600 empresas proveedoras de bienes y servicios; "no considera la voz de las regiones" y podría afectar la competitividad de la industria.

En este sentido la Asociación de Industriales de Iquique (AII), la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA), la Corporación para el Desarrollo de la Región de Atacama (Corproa), y la Corporación Industrial para el Desarrollo Regional de Coquimbo (Cidere); comunicaron que si bien son partidarios de "un royalty mayor que aporte a la agenda social", consideran que debe ser "aplicado de forma razonable", para no afectar el desarrollo de la principal industria nacional.

Cuestionamientos

A juicio de las asociaciones de la Macrozona Norte, el nuevo royalty "operará en una modalidad híbrida, con un componente ad valorem (sobre el valor) que oscilará en tasas efectivas entre 1% y 2% para los productores entre 50.000 y 200.000 toneladas métricas de cobre fino (TMF), y entre 1% y 4% para aquellos con más de 200.000 TMF, y un componente sobre la renta minera, con tasas de entre 2% y 36% sobre la rentabilidad operacional, para precios del cobre entre dos y seis dólares la libra".

Lo que consideran desproporcionado, pues dejaría a Chile como uno de los países con mayor carga tributaria del mundo. "Tenemos que cuidar a esta industria, no ahogarla. Debemos seguir siendo competitivos y no espantar la inversión", explicaron.

Además, advirtieron que el proyecto propone que los componentes a pagar sean adicionales, con independencia de la rentabilidad, y no indica si será diferenciado según el tipo de explotador minero, es decir, "castiga al que produce más solo por producir, sin considerar etapas previas como inversiones, los factores geológicos que son diferente para cada yacimiento, entre otras".

"El proyecto hay que analizarlo en conjunto con todos los demás impuestos que paga la minería, con lo cual la tasa final que se pagará será elevada, afectando la competitividad y el desarrollo minero. En este contexto, hacemos un llamado a que la discusión legislativa considere la voz y la realidad de las regiones", agregaron.