El ABC de las herramientas eléctricas y sus principales usos en obra
Facilidad de transporte, múltiples funciones y un manejo sencillo para el operador, asoman como las principales características de este segmento a nivel ferretero.
Cuando hablamos de una herramienta eléctrica, hacemos referencia a un instrumento de trabajo ya sea manual o mecanizado de tipo desmontable, el que cuenta con accionamiento mediante un motor o electroimán que, a su vez, impulsa un cabezal de trabajo mediante un mecanismo de transmisión para realizar su labor.
Independientemente de sus distintas especificaciones y usos, este tipo de herramientas poseen características comunes tales como: facilidad de transporte, múltiples funciones y un manejo sencillo. En virtud de estos atributos, ayudan a mejorar la eficiencia y productividad en el trabajo diario gracias a la mecanización de las operaciones manuales y la reducción de los tiempos e intensidades de trabajo.
Por lo general, las herramientas eléctricas presentan un tamaño pequeño, peso ligero, facilidad de operación, bajas vibraciones y una gran facilidad de transporte. De hecho y comparativamente hablando respecto a las herramientas manuales, ayudan a incrementar en un porcentaje bastante importante la productividad en las obras.
Asimismo, presentan un bajo costo, mayor eficiencia versus las herramientas neumáticas (aquellas que funcionan con aire comprimido proporcionado por un compresor) y son mucho más fáciles de maniobrar en los distintos proyectos de construcción.
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