Accountability Política
Dra. Francis Espinoza F. Académica UCN
Los medios de comunicación y el periodismo en general debieran cumplir con la tarea de fiscalizar el ejercicio del poder y la buena gobernanza de las instituciones, pero no siempre es posible ver una real 'accountability política' sobre lo local. Además, cuando algunos medios o periodistas lo hemos hecho, la 'parroquialidad' de algunas autoridades lleva a la práctica de un autoritarismo absoluto y nos quieren cerrar la boca a toda costa. La experiencia democrática en países desarrollados y no tercer mundistas, es totalmente distinta. La sociedad civil tiene el derecho a exigir que sus representantes, elegidos/as por voto popular, cumplan con lo prometido, no hagan abandono de sus deberes y estén expuestos/as a una revisión, inclusive, ética de sus acciones.
Con beneplácito he observado en este medio dos noticias que me llamaron la atención durante la semana. En primer lugar, la evaluación que el Concejo Municipal hace del alcalde Jonathan Velásquez a un año de su elección (El Mercurio de Antofagasta, 28/06/2022), y la decisión del CORE de crear una comisión investigadora por retraso en la ejecución de los proyectos regionales, entre los que se cuentan el cuartel de la PDI en Tocopilla y el Teatro Pedro de la Barra en Antofagasta (El Mercurio de Antofagasta, 30/06/2022). Si bien ambos reportes periodísticos se quedan en el detalle técnico de la inexistencia de un ridículo 'Plan 9' municipal, o la prolongación administrativa de proyectos que nunca cumplen los plazos de entrega, la discusión de fondo es la ineficiencia política, y mejor aún 'quién le pone el cascabel al gato'.
En este mismo medio, el analista político Cristián Zamorano a través de su columna "Ultra solos", me imagino que rememorando la canción de Polimá Westcoast y Pailita, se refiere al "paradigma de la incompetencia, el laxismo y la desprolijidad" (27/06/2022) en el caso del vertedero de la Chimba, y la responsabilidad de las autoridades regionales para hacer una verdadera accountability política de aquellas 'no acciones' (o inacciones) que los gobiernos locales no llevan a cabo. Es decir, habría institucionalidad posible e incluso atribuciones para que los diversos cuerpos colegiados políticos (CORE, Gobernación Regional, Delegación Presidencial, Concejo Municipal e inclusive las distintas seremías y agencias estatales) sancionaran el abandono de los deberes tanto en las ciudades como en la región. Tal vez falta voluntad política para pasar de las declaraciones de buena crianza a las acciones concretas. También creo que hay mucha pusilanimidad política para enfrentar los problemas y exigir soluciones rápidas, más allá de pasarse la pelota unos/as con otros/as, y salir con anuncios de prensa que nunca se concretan en gestiones políticas.
Hay demasiada desidia política en torno a los problemas reales de la región-ciudad. Las élites políticas se ríen en nuestras caras, y terminan siendo cómplices pasivos de todo tipo de inoperancia política, total a nadie le importa nada, y la gente podría olvidar rápidamente las malas gestiones si éstas van acompañadas de populismo, propaganda e información engañosa. Mi preocupación fundamental es que ésa es la estrategia, la ineficiencia política contribuye a no 'revolver los pollitos', a (anti) gobernar en un eterno status quo, pues aunque se realice una mala gobernanza, nadie será sancionado y como dicen en Argentina, 'todo quedará como era entonces'.
El politólogo canadiense David Easton (El Sistema Político,1953) plantea que la conducta política constituye la asignación autorizada de valores sociales por parte del Estado, pensando que éste somos todos/as. La 'accountability política' debe ser un proceso constante por parte del aparato estatal, los medios de comunicación, las redes sociales y de la ciudadanía en general. Por una parte, se hace necesario un 'empirismo científico' en la evaluación constantemente de los comportamientos políticos observables y, por otra, la generación de planificación estratégica en la gestión de las políticas públicas a través de programas específicos o planes de acción. Con un/a votante informado/a, la pereza política tarde o temprano será castigada, pues como decía Costa Zafirópulos, "hay que hacer la pega, pero hay que hacerla bien".
"Hay demasiada desidia política en torno a los problemas reales de la región-ciudad. Las élites políticas se ríen en nuestras caras, y terminan siendo cómplices pasivos de todo tipo de inoperancia política, total a nadie le importa nada".