Advierten riesgos por falta de controles prenatales en embarazadas extranjeras
SALUD. Desde el HRA, explicaron que el fenómeno se ha acrecentado a raíz de la última ola migratoria.
Jéssica Rodríguez González, tiene 38 años y recién lleva uno viviendo en Chile. Desde que llegó de Colombia el año pasado, durante los primeros meses, comenzó a ahorrar dinero para enviar a sus hijos de 14 y 4 años, a quienes planea traer con tiempo, situación que ahora deberá esperar, debido al nacimiento de su tercer hijo.
Fueron sus amigas, al enterarse de la noticia, quienes la alentaron a controlarse en el Cesfam de su sector y quienes le hablaron de los beneficios que existen en apoyo al recién nacido. Según relató, en sus dos embarazados previos, casi ni fue al hospital previo al parto.
"Hay mucha diferencia con Colombia, acá los controles que se realizan son bastantes. En Chile están mucho más pendientes respecto de la atención que recibe el niño previo al parto. La atención es muy buena (…) jamás había tenido la experiencia que, al momento de tener a un hijo, me pasarán un ajuar. Ese apoyo es realmente muy bueno, porque hay algunas mamás, sobre todo por el tema de la migración, que no tienen donde meter a su bebé", dijo.
Una experiencia similar, relata Sofía Cruz, de 32 años, venezolana de origen y quién antes de llegar a Chile, vivió dos años en Ecuador junto a su marido.
Para ella, su embarazo resultó toda una sorpresa, ya que antes de enterarse discutió con el padre de su hijo, a quién dejó en Ecuador hace ocho meses. Hoy, considera fuertemente la idea de devolverse junto a su hijo.
"Es mi primer bebé. Tenía semanas de embarazo cuando llegué a Antofagasta. Antes estaba en Ecuador, junto a mi marido, veníamos juntos, con un propósito en común pero no resultó y el se devolvió. No sabía que hacer, recién acá, comencé a cuidarme y tuve mis controles. Me costó hacerme a la idea, pero me atendieron súper bien, tanto en el Cesfam como en el hospital, fueron muy amables", dijo.
Fenómeno
En Antofagasta, durante el 2021, nacieron más cerca de 2 mil niños y niñas. De estos el 58% (1. 203) resultó ser hijo de madre extranjera. Según datos aportados del Cesfam Valdivieso, el 49% de las mamás ingresadas tardíamente, es decir con un embarazo mayor a las 20 semanas y sin controles previos, son madres bolivianas, colombianas, peruanas y venezolanas.
La matrona coordinadora del programa "Chile Crece Contigo", en el Hospital Regional de Antofagasta, Valentina Candia, explicó que es normal en fenómenos migratorios complejos, como una crisis, se vean casos de embarazos donde hay pocos o casi ningún control prenatal, lo que sugiere diversas dificultades a la hora de ingresarlas a la atención primaria, ya que incluso, dependiendo de los casos, derivan en procesos legales, por vulneración de los derechos de los niños. Aspectos que no son siempre conocidos por los padres migrantes.
"Hace algunos años era la población colombiana donde las mamás llegaban sin control, o llegaban a Chile, tenían su hijo acá, y como andaban de paso, seguían con su camino, sin mayores dificultades. Actualmente nos encontramos con muchos casos de mamás venezolanas donde hay un mal control prenatal o ingresos a controles tardíos, lo que implicaba que a veces se necesitara apoyo de la dupla psicosocial, porque hay otros factores de riesgo. Todas las mujeres que llegan traen distintas culturas al respecto. Piensan que es como en sus países de origen, pero acá las leyes son muy distintas. La protección a la infancia es mayor y por lo mismo, las mamás se confían", dijo.
Acotó que en algunos casos se abren investigaciones para ver qué pasó, qué fue lo que faltó durante el embarazo, saber qué no se hizo y se comienzan a solicitar de medidas de protección, porque se vulneran derechos de infancia.
"Una mamá, mínimo debiese tener 10 controles en el embarazo, y nos hemos encontrado con casos, donde tienen cinco, tres o no tienen. Muchas llegan sin controles", indicó.
Colegio de Matronas
Sandra Zenis, presidenta del Colegio de Matronas de Antofagasta, explicó que la situación no es nueva, ya que se ha observado en olas migratorias anteriores, no obstante, una de las cosas que más llama la atención, asegura, es que ahora las mamás que llegan al servicio, ya sea con un embarazo avanzado o con trabajo de parto, lo hacen en un aparente estado de vulnerabilidad.
"La mujer venezolana que llega a atenderse con nosotros, viene muchas veces sana, pero con rasgos de desnutrición y situaciones de riesgo. Hay que considerar que se arriesgan a venir de un país muy lejano, no estamos con fronteras con Venezuela, deben atravesar varios países. Todo eso suma para que, cuando llegan acá, sea que estén embarazadas o no, sus condiciones socioeconómicas sean bastante precarias, más si están indocumentadas. Creemos que es ese contexto el que les haría creer a estas mujeres, que no pueden acceder a la salud, pero eso no es así, ya que como aquí en Chile, por ley, se protege al niño desde la primera infancia. Damos una cobertura 100%, por lo tanto la madre que acude, aunque sea con embarazo avanzado y sin controles se les recibe y atiende", precisó.
"Una mamá, mínimo tiene que tener 10 controles durante el embarazo, y nos hemos encontrado casos donde no hay controles".
Valentina Candia, Matrona coordinadora HRA.
"La mujer venezolana que llega a atenderse con nosotros, viene muchas veces sana, pero con rasgos de desnutrición y situaciones de riesgos".
Sandra Zenis, Colegio de Matronas