A los 98 años murió Carlos Espinosa: el académico creador del 'Atrapanieblas'
DECESO. Con muy pocos recursos, pero mucho ingenio, Carlos Espinosa, doctor honoris causa de la UCN, logró desarrollar un artefacto que le valió fama y reconocimiento mundial.
El Dr. Carlos Espinosa Arancibia, uno de los grandes próceres de las ciencias e investigación en el país, y particularmente en la zona norte, falleció ayer, a los 98, en Santiago. Desde la década del '59, Espinosa fue pionero en impulsar la energía solar con la creación del sistema de atrapanieblas, las cocinas solar y también experimentó con el desarrollo de hidrógeno verde.
El atrapanieblas fue, sin duda, un invento que le cosechó fama y reconocimiento nacional e internacional, con el cual se logró la recuperación del agua proveniente de la camanchaca (niebla costera). El artefacto fue diseñado con 360 barras de cobre de un metro de largo y una arpillera, lo que permitió tomar parte del agua de las nubes de la costa antofagastina, condensarla y capturarla.
Parecía simple, pero demandó años de trabajo y la creación vio la luz en 1956, momento en el que se integró a trabajar en la Universidad del Norte -UCN. Sus orígenes se dieron en respuesta a la terrible crisis por falta de agua, sumada a los frecuentes cortes de energía eléctrica, algo que se transformó en un drama constante para las familias antofagastinas al tener que soportar dichas carencias y de otros bienes.
El Dr. Espinosa en su momento contó que este trabajo lo desarrolló, entre otros, junto a Elsa Terraza y sus colegas profesores de Física y Matemáticas de la Universidad del Norte (hoy UCN).
HISTORIA personal
Espinosa nació el 29 de febrero de 1924, en la oficina Catalina del cantón Taltal. Hijo de Héctor Espinosa y Blanca Arancibia. Junto a ellos y sus siete hermanos se instaló en Antofagasta. Estudió en el colegio San Luis, la Escuela N°4 y en el Liceo de Hombres. Posteriormente en su juventud emigró a Santiago para estudiar en el Pedagógico de la Universidad de Chile, siendo alumno del profesor, físico y poeta Nicanor Parra.
Finalizó sus estudios, pese a titularse a los 40 años de edad, y retornó a Antofagasta, oportunidad en la que se encontró con los enormes problemas de abastecimiento de agua.
La ciudad contaba con agua apenas algunas horas, de mala calidad y con alto contenido de arsénico, lo que implicaba que pocos querían quedarse y menos se atrevían a venir. Además abundaba el desempleo, ya que ninguna industria podía soportar la falta de tan importante recurso.
En este contexto, el Dr. Espinosa y su equipo observaron el entorno y se dieron cuenta que la zona de Morro Moreno se caracterizaba por la permanente presencia de nubes. Entonces ideó el atrapanieblas.
Fueron años de labor, hasta llegar a la figura geométrica que permitía recoger 300 litros promedio de agua por día.
Fundamental fue el apoyo de la ONU que aportó con recursos económicos.
"Era un sistema simple. La estructura, que cabía en una maleta, se instalaba, pasaban las nubes, se mojaba la arpillera y el agua, por gravedad, caía. Además era agua limpia, sin gérmenes, lo que confirmamos con análisis realizados en Argentina. El invento era, de verdad, una locura", afirmó en una entrevista realizada en El Mercurio de Antofagasta en 2018.
Cabe indicar que la relación profesional del Dr. Espinosa con la UCN siempre estuvo ligada con las carreras de Ingeniería, Construcción y Arquitectura.
Legado
El rector de la UCN, Dr. Rodrigo Alda Varas, se pronunció ante el deceso de Espinosa y destacó el gigantesco aporte realizado por este científico nortino, quien fue reconocido como Doctor Honoris Causa por la casa de estudios en mayo de 2013.
"Su vida fue un ejemplo de lo que son las mujeres y hombres que habitamos este territorio. Tenemos fortaleza, decisión e inteligencia para sobreponernos a las adversidades. El atrapanieblas es un invento que aún sirve a numerosas poblaciones en distintas latitudes, lo que quedó como un legado para la humanidad", manifestó.
Alda agregó que "sumó investigaciones para producir hidrógeno verde y desarrollos en energía solar. Don Carlos fue un investigador de categoría mundial".
A las palabras del rector Ade la UCN, se sumaron las del historiador y académico de la Escuela de Derecho de la UCN, Dr. José Antonio González, quien puso en relevancia la vida y obra del fallecido y su contribución a la investigación regional y nacional.
"Carlos Espinosa pertenece a la generación pionera, pero también visionaria de los inicios de la Universidad del Norte, con la investigación de la energía solar y los atrapanieblas no solo en el norte sino en Chile, contribuyendo su patente de invento que donó a las Naciones Unidas para que fuera aprovechado en distintas zonas áridas. Un grande de la investigación", subrayó.
También tuvo palabras para el fallecido Dr. Espinosa el ex seremi de Energía de la Macro Zona Norte durante los años 2010-2014 , Carlos Arenas, quien recordó momentos de su infancia en los que coincidió con el fundador del atrapanieblas.
"Mi padre fue profesor del glorioso Departamento de Ciencias Físicas de la UCN, y fueron compañeros de trabajo. Entonces me crié entre pizarras, tiza, los colectores solares y figuras que formaban los atrapanieblas. Siempre andaba con un delantal blanco, con una camisa blanca y corbata oscura", recordó.
En ese sentido, resaltó la amabilidad que caracterizaba a Espinosa. "Lo quería mucho. Es una pérdida muy grande, pero creo que el recuerdo que él entrega y esta visión que nos dejó, es el desafío que tenemos que tratar de prolongar ese recuerdo".
Y señaló que la figura del investigador significó una lumbrera para resolver temas que implicasen el factor energético. "Cuando me tocó ser promotor de estos temas dentro de la Cámara Chilena de la Construcción, y desde el Ministerio de Energía, siempre tuvimos a don Carlos como un faro, como una enseñanza, como un hombre que de alguna forma nos cooperaba y nos orientaba".
Por su parte, Carlos Tarragó, presidente de Corporación Proa, lo recordó como un gran "innovador".
"No solo con el atrapanieblas, sino que además era una persona de gran calidad humana que donó su invento a la comunidad mundial, primero a la UCN, que cedió los derechos a Unesco. Eso lo retrata en toda su grandeza", dijo.
Homenaje
Por otro lado, Carlos Arenas, comentó que junto a 14 colegas de la zona norte esperan publicar un libro, titulado "La historia de la energía en la región del sol", texto que recoge el trabajo que se ha realizado en el norte de Chile frente a temáticas energéticas, desde la perspectiva de cómo ha influido en el desarrollo tanto de la ciudad, la región y del país.
"Se trata de un libro patrocinado por la UCN, y esperamos que pronto podamos tenerlo ya en su primera publicación. Creo que habría sido un tremendo homenaje, porque mi intención era que esto coincidiera justo con la Exponor, y haber podido lanzarlo durante esta semana. Esta pérdida de don Carlos nos alienta a que podamos terminarlo y poder hacer el lanzamiento en las próximas semanas o meses. Sería un bonito recordatorio a su memoria, porque de alguna forma se comenta todo lo que él trabajó", sostuvo Arenas.