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Baja Política

Dra. Francis Espinoza F. Académica UCN
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Durante 2020 me arriesgué a levantar mi propio programa "Animales Políticos" en un medio local (Diario Antofagasta), y mi apuesta fue hacer una 'alta política' en la discusión pública. Junto con el equipo y el panel de Marco Antonio Díaz y Aurora Williams logramos levantar la discusión política de los temas comuna y región para llevarlos al país. He visto discusiones en diversos medios de comunicación locales que también han apostado por erguir la ciudad-región hacia su estándar de 'pequeña California' o la 'Dubái de Chile', como este mismo medio, Antofagasta TV y, en su oportunidad, Pulso Regional, en el cual José Miguel Latorre me invitó gentilmente como panelista. Más aún, recuerdo con afecto a Román Hernández (Q.E.P.D.) de Radio Máxima, donde empecé mis primeras incursiones en el análisis político.

Desgraciadamente, en estos momentos nos encontramos en la cúspide de una 'baja política', presente vergonzosamente en los medios nacionales por los escándalos en el municipio y, con anterioridad, en el gobierno regional. La ciudadanía ya no puede aceptar tanta bajeza en la gobernanza de las políticas públicas; mientras un comunicador social (Sebastián Quinzán, Quinzán en el Conquistador, 01/06/2022) le llama 'imbecilidad', yo le llamo abiertamente 'cloaca política'. Sin duda, Antofagasta merece mejores autoridades y altos parámetros de ética en el gobierno de las políticas públicas y el ejercicio de la toma de decisiones a nivel comunal.

Aristóteles (384-322 a.C.) planteó que el ser humano es un animal político (de ahí la denominación de mi programa), en el sentido que es capaz de crear sociedades y organizar la vida en la polis o ciudad, aquellos/as que son incapaces de vivir en sociedad o no la necesitan, serían unas bestias según el filósofo griego. Desde una visión judeo-cristiana de la política, tampoco se pretende imponer una moralina exacerbada, porque al final todos/as cometemos errores. Aun cuando como dicen las series asiáticas de qué sirven las disculpas si hay policías y leyes. Por otro lado, desde el mundo musulmán, Alfarabi (850-950) propuso que la democracia debe ir de la mano con un régimen virtuoso; mientras que Moisés Maimónides (1135-1204) ya hablaba de dos aspectos determinantes en un liderazgo político exitoso: la perfección moral y la superioridad intelectual. Dos características que hace rato no vemos en la Municipalidad de Antofagasta.

El fenómeno que está ocurriendo en la ciudad no es otra cosa que lo que ya había pronosticado hace un tiempo, un liderazgo solitario tiende a ser autocrático y errático. A estas alturas, me atrevería a decir que el peligro de un líder populista como el actual alcalde y la autoridad anterior es que han ido erosionando la democracia y transformándola simplemente en una 'política líquida' (Zygmunt Baumann, En busca de la Política, 2001). La periodista turca Ece Temelkura habla de la 'tentación autoritaria' y cómo en plenas democracias se podrían construir 'dictaduras de facto' que se caracterizarían por atentar contra el lenguaje, apostar a la postverdad, desmantelar las gobernanzas políticas y diseñar un modelo propio de ciudadano/a, quien sería cómplice de esta baja política (Cómo perder un país. Los siete pasos de la democracia a la dictadura, 2019). Por suerte, en esta ciudad, sus habitantes piensan más que las autoridades.

Los niveles de diálogo político presente en las conversaciones de los diversos chats dan cuenta de una absoluta infantilización y vulgarización del servicio público. Los servidores públicos se deben a la gente, no se ríen de ellos/as. La sátira y el sarcasmo requieren asertividad y motricidad fina intelectual; sin embargo, lo que media ciudad ha leído en sus celulares es todo lo contrario, mensaje homofóbicos, mofas y amenazas (El Mercurio de Antofagasta, 02/06/2022). En momentos en que deberíamos estar analizando el discurso presidencial y su injerencia en la región, debemos dar cuenta de la bajeza política de nuestras autoridades desde una 'accountability ciudadana'. Debemos insistir en tener más ojo sobre liderazgos populistas en las próximas elecciones, y construir juntos/as una alta política en los gobiernos regionales y comunales de la Segunda Región.

"Los niveles de diálogo político presente en las conversaciones de los diversos chats dan cuenta de una absoluta infantilización y vulgarización del servicio público. Los servidores públicos se deben a la gente, no se ríen de ellos/as".

Los graves riesgos del concepto "plurinacional"

José Miguel Serrano Economista U. de Columbia
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Los profundos cambios políticos, geográficos y culturales que se estarían intentando implementar a través de la propuesta Nueva Constitución, son indicativos del camino equivocado que se está trazando para Chile, donde han primado las posturas más extremas, influenciadas por la hegemonía política y filosófica ejercida por los comunistas. En palabras simples, lo que se busca es la desaparición de la Nación, de la patria física, para transformar a Chile en una entelequia cuyas consecuencias ulteriores la mayoría de los constituyentes no han medido seriamente.

Ha caído sobre Chile un manto de confusión que ha implicado que muchos individuos ultra progresistas, cuyas mentes aparentan estar siendo manejadas, propongan normas y políticas claramente dañinas para nuestro futuro, para la permanencia de un país unitario, como ha sido la tradición de nuestra administración política y geográfica nacional. La más perniciosa de estas propuestas siendo el concepto de "Estado Plurinacional", es decir, la idea de un país con varias naciones semiautónomas en lo jurídico, económico y administrativo (en nuestro caso etnias), unidas en un Estado con un gobierno central representativo, multinacional, cuyas entidades estarían sujetas a una Constitución Política marco, o general. Nuevamente, una ficción, una fantasía que sólo existe en la imaginación. Cualquier estratega político serio podría darse cuenta que considerando la realidad histórica de Chile, y su composición racial, aquí estaría la plataforma para crear disputas étnico-territoriales mayores, sobre todo al sur del Bio-Bio, y una semilla de la discordia implantada para el futuro descalabro de Chile. Somos una sociedad con una combinación étnica pareja, un mestizaje uniforme, donde nos sentimos chilenos y chilenas sin la necesidad de hacer distinciones enojosas, pues nunca formaron parte de nuestra tradición.

Es cierto que en Chile tenemos por lo menos diez pueblos originarios, algunos numerosos y otros casi extintos. Y también teníamos a los Selk'nam, ese pueblo extraordinario que fue perseguido y exterminado por el hombre blanco en el extremo austral del país, en una página funesta de nuestra historia nacional. Pero reconocer este hecho no implica que debemos cambiar los conceptos sobre la "estructura física" de nuestro pueblo, el cual está muy ajeno a esta noción totalmente foránea de lo plurinacional. Los chilenos y chilenas conviven felices, trabajan, estudian, se unen y forman familias, sin tener ningún designio de estar separados por una suerte de "apartheid" étnico y geográfico totalmente innecesario, e irreal.

Al parecer, al ser Chile un país muy abierto hacia el mundo, se fueron dejando de lado nuestras tradiciones, incluso se comenzó a mirar en menos al Huaso chileno y sus costumbres campestres. A muchos de los filósofos y pensadores de este Chile alternativo, se les introdujo en sus mentes la idea de una nación multirracial con pueblos autóctonos viviendo en sus propios territorios. Los inmensos avances científicos actuales permiten a la psicofísica utilizar herramientas de control de la mente; lo estaríamos viendo actualmente cuando se intenta propagar esta cuestión absurda de lo "plurinacional", como algo moderno y necesario.

Atomizar el país en comunidades cuasi autónomas regidas por las leyes de la biología conlleva inmensos riesgos para preservar la integridad territorial y nacional. Las guerras de las últimas décadas en Europa han sido causadas por la errada aplicación de estos conceptos, pues la política de la plurinacionalidad confunde, divide, y a la larga siembra el caos.

"Atomizar el país en comunidades cuasi autónomas regidas por las leyes de la biología conlleva inmensos riesgos para preservar la integridad territorial y nacional".