Desde hace casi 20 años el tenis mundial ha sido dominado por el denominado "Big Three", compuesto por Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, los tres con argumentos para convertirse en el mejor de todos los tiempos, pero antes que ellos hubo otros que no eran todavía veinteañeros cuando ya sorprendían al mundo con su calidad, como Björn Borg, Andre Agassi o Boris Becker.

Aunque siguen animando torneos y sumando récords, los tres se encuentran en el ocaso de su carrera y solo Nadal puede decir que antes de los 20 ya era multicampeón.

Esto empezó a cambiar a fines del año pasado y, definitivamente la semana pasada, con el meteórico ascenso del español Carlos Alcaraz, quien con solo 19 años, confirmó que es la siguiente superestrella del tenis al ganar de forma brillante el Masters 1.000 de Madrid.

Elogios desde roma

Durante el campeonato español, jugado en arcilla, Alcaraz derrotó de forma consecutiva a los propios Nadal y Djokovic, más que especialistas en esta superficie, y en la final se impuso al alemán Alexander Zverev, tercero en el ranking de la ATP.

Estos logros le permitieron alcanzar el sexto lugar del ranking y ganarse los elogios de sus pares. "Alcaraz es una fuente de inspiración para mí, me gustaría ser como él. Ya lo está haciendo muy bien y sé que todavía puede crecer más. Es uno de los jugadores más fuertes del mundo", dijo el griego Stefanos Tsitsipas (5°) desde Italia en la antesala del Masters de Roma, del que Alcaraz se bajó (ver recuadro) para llegar en plenitud al que, espera, sea su primer Grand Slam, Roland Garros.

"Alcaraz es especial, ha roto muchos récords siendo muy joven y ha ganado dos Masters este año (Miami y Madrid). Hasta el momento es el mejor jugador del mundo", señaló, también desde Roma, Djokovic.

Nadal, en tanto, fue más sobrio y elogió a "Carlitos" a su manera: "Lo que hizo no me sorprendió nada porque no es nada nuevo. Ya había ganado en Miami y, sinceramente, esto no es una sorpresa".

Alcaraz no está en Roma pero sí en la mente de todos.