Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Espectáculos
  • Contraportada

Olivicultores de Taltal consolidan aumento de producción en plena zona desértica

ASOCIACIONES. En medio de la creciente demanda por aceites de distinto tipo en el país y alza de precios, 185 agricultores de la vecina comuna, han enfrentado con ingenio la sequía permanente en el norte del país para aumentar la producción de sus cultivos.
E-mail Compartir

Claudio Cerda Santander

"Hoy en pleno desierto hay un vergel", expresa Francisco Tapia, investigador del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), sobre el sostenido aumento de cultivo de olivos en la denominada "Quebrada El Hueso" de Taltal.

En el sector, 185 agricultores, pertenecientes a cuatro asociaciones, han enfrentado con ingenio la sequía permanente en el norte del país para regar sus cultivos. Desde las primeras tareas de labranzas, a mediados de la década pasada, las siembras se han diversificado con hortalizas y frutos. Incluso hasta crianza de animales se advierten en algunos de los pequeños huertos.

Sin embargo, el aceite de oliva elaborado en el lugar se ha posicionado como un producto valorado por su producción a menor escala y las propiedades que otorgarían las aguas salinas extraídas de pozos. Un recurso escaso en la zona, que se mezcla para regadío con el suministro aportado por camiones aljibes.

"La característica de estos aceites es bastante excepcional. Son diferenciados respecto a los del resto del país. Con componentes funcionales, de contenido antioxidante, bastantes superiores a las de zonas regadas hacia el sur (…) Hoy estamos en plena temporada de molienda. El aceite que se está produciendo es fresco y atractivo; con un sabor increíble y muy diferente al que se encuentra en supermercados", agrega Tapia, investigador en olivicultura y elaiotecnia del centro regional Intihuasi dependiente del INIA, quien ha asesorado a los agricultores de en este tipo de producción.

Según reconocen agricultores de Taltal, se proyecta que el actual escenario de encarecimiento y mayor demanda de aceite debido a la guerra entre Rusia y Ucrania -principales productores de aceite de maravilla- podría visibilizar la creciente producción de las parcelas de olivos del sector Quebrada del Hueso. Una producción en alza en los pequeños huertos ubicados en esta zona desértica de clima costero, distante entre dos a seis kilómetros del centro de Taltal.

Para ilustrar el progresivo aumento de la producción de olivos el experto del INIA, entidad dependiente del Ministerio de Agricultura, detalla que durante los primeras cosechas en 2005 se reportaron unos 300 gramos de olivas por árbol. Hoy, en cambio, cada olivo produce de seis a ocho kilos por árbol.

En este contexto de mayor recolección, las comunidades de agricultores de Taltal la temporada pasada cosecharon 10 mil kilogramos (kg) de olivas, de las que extrajeron 2 mil litros de aceite. La producción esperada para esta temporada, en tanto, se proyecta en 15.000 mil kilos de olivas, con una elaboración de 3 mil litros de aceite extra virgen.

Javier Rojas, presidente de la asociación gremial de agricultores Los Loros de Taltal, reconoce con orgullo el aumento de la producción de aceite de oliva.

"Nuestro aceite tiene un valor especial, porque tiene variadas características, como mayores ácidos grasos. El clima donde estamos ayuda mucho a la producción, porque Taltal es un desierto costero y nos ayuda la camanchaca", explica.

"La producción agrícola en Taltal crece año a año, porque también el rubro se ha ido diversificando. Nosotros comenzamos con la producción de aceite, pero también hay agricultores que se dedican a producir aceitunas de mesa, hortalizas hidropónicas. Hay crianza de animales, y con las frutas se elaboran mermeladas", añade.

Entre las particularidades de las labores de riego en el sector, hoy los agricultores emplean una manguera de unos 18 kilómetros de extensión para extraer agua de un pozo. A esta conexión para regadío se sumaría próximamente un ducto, como parte de un proyecto que aportará un caudal permanente. Hoy en el sector operan además dos almazaras para la producción de aceite de oliva, a la que se sumaría una tercera el próximo año. Una de estas almazaras funciona con energía fotovoltaica.

Apoyo en producción

Según comenta el investigador Francisco Tapia, quien cuenta con una maestría en España, la labor de los olivicultores de Taltal ha contado con apoyo de entidades como el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), además de capacitación del INIA en manejo de huertos y riego.

"Taltal es una comuna que históricamente ha sido minera y de pescadores; pero desde hace unos 15 a 20 años se introdujo a manera a nivel productivo el cultivo el olivo, orientado principalmente a la producción de aceite de oliva (…) Ante la escasez de trabajo la gente comenzó a ver otras alternativas productivas, y conociendo lo tolerante que es el olivo para la producción en condiciones de aridez, ellos mismos comenzaron a innovar y comprar olivos, apoyados por el INDAP, también por un programa de reforestación de CONAF regional y luego con el apoyo de INIA, esto se comenzó a organizar, formalizar y tecnificar el cultivo del olivo, porque ya se sabía que era uno de los pocos que podía dar resultado en un contexto de aridez extrema".

"Más aún con la posibilidad de la industrialización de este producto, considerando la posibilidad de que ya habían pequeñas máquinas en el mercado con la tecnología disponible para que los agricultores en asociación pudieran adquirirlas. Ellos vieron la posibilidad de que podrían cosechar olivas, para elaborar un aceite de oliva fácilmente vendible", agrega Tapia, quien señala que en la zona hoy se registran unos 14 mil árboles de olivos.