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La histórica labor de los constituyentes

Loable dedicación para prepararse y trabajar sobre el ideal de país, no siempre tuvo los consensos requeridos. Hubo apertura y cambios, pero el fondo se mantuvo muy similar a lo propuesto por los grupos mayoritarios. Y esto también es recogido por las encuestas aplacadas.
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Hay puntos en el desempeño de los convencionales constituyentes que no se pueden discutir, es más deben ser fuertemente respaldados. Primero que han destinado largas horas de trabajo, de reuniones, estudios y capacitaciones para cumplir bien con la misión encomendada y lo segundo es que han estado dispuestos al diálogo para conocer las distintas posturas y redactar artículos integradores.

Si partimos de estas dos premisas, especialmente la segunda, podremos debatir que tan importante fueron las reuniones y estudios para resolver mejor sobre distintos temas y cuán fructíferos fueron los diálogos y acercamientos entre posiciones disímiles.

El convencional Cristian Monckeberg (Vamos Chile) comentó en un reciente conversatorio que en muchos casos las ideas preconcebidas de un sector tuvieron que ir cambiando gracias a la participación de expertos y entendidos en las distintas temáticas. Aunque coincidió que en varios casos lo aprobado para ser incluido en el borrador no fue de su total satisfacción.

Hubo apertura y cambios, pero el fondo se mantuvo muy similar a lo propuesto por los grupos mayoritarios. Y esto también es recogido por las encuestas que entregan un alto porcentaje (62% Criteria) a la respuesta que los convencionales han sido firmes y no flexibles en sus posturas. Y esto se reafirma con el 45%, en la misma encuesta, que piensa que la convención está controlada por grupos extremos.

Esa es la visión de los encuestados y que es similar a otras que se han realizado en el último tiempo lo que abre una preocupante posibilidad de que gane el rechazo en el plebiscito de salida. Lo que realmente sería muy doloroso y complicado para quienes trabajaron en la redacción de la nueva Carta Magna y para que eso no ocurra el trabajo de los constituyentes convencidos de lo que han hecho tendrán que desplegarse en los territorios explicar y poner énfasis no en los puntos que resultan divisorios si no en los que provocan unidad entre la gente.

Un rechazo al trabajo de los constituyentes no puede verse sólo como el fracaso de quienes lideraron la redacción de la nueva Carta Magna, también del país que mayoritariamente en las urnas pidió un cambio constitucional, que eligió a sus representantes y que hoy ve con pesimismo como concluirá el histórico proceso.

En ese caso ya debiéramos estar pensando los pasos nuevos que debemos dar. O, lo otro, mantener una fe ciega.

Mañana es lejos

"La 'delincuencia' tiene razones y ramificaciones profundas. Traer más carabineros a la región, es solo un inicio de respuesta".
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La delincuencia es una de las piedras que tiene en el zapato la sociedad chilena. Hoy, es una roca. Los remedios para enfrentar este agobiante problema se multiplican en la boca de políticos, empresarios y de los chilenos en general. Cada cual propone sus soluciones eficaces, las que dan cuenta de una clara falta de autoridad además de un gran disfuncionamiento del aparato judicial y, como corolario, la ausencia de una política voluntarista por parte de los gobierno para terminar con esta lacra.

Los autoproclamados poseedores del saber que han estado en el poder desde el retorno de la democracia, hoy proponen, cada vez más, soluciones radicales. Más cárceles, penas más disuasivas, más policías. De las voces que se alzan para dar recetas; que de aplicarse, según ellos, se obtendrían resultados inmediatos; ninguna toma en cuenta un elemento esencial, propio de un análisis serio y objetivo, como sería de interrogarse sobre los orígenes del estallido de la delincuencia actual. Solo así, estas proposiciones no pasarían por ser solo un ya banal discurso político circunstancial que nadie cree. Cada sociedad produce sus propios delincuentes, como de la misma forma produce sus propio políticos, calidad de profesionales… Estos no nacen socialmente de forma espontánea, son el fruto de un proceso social y societal en marcha.

El periodo de bonanza que vivió Chile llevó a nuestros dirigentes a una atlética carrera tras los resultados de las urnas. Sin embargo, observamos, tristemente, que ya no hay grandes políticos. Tenemos sólo competidores electorales. Sus logros, son sus reelecciones. Miren la región. No hay nombres que quedan en la memoria. Y una vez con poder, los mencionados desaparecen. ¿A quiénes vemos? A los que tienen una elección en la mira, a corto plazo. ¿La Convención propondrá algo para cambiar ese "habitus" político? Y por otro lado, ¿hablarán de resforzar la Controloria General de la República, cuyos dictámenes producen tan pocos efectos, casi simbólicos?

Tenemos universidades plagadas de sumarios, municipios en las mismas, servicios ministeriales igualmente. Plantearse aquello es quizás más útil que saber si un "gatito" debe o no tener personalidad jurídica. ¿Y qué decir del gran empresariado? Hace cuanto tiempo que se viene indicando, por diputados y senadores en función, que los turnos 7x7 son una excepción del código del trabajo. ¿Qué pasó durante el período Covid? Hemos visto la banalización de los turnos 14X14… y como los legisladores persiguen sus fines solo con intereses electorales, ¿a quién le interesa hoy llevar a cabo una fiscalización en el mundo empresarial?… y mientras haya dinero, los sindicatos no harán ruido.

La "delincuencia" tiene razones y ramificaciones profundas. Traer más carabineros a la región, es solo un inicio de respuesta. El mal es endémico y transversal. "Idiosincrasíatico" me permitiría escribir. Y lo peor, consiste en el hecho que no podemos hablar de solución sin considerar el aspecto de la reinserción social de los que han cometido delitos y crímenes. Y no podemos hablar de reinserción sin estudiar también las condiciones carcelarias, como de los que vigilan. Es decir, la paz social absoluta no está a la vuelta de la esquina. En realidad, "mañana" está muy lejos. Y "hoy", es quizás demasiado tarde.

Rumiación

"En la psicología se afirma que la rumiación mental tiene dos posibles desenlaces. La solución del problema o una profunda depresión".
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Todos en algún instante hemos tenido pensamientos en nuestra cabeza que han dado vueltas como un eterno retorno. Por ejemplo, después de una disputa o un desenlace podemos estar días (la vida entera) pensando en lo que dijimos y en lo que nos dijeron. Estos pensamientos son algo normal, la mente siempre busca resolver aquello que considera un conflicto y trata de buscar el camino o la solución. El peligro es que en ocasiones, en esa búsqueda del camino, damos vueltas y vueltas y entramos en un bucle sin sentido y que nos lleva a la inacción.

En nuestro país llevamos mucho tiempo en este estado de rumiación y es que son varias las acciones que hemos llevado como sociedad y que ahora las empezamos a cuestionar, pero solo para mortificarnos y buscar culpables. "Los fachos" y "los progre" (¿en serio siguen usando esos apelativos?) por estos días se muestran muy interesados en torno a la convención, repitiendo en su gran mayoría los mismos conceptos que hace 50 años. Es como si quisieran mejorar la performance de hace décadas sin detenerse en el difícil momento actual. Sobran los gustos ideológicos de ambos sectores y cada día la convención parece más lejana a la gente, esa gente que con su legítima presencia en la calle le dio sustento a este momento histórico.

Sin embargo, en la interna los pensamientos son distintos y de vez en cuando aparecen ejemplos. Como algunos militantes de la derecha tradicional que se cuestionan si no debieron ceder un poco el modelo, terminar con sus dogmas en el parlamento, superar la dictadura y aceptar los cambios sociales. Quizás, si lo hubieran hecho no estaríamos todos en este momento social y como sector tendrían más influencia que la de hoy donde prácticamente como oposición no existen.

Del otro lado también hay cuestionamientos y bastante importantes, por ejemplo acomodarse y administrar el modelo heredado por Pinochet. No haber tenido una conducta más decidida respecto a la delincuencia por el temor a ser vistos como cercanos a los uniformes o ser el freno de algunos cambios por seguir la impronta de la "medida de lo posible". Si hubieran actuado diferente hoy no serían el vagón de cola de un tren nuevo, pero pesado de llevar.

Bertrand Russell matemático, filósofo y escritor británico que hizo importantes aportes al mundo del pensamiento occidental nos dejó una frase que quizás tiene la lucidez que necesitamos todos en estos momentos: "El hombre juicioso sólo piensa en sus errores cuando ello conduce a algo práctico; todos los demás momentos los dedica a otras cosas". Es de esperar entonces que todos estos años que llevamos pensando en lo mal que lo hemos hecho terminen en lo mejor para todos o dejemos de pensar, damos vuelta la página y avanzamos.

Por cierto, en la psicología se afirma que la rumiación mental tiene dos posibles desenlaces. La solución del problema o una profunda depresión. No sé usted, pero siento que vamos para el segundo escenario. Como nunca antes espero estar equivocado.