Proponen soluciones por presencia de lobos marinos en el Terminal Pesquero
FAUNA. Académico y biólogo Carlos Guerra afirmó que la anómala presencia en el lugar de estos animales responde a la mala costumbre de las personas de alimentarlos.
En los últimos días ha sido evidente la presencia de lobos marinos en el paseo peatonal que conecta el Muelle Histórico y el Terminal Pesquero. Incluso estos mamíferos, que tienen un peso promedio de 190 kilos en su adultez, han llegado hasta la calzada con el problema para las conductores de vehículos. La presencia de estos animales, en los alrededores del Terminal Pesquero, no es nueva, y su origen en el sector no es otro que la alimentación propinada por las mismas personas. Así lo aclaró el biólogo y académico de la Universidad de Antofagasta, Carlos Guerra.
Sostuvo que como ciudad no hemos sido capaces de darle una solución definitiva e integral al problema, "no que un servicio público se haga cargo de pronto, y haga lo que pueda. No solo es poner rejas. Ellos no piensan como nosotros; es más, tienen otra manera de ver la vida. Así, todos tenemos que colaborar. Aquí hay varias aristas para solucionar el dilema".
Aclaró que la presencia de lobos en el sector no es normal. "Los lobos son animales cazadores. Si uno recorre la costa, hay loberías donde hay cientos, y quizás miles de lobos. Todos ellos mantienen una vida silvestre, como es su naturaleza. Entonces los lobos que están acá, en la ciudad, es porque les dan comida. La otra vez había un joven que hacía espectáculos con los lobos. Las personas le daban monedas al joven, y el feliz se iba a comprar vino. El darle comida a los lobos es el primer dilema de que esos animales estén acá", redondeó.
Un segundo factor es que los lobos han perdido sus apostaderos, como la roca denominada del Lobo, y especialmente los faros del Terminal Pesquero y Club de Yates. "Normalmente descansaban en el faro del Club de Yates. Ese ha sido por años su apostadero anormal, pero aceptable. Ahora, por qué hoy no están en ese apostadero. Al revisar lo que está pasando; entonces, uno encuentra personas que pescan ahí, tiran lienza. En el último tiempo aumentó la presencia de estos pescadores con lienza en las rocas. Estas personas espantan a los lobos del sector", indicó.
Guerra dijo que la primera estrategia para terminar con este situación es, sin duda, no alimentar a los lobos. Y la segunda es dejar los roqueríos para que los ocupen ellos, y no los humanos. Así los lobos regresarán a su hábitat natural.
Correctivo
En el caso de los lobos que mantienen tomado el sector, sostuvo que es necesario aplicar medidas correctivas, es decir, "decirles que se vayan. Hay que reconocer que son animales inteligentes. Así es necesario tomar medidas de aprendizaje para ellos, o sea, uno los puede correr, pero de una manera adecuada y dejarle señales para que ellos asocien la señal con el aprendizaje. Hay varios mecanismos para llevar a cabo este aprendizaje, pero sobresale uno que es bastante inocuo y que no los daña. Se trata de una picana, las mismas que se utilizan para mover el ganado. Es un aparato pequeño que descarga una pequeña corriente eléctrica que no hace ningún daño".
Terminal pesquero
Por su parte Sandra Vicencio, presidenta del sindicato de pescadores artesanales de venta de pescados, mariscos, degustación y afines del Terminal Pesquero de Antofagasta afirmó que el tema debe revisarlo Sernapesca con la Gobernación Marítima, "porque a nosotros no nos afecta en el sentido que no están obstaculizando el Terminal mismo, pero si, conocemos que generan mal olor, molestan a los transeúntes de los alrededores y llegan hasta la calle. Sin embargo son animales inofensivos que cuando se ven acosados, tienden a ponerse agresivos, pero no dañan a nadie".
Dijo que ha habido intentos por detenerlos, a través de una rejas, pero éstas, a su juicio, "han sido débiles. La solución puede ser un cerco firme. A veces no están, pero estos días han aparecido en masa. Aquí el gran problema no son los lobos, sino las personas que los acostumbraron a comer en el sector. Le lanzan comida y desperdicios. Todo esto genera una contaminación en el agua, y al medio ambiente en general".