Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes

Locatarios, residentes y usuarios del centro acusan mayor percepción de inseguridad

INFORMA. Encuesta realizada por la Cámara Nacional de Comercio, sitúa a Antofagasta cómo una de las ciudades con mayor índice de victimización desde el segundo semestre de 2021.
E-mail Compartir

"Creo que todos los centros de las ciudades cambiaron tras el estallido. Ahora, el comercio ambulante y la poca fiscalización de parte de las autoridades, se hace notar en Antofagasta. Cada vez hay más descontrol, y una cosa lleva a la otra; está muy desordenado el centro de Antofagasta, como si fuera tierra de nadie, ya no es grato venir a no ser que tengas un trámite que hacer", comenta Andrés Zamora, locatario del casco central .

De esta forma, el administrador del restorán Racconto, ubicado en pleno paseo Matta, explicó la desazón que hoy mantienen diversos locatarios, residentes y usuarios del centro histórico, al tener que experimentar en carne propia algunas de las desventajas, en materia de seguridad, que hoy entrega tras el aumento de la victimización a contar del segundo semestre del 2021.

Según la Encuesta de Victimización, realizada por la Cámara Nacional de Comercio, Antofagasta figura como la segunda ciudad a nivel país, en aumentar sus índices de victimización (delitos y/o faltas) durante la segunda mitad del 2021, siendo aquellos comercios relacionados con tiendas del retail, farmacias, supermercados, hoteles y restoranes, por nombrar algunos, los comercios más perjudicados por estas acciones, con un 49,2% de establecimientos vandalizados.

"Se ha desatado todo. No hay medidas permanentes de seguridad y en ese sentido, como empresarios, locatarios y ciudadanos estamos desvalidos. Con quien tu hables en la actualidad tiene temor de venir al centro cuando se hace de noche, solo vienen a algo puntual, a la notaría, los bancos o a los supermercados. Si no fuera por eso, creo que la gente ya no vendría", complementó el empresario.

"Rostro"

Una perspectiva similar, manifestó el arquitecto de 32 años, Luis Araya Collao, quien arrienda una oficina en distintos horarios del día, al interior del Edificio Bicentenario. Para él, las distintas realidades que ofrece el casco central, dependiendo de la hora del día, van desde lo amigable a lo más bohemio y bizarro.

"Arriendo una oficina en el centro y claro, es muy distinto lo que se vive y se ve en un horario de oficina a cuando ya es más tarde, pasado las 20.30 horas, la cosa cambia bastante, uno ya ve a otro tipo de clima y de personas; gente que anda encapuchada, con cierta actitud y vibra corporal que no son las habituales de una persona que es normal, es gente mala, que se nota más perturbada. El centro ha perdido ese encanto, porque fue escenario de todo lo que fue el estallido social, y creo que ya no existe la sensación de poder habitarlo de manera más tranquila", precisó.

El profesional agregó que "de hecho, tengo amigos, colegas, que tenían oficinas aquí en el centro y la mudaron para otras partes por lo mismo, porque el centro no se ha podido recuperar, incluso la cara que tiene hoy el centro, no es algo bonito, la mayoría de los locales están rayados, algunos destruidos todavía, hay un nivel de informalidad grande de comercio ambulante y en ese sentido, creo que la ciudad ofrece otras perspectivas mejores a lo que es el centro hoy".

Percepción

La escritora antofagastina, residente del casco central hace algunos años, María Luisa Córdova, de 35 años, explicó que hoy ya no siente la misma seguridad al moverse por el centro durante la noche. Ni ella ni sus amigas, dice.

"Pienso que cada día es más difícil, siento que estamos en un proceso que también es complejo, donde estamos viendo cambios radicales y con un gobierno que todavía amerita tiempo. Personalmente, siento que, para mí, como mujer, siempre ha sido difícil caminar por el centro de Antofagasta, y pese a no estar tanto en la ciudad como quisiera, no me siento segura cuando camino por aquí y eso porque soy mujer. Siento que falta una mayor fiscalización para garantizar la seguridad, creo que hay un problema de raíz, que tiene que ver con cómo funcionan las cosas".

Córdova enfatizó que uno de los aspectos que hace que hoy tanto ella como algunas de sus amigas, sientan miedo de ingresar al centro, pasa por el gran desorden que hoy evidencia el casco central y donde el comercio ambulante, juega un rol fundamental.

"Cuando comenzó la pandemia, fuimos testigos de la necesidad de las personas que tenían que vender. Lamentablemente el municipio no dispuso del espacio para que esto se desarrollara de una manera más ordenada. Todos fuimos testigos de cómo las veredas estaban ocupadas por personas vendiendo diversos artículos, y fue valido, tenían que comer. Lo complejo es que eso que vimos hace casi tres años atrás, sigue sin mejorar. Y ahora que ya tenemos vacunas a disposición, debería haber un mayor orden en ese aspecto, deberíamos estar mejor", dijo.

Al respecto, el dueño del hotel Nikyasan (ubicado en calle Latorre), Edwin Sánchez, de 75 años, explicó que, tanto para él, como para algunos de sus colegas del rubro, transitar por las calles céntricas de la perla del norte, llegada la noche, no es lo más recomendable, aunque hay calles y sectores del centro, que son más amigables.

"El centro está más peligro. La gente no se siente con ganas de salir, la calle Latorre se salva, ya que el único local nocturno que tiene es el que está en Sucre con Latorre y de ahí nada más de negocios que puedan traer intranquilidad a la ciudadanía. Pero lo que es la calle Condell, es otro cuento. De hecho cuando vienen al hotel les digo que pueden andar hasta Baquedano y todo lo que quieran, pero no hasta la calle Condell, porque es el triángulo de las bermudas", dijo.

"Lamentablemente -continúo-, se ha puesto bastante complicado por el tema de los extranjeros que están llegando, quienes cada día son más audaces, un grupo de ellos le pegaron a Carabineros el otro dijo., cuando los estaban desalojando de la playa. ¡Le pegaron a los Carabineros! ¿Qué está pasando? , desde el estallido social, el centro de Antofagasta nunca más se recuperó", dijo.

Según el informe y respecto a a las expectativas para los próximos seis meses, un 47,9% de los encuestados a nivel nacional, sienten que la delincuencia aumentará, índice superior al 38,2% de la medición anterior; mientras que un 21,5% dice que seguirá igual y un 28,7% espera que baje.