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Consultas de urgencias por salud mental aumentan un 50% el 2022

ALZA. Los expertos concuerdas en que los incremento se ha observado desde mediados del 2021. La crisis sanitaria y social explicarían en parte el fenómeno.
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Con el paulatino regreso de la normalidad y la rutina, y tras dos años de pandemia, las atenciones de urgencias han comenzado a recibir patologías distintas a las respiratorias, y particularmente relacionadas con trastornos de la salud mental.

Hasta la semana pasada, según datos del Departamento de Estadísticas e Informaciones de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud, se registran 146 atenciones por estas causas en el Hospital Regional de Antofagasta (HRA), lo que representa un aumento de un 50,52% comparado con el año anterior, donde, en el mismo lapso de tiempo, se contabilizaban 97.

En la misma línea, el hospital Carlos Cisternas de Calama refleja un incremento de un 26,4% en las atenciones de urgencia por salud mental, con 110 casos este periodo, frente a 87 al 2021.

El doctor Pedro Medina, médico psiquiatra y jefe del servicio de psiquiatría del HRA, comenta que "hemos observado que se ha incrementado notoriamente el flujo de pacientes que han llegado a urgencias por patologías de salud mental, incluso patologías graves descompensadas, que han motivado hospitalización de pacientes, manteniendo el servicio completo en la unidad, y teniendo que exteriorizar algunos en vista que no contamos con la cantidad de camas suficientes como para poder dar cuenta de este aumento de casos".

Las patologías más recurrentes, detalla Medina, corresponden a descompensación; cuadros de tipo anímicos, como trastornos afectivos y del ánimo; trastornos bipolares; y trastornos psicóticos. Argumenta que "se nos han incrementado mucho los trastornos por consumo y de sustancias nocivas", debido a que es "una manera de compensar la angustia que tienen estos pacientes, e incrementan su ingesta de alcohol, o acceden a otro tipo de drogas, como drogas duras, que generan cuadros de descompensación psiquiátricas y episodios psicóticos también".

Otra causa recurrente en las salas de urgencias, menciona el médico psiquiatra, corresponden a "depresiones con intentos suicidas graves, que han motivado la hospitalización".

Sin embargo, Medina señala que estos casos solamente son "la punta del iceberg", dado a que son las causas que se ven en la unidad de emergencias, donde se tratan cuadros más graves que requieren intervenciones especializadas y hospitalización, "pero en la consulta particular, ambulatoria, los casos ansiosos, trastornos de ansiedad, las crisis de pánico y las depresiones de leve a moderada, han incrementado su cantidad".

Las razones

El doctor Miguel Prieto, jefe del servicio de salud mental de la Clínica Universidad de los Andes, coincide en que desde mediados del 2021 se ha visto un aumento significativo en la cantidad de consultas de emergencias por salud mental, como también en su gravedad.

Las razones, argumenta, posiblemente radique en "el hecho de que muchas de las patologías psiquiátricas tienen relación con la exposición al estrés emocional, y las manifestaciones muchas veces son retardadas, a veces se dan después los síntomas".

Por lo mismo, afirma Prieto, este aumento sostenido se ha visto desde que comenzaron a disminuir las restricciones de movilidad durante la pandemia. "Probablemente eso hizo de que los pacientes empezaran a manifestar síntomas".

Y añade que "la otra razón es que la demanda ha sido tan importante por atención en general de salud mental, que hay muy poca disponibilidad para consultas ambulatorias. Eso también ha hecho de que los pacientes no han encontrado hora en forma ambulatoria, se han volcado a servicios de urgencias buscando atención".

En la misma línea, Milenko del Valle, doctor en psicología y académico de la U. de Antofagasta, menciona que durante la pandemia "ya tuvimos algunos datos e información, que se había profundizado el tema relacionado con la salud mental. Y pareciera que se ha venido demostrando, que posterior al tema de la pandemia, los cuadros con sintomatología relacionados con problemas en la salud mental han ido en aumento".

¿Qué está provocando esta situación? "Todo", contesta del Valle. Y profundiza: "Los especialistas están indicando -y yo también formo parte de esa opinión-, es que nosotros veníamos arrastrando algunos problemas en salud mental en Chile asociado al estrés, depresión, ansiedad, producto de crisis sociales, la falta de empleo, falta de los problemas laborales y su estabilidad. Veníamos arrastrándolo, y la pandemia lo profundizo".

"Lo que estamos viendo ahora es el estrés acumulado durante el periodo de encierro, que terminó explotando. Es un factor multicausal y que tenemos desde antes de la pandemia ya con unos casos y antecedentes; (luego vino) la pandemia misma y su confinamiento; y el después, lo único que hizo, es mostrar una sociedad estresada".

La pandemia que viene

Todos estos factores, agrega del Valle, se siguen repitiendo actualmente. "Tenemos factores contextuales que nos están haciendo estar estresados en distintos ámbitos. Estamos estresados con el tema de la familia, con el tema económico, con los temas que pasan a nivel nacional e internacional, por temas laborales y la inseguridad que se siente".

Señala que esto se quedará por un tiempo, aproximadamente de 5 a 10 años, afirma. "Se dice que la pandemia que viene ahora está relacionada con la salud mental, porque las políticas públicas tendrían que apuntar a tener este tema como prioritario, con los distintos dispositivos, tanto regionales, nacionales, que permitan abordar esta temática como corresponde en los distintos contextos".

Con todo, el académico explica que las personas deben hacer una revisión de su bienestar personal para detectar los síntomas a tiempo. Indica que algunos signos son "si acusa mayores niveles de insomnio; si la persona considera que está con mayores niveles de irritabilidad, o si está reaccionando de manera muy brusca frente a acontecimientos que antes no reaccionaba; si está demostrando altos niveles de mal humor. O malestares físicos, como dolores de cabeza. Esos ya son síntomas que reflejan que uno está con un cuadro o con sintomatología que debería consultarla, para que no se agrave".

"Prioricemos la salud mental"

Arturo Celedón D.E Fundación Colunga
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Las cifras no mienten. Estudios nacionales e internacionales han indicado tres problemas fundamentales en materia de salud mental: altas tasas de prevalencia de enfermedades mentales en niñas, niños y adolescentes chilenos, brechas en la oferta a servicios de salud mental y brechas en el acceso a estos. Por eso el foco al abordar esta temática tiene que estar en la prevención y promoción de aquellas soluciones que son más costo efectivas.

De hecho, casi un tercio de la población mayor de 15 años en Chile ha sufrido un trastorno psiquiátrico en su lapso de vida. Los trastornos de ansiedad son los más prevalentes, seguidos por la depresión mayor. Solo un 38,5% de quienes han sido diagnosticados reciben algún tipo de atención en salud mental, ya sea de un especialista o un médico de atención primaria.

Cómo Colunga trabajamos hace un década con los problemas más apremiantes de la niñez en situación de pobreza y vulnerabilidad en Chile, y uno de los temas que nos moviliza y que es parte de los pilares en los que centramos nuestra acción es la salud mental. Es así como hemos acompañado iniciativas como Línea Libre de Fundación para la Confianza y como actualmente estamos trabajando con las fundaciones Todo Mejora, Emma y CENFA para seguir impulsando iniciativas que busquen enfrentar y dar solución a esta realidad.

Es fundamental fortalecer el tejido social, generar condiciones de vida en la que el bienestar general, la salud mental y la prevención de las enfermedades asociadas a ella estén resguardadas. Necesitamos espacios seguros, comunidades más unidas y volver a ver en las y los otros un apoyo, tanto en nuestros barrios, como en las comunidades escolares y en nuestro núcleo familiar.

En menos de un mes hemos sabido de dos escolares, una de 15 años en la Región Metropolitana y otro de 16 en la Región de Ñuble, que terminaron su vida de forma violenta. Esto no debe seguir pasando. No podemos, como sociedad, permitirnos perder a más niñas, niños y adolescentes. Debemos ocuparnos de la salud mental hoy, mañana ya será tarde.