Crisis en el arbitraje y fútbol nacional
La operación orquestada para derribar al jefe del referato Javier Castrilli, es digna de una película de gangster. El fútbol lucha constantemente contra la corrupción, los amaños de resultados y los favoritismos. Y ante este tipo de conductas debe existir sanciones ejemplificadoras
La ANFP comunicó que hubo intento de desestabilizar el arbitraje chileno cuando se filtró un supuesto audio en que habría existido una clara interferencia "desde Santiago" para que el árbitro del partido entre Copiapó y Huachipato, que definía el ascenso, mantuviera el cobro de un lanzamiento penal en favor de los acereros. La filtración se hizo en medio de una amenaza de paro de los árbitros que exigían la salida del mandamás del referato, el argentino Javier Castrilli, quien tenía entre sus decisiones una masiva poda en el sector y que se comunicó por esos días y que afectaba a una docena de réferis.
Lo filtrado hizo que todo cambiara, que el foco se volviera sobre Castrilli y que sus intenciones fueran revocadas por el directorio de la ANFP ante los hechos que le apuntaban directamente a su a él o cuerpo directivo de influir en las decisiones arbitrales a través de llamados telefónicos.
Castrilli fue despedido, al no aceptar ser separado durante la investigación, y los jueces que él esperaba desvincular siguieron con sus labores habituales y el episodio quedó en etapa de investigación, pero ya con decisiones tomadas.
La conclusión de lo investigado es que el supuesto audio filtrado nunca existió y catalogaron todo como una maniobra para "desestabilizar el arbitraje" nacional.
Claramente aquí hubo una operación gansteril desde el seno del arbitraje y que hicieron todo para derribar a Castrilli y equipo. Algo que no sólo enloda al arbitraje sino también al fútbol chileno y a las famosas reglas del Fair Play que son las que dan sustento a una disciplina deportiva que es seguida por miles de fanáticos.
Hubo una farsa y los responsables tienen que aparecer. Hoy conocemos de dos sindicados por el informe preparado por la ANFP, pero la orquestación debiera arrojar la presencia de otros involucrados.
El fútbol lucha constantemente contra la corrupción, los amaños de resultados y los favoritismos que se han conocido y comprobado en la historia. Y ante este tipo de conductas debe existir sanciones ejemplificadoras y los responsables responder ante los tribunales deportivos y ordinarios.
Todo por el bien de un deporte de los mismos árbitros, dirigentes, futbolistas y sobre todo de los hinchas, seguidores y socios de los clubes, porque si vemos este tipo de conductas quién no dice que existen otras iguales o más reprochables en otros estamentos.