Percepciones políticas
Dra. Francis Espinoza F. Académica UCN
Una semana relativamente plana para la política nacional y local, después de estar de a poco acostumbrándonos a los 'escándalos de la semana'. Estas bataolas generalmente están asociadas a verborreas de los/as ministros/as del actual gobierno que se salen del protocolo, algo que también se observó con creces en el Ejecutivo anterior. Desde una lectura más normativa, Carlos Peña (El Mercurio de Antofagasta, 13/04/2022) precisa que los problemas actuales del liderazgo de Boric y su equipo es que no respeta, en el tiempo, el ejercicio de los actos propios, es decir, borra con el codo lo que escribiera tiempo atrás con la mano. Según Peña, la ciudadanía no tendría por qué entender y evaluar bien que se queme hoy lo que se adoró sólo hace un par de meses. Lo cierto es que tanto en comunicación como en política, una cosa son los dichos y otra las percepciones que la ciudadanía tiene del quehacer político y del comportamiento de quien ejerce la gobernanza de las instituciones del Estado.
Sin duda, las percepciones políticas tienen su componente psicológico-emocional, pero también una materialidad dada por las encuestas. Por ejemplo, la encuesta 429 de Plaza Pública Cadem (que corresponde a la quinta semana de marzo), mostró que la aprobación del Presidente Gabriel Boric disminuyó de 46,5% a 34%. Por su parte, en el instrumento metodológico Pulso Ciudadano, el Primer Mandatario obtuvo también un 34% de aprobación versus el 41% de rechazo, a sólo tres semanas de iniciar su período presidencial, menos de un mes. Lo mismo ocurre con el plebiscito de salida que semana a semana aumenta su porcentaje de rechazo. En varias oportunidades, he comentado que las encuestas constituyen instrumentos propagandísticos que instalan ideas y percepciones en la mente de la gente, pero también son un buen barómetro para medir los climas políticos.
La formación de percepciones políticas ha sido ampliamente estudiada, el profesor estadounidense de la Universidad Emory, Drew Wester, analiza la construcción de lo que llama 'el cerebro político' (Political Brain: The Role of Emotion in Deciding the Fate of the Nation, 2008) y cómo la emocionalidad determina las decisiones en períodos electorales. Por su parte, Manuel Arias Maldonado (La Democracia Sentimental, 2016) se pregunta si somos individuos políticamente racionales o más bien ciudadanos/as sentimentales. Este politólogo español también se cuestionaba si todos los problemas que tenemos con las democracias contemporáneas se deben al efecto del peso de las emociones en los procesos políticos y sociales.
Los medios de comunicación y las redes sociales son armas fundamentales para la construcción de los entornos de percepción política. De hecho, Cristóbal Aguiló (2010) en su tesis de postgrado analiza la percepción de los políticos de los dos grandes conglomerados de aquel entonces, la Alianza por Chile y la Concertación, y su relación con los medios desde lo personal hasta la cobertura mediática. Desde un ámbito más de las ciencias políticas, Peter Bachrach y Morton Baratz ("Two Faces of Power", 1962) se refieren a que la segunda dimensión del poder es la instalación de la 'agenda setting' en la opinión pública, la cual finalmente impactaría en las preferencias de las personas según Steve Lukes (Power, 1974).
La determinación del clima político actual ronda entre al menos tres temáticas concretas: la observación con microscopio de los errores del gobierno de turno, los pasos y decisiones normativas de la Convención Constituyente y la discusión por el retiro del 10% de las AFPs. Si le preguntamos a la gente de la calle sobre cada uno de estos temas, de seguro se escuchará que el gobierno no está dando el ancho, que la Convención está destruyendo el país y la democracia, y que el quinto retiro es justificable porque como dice el Lonko Juan Pichún Collonao, miembro de la CAM (Coordinadora Arauco-Malleco), este gobierno tiene las 'mañas del buey nuevo' (Pauta Libre, 03/04/2022), es decir, está cometiendo los mismos errores de su antecesor.
Sin embargo, todas estas percepciones podrían ser erróneas e instaladas a propósito para mantener el status quo y no hacer las transformaciones sociales que se requieren en el país. Una mirada opuesta podría ser que el gobierno de Boric es 'postmoderno' como me señaló un estudiante en clases (Matías Rivera) y habría que entender sus propias lógicas y tiempos; que cualquier Carta Magna sería mejor que la que tenemos y que la juventud le dará el triunfo al apruebo; y que el sistema de AFPs posee una enfermedad terminal. Sólo hablamos de percepciones políticas que se irán con el paso del tiempo.
"La determinación del clima político actual ronda entre al menos tres temáticas concretas: la observación con microscopio de los errores del gobierno de turno, los pasos y decisiones normativas de la Convención Constituyente y la discusión por el retiro del 10% de las AFP".