Tras poco más de dos semanas de la paralización docente que llevan adelante profesores en Antofagasta, donde actualmente participan 32 establecimientos de la CMDS, y pese a las reuniones sostenidas entre los representantes de los profesores, la intervención de la directiva nacional del Colegio de Profesores y la mesa de trabajo instalada entre la delegación presidencial regional y la municipalidad de Antofagasta, el conflicto se encuentra en punto muerto y con escasas luces de soluciones en el corto plazo.
Más aún luego de la realización de la última asamblea entre los gremios de profesores y los apoderados, celebrada el miércoles, donde se sumaron nuevos puntos al petitorio de las movilizaciones.
Divididos
La presidenta del sindicato de profesores de Antofagasta, Ivette Garecca, explicó que tras la asamblea, donde se invitó a los apoderados, muchos se manifestaron reticentes respecto de la paralización. Situación que cambió, afirma, cuando exhibieron registros del estado de algunos planteles.
"Hubo apoyo de los apoderados que estaban acá. En general, entendieron las razones de por qué nos estábamos movilizando. Les mostramos un video del estado en el que se encontraban algunos establecimientos y se vieron bastante sorprendidos con el estándar en el que sus hijos hacían clases. Ahora bien, también hubo apoderados que se mostraron contrarios a seguir con las paralizaciones, lo que es lamentable, pues no entienden que el no apoyar esta manifestación, es perjudicar a sus hijos. Este no es un paro antojadizo de los profesores porque queremos más sueldo, sino más bien porque las condiciones que hay afectan a nuestra comunidad educativa, a nuestros estudiantes", dijo.
La dirigente agregó que algunos apoderados manifestaron preocupación por mejores espacios para el desarrollo de los estudiantes con necesidades educativas especiales del programa PIE.
Voces de apoderados
La pérdida de clases no es la única preocupación que plantean los padres a poco más de un mes del regreso a la presencialidad.
La falta de seguridad para los alumnos, tanto al interior como fuera de los establecimientos debido a las múltiples peleas y disputas originadas por los estudiantes, además de la falta de un protocolo que entregue mejores directrices ante los casos de narcotráfico y uso de drogas al interior de las unidades educativas, son algunos de los puntos que diversos apoderados agregaron a las demandas.
Así lo expuso Pamela Oyarce Rojas, apoderada del Liceo Industrial al explicar que, ante la ausencia de un mejor protocolo y la falta de inspectores de patio con la que comenzaron este año los establecimientos, hoy es mucho más sencillo para algunos estudiantes generar situaciones conflictivas o incluso, vender algún tipo de droga al interior de la unidad escolar.
"Algo que nos preocupa mucho es el microtráfico", sostiene Oyarce "dentro de algunos establecimientos. Como faltan docentes, auxiliares e inspectores, los jóvenes hacen lo que quieren, y no se puede hacer nada. Son 80 docentes para los más de mil alumnos que hay en un liceo", precisó.
Acotó que "no queremos que salgan esposados porque estaban vendiendo droga o porque llevaron armas blancas, no. Queremos que haya más inspectores y figuras de autoridad que hagan que no sea tan simple el tema de la droga al interior de los establecimientos, algo que se ha normalizado mucho en este regreso a clases".
Pérdida de clases
Consultada respecto al tiempo de clases perdido la apoderada manifestó su desazón por cuanto, durante los últimos tres años, el proceso aprendizaje de los alumnos ha estado lleno de dificultades y deficiencias.
"Mi hija va en cuarto medio y la preparación que ha tenido ha sido horrible, no llegan ni al 50% de los contenidos. Todos los apoderados queremos que nuestros hijos vuelvan a clases, pero la seguridad y el ambiente para hacerlo, no están, por eso apoyamos este paro", dijo.
Una opinión similar manifestó María José Toledo, parte de la directiva Liceo Comercial y apoderada también de la Escuela D-72 Ljubica Domic, al manifestar que aun cuando hay preocupación por la pérdida de clases, e independiente de los planes de recuperación a fin de año, el hecho que los profesores no cuenten ni con las herramientas, ni la infraestructura adecuada para desarrollar sus clases son elementos suficientes para mantener las movilizaciones.
"Yo entiendo el paro que están llevando adelante los profesores. Mi hijo comentaba que en la sala no tienen el espacio suficiente para tener estantes o cosas básicas que le permitan implementar un ambiente mejor. No tienen un comedor donde alcancen todos los estudiantes. Sí, nos preocupa la pérdida de clases, pero lo más importante es que haya calidad en la educación que los maestros están entregando, y mientras no estén esos recursos básicos, es imposible que los chicos puedan tener un buen aprendizaje", manifestó.
Toledo, manifestó su preocupación por los altos riesgos asociados a la convivencia escolar con el retorno a la presencialidad.
"Hay niños que se pelean dentro del colegio, y que después los van a buscar con cuchillos y pistolas. La droga está presente a toda hora. Y todo se hace a la vista y paciencia de los mismos alumnos", sostuvo.