De aspirante al Senado a prófuga de la justicia, el desplome de la "Señora K"
PERFIL. Este medio consultó con personas que trabajaron con ella en el municipio y amistades que conocieron en profundidad el estilo y gestión de la exjefa comunal.
Su rutina siempre era la misma. Se levantaba temprano, alimentaba a sus gatos, se comía al menos un huevo y preparaba sus colaciones para el día. A las 07:00 horas ya estaba instalada en el municipio, leyendo los titulares de prensa y reuniéndose con su jefe de gabinete.
El trabajo comunicacional era importante, sobre todo para elevar su figura a nivel nacional. ¿Su aspiración? Lograr un puesto como senadora. Por lo mismo, su nombre en el municipio, las fotografías, su marca KR, los colores rojos en cada acto de su gestión, eran relevantes. De hecho, era una de las órdenes que recibían las personas que ella tenía a su cargo.
La idea era estar en la palestra. Era muy difícil que pasara desapercibida pues si había cámaras en una pauta de limpieza de calles, ella tomaba una escoba y se ponía a barrer la calle con el personal del departamento de Aseo. ¿La idea? Que la imagen estuviera en los noticieros.
El trabajo de su equipo de prensa era tan intenso que sus periodistas debían tener turnos pues solían terminar las actividades pasadas las 22 horas.
Uno de los consultados para esta nota, indicó que la exautoridad no escatimaba en solicitar lo que fuera a sus trabajadores, desde tomarle la cartera hasta escribir oficios. "Era muy trabajólica, quería tener todo rápido. Ella de verdad quería a la ciudad", indicó una fuente cercana a este medio.
"Ella siempre trató de posicionarse en todo porque le interesaba salir en las portadas. Sabía cómo funcionaba el juego político, ejemplo claro era su rivalidad con Paulina Núñez. Sabía lo que tenía que hacer para conseguir una entrevista con un periodista o ser titular del diario", comenta otro entrevistado.
Tanto le interesaba aparecer en los medios que para la lectura del fallo de La Haya respecto a la demanda marítima presentada por Bolivia contra Chile, Rojo realizó un "banderazo" donde fueron invitados diferentes dirigentes vecinales. Al lugar llegaron todos los medios nacionales y locales. Sin duda no pasó desapercibida.
Su personalidad
Uno de los puntos que fueron más tocados en las entrevistas con las fuentes consultadas para esta nota, fue la personalidad de Rojo, quien -según los testimonios recabados- era testaruda, llevada a sus ideas y quienes la cuestionaban debían sufrir sus ataques de ira.
Carolina Aguirre fue jefa de Organizaciones Comunitarias de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) y rompió todo lazo con Rojo durante la previa de la campaña para las elecciones municipales de octubre, debido a una ruptura en su relación de amistad y profesional. Esto, luego que Aguirre decidiera no apoyarla en su campaña en 2016 por el vínculo de cariño y amistad que tenía en ese entonces con su contendor, Manuel Rojas.
"Ella era muy arrebatada", indicó en una entrevista anterior con SoyAntofagasta.cl. También indicó que pese a que muchas veces se le aconsejaba que tomara otras decisiones, ella se empeñaba en hacer lo que ella creía correcto. "Nadie podía hacerla entender", dijo.
Carolina contó que cuando su amistad se quebró, Karen Rojo, hizo un "escándalo macabro". "Se puso a llorar, tiró las cosas, me dijo que era desleal, mala amiga y mala persona. Me tiró todo en cara y me preguntó por qué lo iba a apoyar a él y no a ella. Y yo me paré y me retiré del lugar", sostuvo en una entrevista anterior.
Otra persona que vivió momentos complejos con Karen Rojo fue la exconcejala Doris Navarro quien relató que "ella tenía como una doble personalidad. Era muy déspota. Trataba de opacarme en las preguntas que yo hacía, siempre quería dejarme de tonta. Una vez se puso a reír porque yo había pronunciado mal un apellido. De hecho, una vez me amenazó y me dijo que me las iba a ver con ella".
"A ella le molestaba la gente adulto mayor. Ella si tenía que hacer valer su personalidad lo hacía. Una vez llegué a una reunión y me dijo 'usted qué hace acá' y eso a una lo descoloca. Yo nunca fui a su oficina y todo lo pedía por oficio o puntos varios. Era muy caprichosa y llevada a sus ideas", agregó.
Su vida y lujos
Mientras era alcaldesa logró comprarse un auto de lujo, un BMW. También logró un crédito hipotecario y se compró un departamento de más de $200 millones en los Jardines del Sur y se realizó notorias cirugías estéticas. "Pese a eso, ella era muy austera. De hecho, yo creo que debe tener muchos millones ahorrados porque no era ostentosa. Tenía una vida cara, sí, pero por el cargo que tenía, en ningún caso para alardear", indicó una fuente cercana a la exautoridad.
Uno de los puntos fuertes de su día a día eran los concejos municipales y las reuniones con los directores de departamento pues en esos momentos demostraba cómo funcionaba su gestión. "Terminaba una pauta y si veía el pasto seco en alguna parte, llamaba a la dirección que correspondía y ponía a la gente a trabajar. Ella era así, nunca estaba quieta. En las tardes por ejemplo, se reunía con los dirigentes o iba a reuniones hasta tarde, al otro día de nuevo temprano en el municipio y todos debíamos estar al ritmo de ella", dice la misma fuente.
Los días difíciles
Uno de los momentos más complejos de su gestión fue cuando tuvo que enfrentar la querella en su contra tras la contratación de los servicios de Main Comunicaciones para posicionar su figura en las elecciones de 2016. Todo ello pagado con platas de Educación y Salud de la Corporación Municipal de Desarrollo Social por un monto de más de $24 millones.
"En ese momento todos nos vimos afectados de alguna u otra forma. Testificar en un juicio, hablar con Contraloría, todo fue muy expuesto. Sin embargo, ella siempre fue más mente que corazón, entonces nunca demostró si le afectaba emocionalmente el tema. Era muy fuerte en ese sentido", dice otro entrevistado.
"Era un tema que se hablaba como cualquier otro pero nunca en profundidad. Se tocaba pero ella no emitía palabra alguna. De hecho, siempre la instrucción era que ella no se iba a referir al tema y que hablaran con sus abogados. Nunca nerviosa ni nada", dice otro consultado.
Pese a ello, Rojo insistía a sus cercanos que ella no iba a ser el ícono de la corrupción y que pena era "exagerada".
No fue el único problema grave de probidad y negligencia en su administración. Las mochilas rojas escolares compradas sin licitación previa, el caso de la contratación de un familiar para la mantención de los sillones dentales y los problemas con contratos e indemnizaciones a empresas demandantes -como el caso Global Service- marcaron al municipio y significaron pérdidas millonarias a las arcas públicas.
La fuga
Ninguno de los cercanos a Rojo que fueron entrevistados para esta nota dijo tener información sobre su paradero. Pese a ello, aseguraron que sienten pena por lo sucedido pero que no les sorprende porque su personalidad es así.
"Es Karen Rojo siendo Karen Rojo", dice uno de ellos.