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Topáter: protagonistas, caídos y consecuencias del primer combate de la Guerra del Pacífico

ANIVERSARIO. A 143 años de la justa de Calama, explicamos con qué elementos un contingente de 150 civiles calameños y sampedrinos hicieron frente a un contingente militar superior a 500 soldados chilenos.
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"Una arroba -correspondiente a un cuarto- de azúcar, una arroba de arroz, 20 libras de fideos, 30 libras de charque, un quintal de papas, 10 libras de sal, dos barriles de pan desharinado, un quintal de cebolla, cinco kilos de café negro, 10 amarros de tabaco, 23 amarros de papel de hilo, 10 cargas de abril de agua para tomar, 20 arrobas de pasto y cebada para los caballos. Dos turriles (barriles, en Bolivia) de pólvora, y un revólver".

Lo anterior corresponde una lista enviada por el héroe boliviano Eduardo Abaroa a Ladislao Cabrera, enumerando parte de los pertrechos con los que contarían los aproximadamente 150 milicianos que defenderían Calama ante un inminente ataque chileno.

Había transcurrido poco más de un mes desde que fuerzas enemigas ocuparan el entonces puerto boliviano de Antofagasta el 14 de febrero de 1879, disponiéndose como próximo objetivo la toma de Calama, un importante oasis de conectividad entre Oruro y la costa.

El enfrentamiento finalmente se dio el 23 de marzo en los vados de Topáter, siendo este el primer enfrentamiento de la Guerra del Pacífico y que a la pasada, dio a Calama el día de su aniversario. A 143 años de este suceso, aquí los pormenores de los caídos chilenos y los defensores bolivianos de aquella jornada.

Organización

Eduardo Abaroa, máximo héroe altiplánico de la Guerra del Pacífico nunca fue militar, sino un apacible empresario agrícola nacido en el entonces boliviano poblado de San Pedro de Atacama.

De 41 años al iniciarse la guerra, dispuso de sus recursos para armar la resistencia de su país -ya sea en Caracoles o Calama-. Para ello organizó dicha línea con el abogado Ladislao Cabrera.

Es en este contexto donde envía los pertrechos citados al inicio de esta nota, escritos en una carta a Cabrera fechada el 18 de marzo -cinco días antes del combate- y que hoy se preserva en el museo privado de la empresa FCAB en Antofagasta.

Finalmente las tropas chilenas llegan a Calama la madrugada del domingo 23 de marzo. Entre pastizales del sector oriente de la ciudad -desde donde se ingresaba por el expoblado de Caracoles, donde estaban acantonadas las tropas chilenas- esperaban prestos al ataque un contingente de unos 150 civiles bolivianos, entre los que aguardaban Abaroa y Cabrera.

Combate

El investigador histórico militar Rafael Mellafe da cuenta del porqué Chile decidió iniciar el primer ataque en Calama al iniciarse la Guerra del Pacífico (tras la pacífica ocupación de Antofagasta).

"Calama en una época era un nodo de caminos. Ahí llegaban los caminos que venían de Bolivia y Argentina. Por ahí transitaba ganado y los caminos que van hacia San Pedro de Atacama. Pero además, salían caminos que iban hacia Caracoles, hacia Antofagasta y hacia el norte. Entonces, era un núcleo muy importante de ser controlado. Esa es la importancia estratégica que tiene Calama como punto", explica.

Las tropas son recibidas a tiros por los milicianos que se hallaban guarecidos entre los altos pastizales del vado. Los primeros en caer fueron los soldados del escuadrón cazadores a caballo, quienes al ir montados, se presentaban como mejores blancos ante los defensores.

El combate se disgrega en al menos tres puntos, siendo el más encarnizado en el sector de Topáter, donde los soldados chilenos debieron improvisar un puente para cruzar el río. En medio de la refriega perdió la vida Eduardo Abaroa, quien luego de ser herido y conminado a rendición por los chilenos, expetó su inmortal "que se rinda su abuela, carajo". Una ráfaga de tiros lo despedazó en el acto.

No se tienen datos fidedignos de los civiles bolivianos muertos en el combate, puesto que no fueron contabilizados. Muchos de ellos quedaron tendidos sobre los pastizales muchos años después del combate, incluso hallándose sus osamentas ya entrado en siglo XX. Unos, incluso con revólver entre sus falanges.

Los atacantes terminaron por apoderarse de Calama, siendo este el primer triunfo chileno de la Guerra del Pacífico. Pero la victoria costó al Ejército los primeros mártires de un conflicto que se prolongaría por cuatro años.

En el libro "Los que no volvieron. Los muertos de la Guerra del Pacífico", del investigador militar Mauricio Pelayo, enumera quienes fueron los soldados que ese día fueron abatidos por la resistencia boliviana.

"Regimiento cazadores a Caballo: Carlos Fernández, Feliciano Farías, José O. Quiroga, Rafael Ramírez, Belisario Rivadeneira, Facundo Rojas, José E. Sepúlveda y José de la C. Vargas. Segundo de Línea: Cirilio Albornoz".

Consecuencias

Este fue el único combate donde fuerzas chilenas se enfrentaron con bolivianas en el curso de la guerra (Tambillo fue una gresca) puesto que las demás grandes batallas se dieron en los entonces territorios peruanos de Tarapacá, Tacna, Lima y la Sierra.

Al respecto el historiador e investigador boliviano Maurice Cazorla cuenta que Topáter "tiene un hondo significado, histórico, no por el hecho de que si bien se había desarrollado lo que fue la ocupación chilena en Antofagasta, Calama viene a ser la defensa estricta del territorio, por el hecho de que todos los que vivían allá eran bolivianos de nacimiento: eran de San Pedro de Atacama, eran del departamento de Cobija, y estaban más vinculados justamente con el departamento de Potosí".

Asimismo agrega que "para nosotros tiene un hondo significado por el hecho de que fueron en su mayoría civiles que se concentraron precisamente en Calama, evitando en realidad lo que suponían que el ejército de Chile iba a subir, hasta los lípez inclusive".

Por su parte, su par chileno Rafael Mellafe explica que "en Calama, aquel 23 de marzo, se enfrentaron las fuerzas militares chilenas contra civiles. No había fuerza militar boliviana. Por tanto, ya desde ese punto, tú te das cuenta que no tiene ninguna trascendencia estratégica, sino que tiene una trascendencia práctica que fue la tropa del poblado. Esa es una diferencia".