Idea de "tercera opción" en plebiscito de salida divide a políticos regionales
POLÍTICA. Actores externos a la Convención han propuesto agregar otra alternativa diferente al Apruebo o Rechazo, lo que implicaría una reforma constitucional desde el Congreso.
Apruebo o Rechazo. Estas son las alternativas que aparecerán en la papeleta en el plebiscito de salida para el proceso constituyente. Las mismas que se utilizaron para darle inicio en 2020, y el que dio el vamos a instalar la Convención Constitucional, para redactar una nueva propuesta de Constitución.
Sin embargo, en el último tiempo, voces tanto del mudo político como desde la academia, han comenzado a levantar la idea de establecer una tercera opción, y no estrechar a solo dos ítems el voto.
La misma Comisión de Venecia recomendó lo anterior, en su informe final. Según consignó El Mercurio la semana pasada, el organismo planteó que "si se ofrece la posibilidad de una tercera opción, debería ser a través de compromisos políticos de los actores políticos relevantes para llevar a cabo una reforma genuina después del plebiscito, en lugar de cambiar los términos del proceso de revisión formal en esta etapa".
Al respecto, el convencional Hernán Velásquez (FRVS) enfatiza que "lo que he escuchado en términos generales, la verdad es que a nosotros no nos parece mucho. Más bien eso es una alternativa que viene desde afuera desde la constituyente. Nosotros pensamos al interior que sí es posible resolver, por un lado, la premura del tiempo, y la disposición que eso significa para alcanzar acuerdos".
Sin embargo, el convencional Pablo Toloza (UDI) explica que "este es un tema que se ha estado analizando hace bastante rato atrás. En el sentido de que es evidente que en el plebiscito de entrada la mayoría del país, cerca del 80%, votó a favor de un cambio constitucional. Pero también hay una opinión de varios, por no decir mayoritaria, de que la Constitución que actualmente se está redactando, no sería del agrado de la mayoría de los chilenos, por una serie de normas y articulados que se han ido aprobando".
Por lo anterior, añade el constituyente gremialista, "surge esta idea, planteada por distintos actores, de que podría establecerse una tercera vía -que tendría que ser una modificación constitucional-, clarificando que el rechazo a la nueva propuesta constitucional no es necesariamente que no haya una modificación constitucional. Es un rechazo única y exclusivamente respecto a la propuesta de nueva Constitución que se está haciendo".
Congreso
Como sea, tal como explica Toloza, para habilitar una tercera o más alternativas en el plebiscito de salida, se debe realizar una reforma constitucional desde el Congreso, lo que requeriría un alto quórum sobre los dos tercios.
¿Qué opinan en el parlamento? Al igual que los convencionales consultados, los ánimos están divididos, con la oposición planteando la alternativa de buscar un "plan b" al plebiscito de salida. Mientras que el oficialismo apela a dejar que el organismo constituyente prosiga con su trabajo de redacción.
La senadora Paulina Núñez (RN) comenta que "siento y he visto que la discusión no se ha dado como esperábamos". Señala que "hay mucha norma aprobada en comisión que después en el pleno se rechaza casi por unanimidad, lo que demuestra que se requiere una salida que nos permita tener cambios sin que eso ponga en riesgo la estabilidad del país. Esto debe ser un avance y no un retroceso. Hay que hacerlo bien".
Coincide en este punto el diputado José Miguel Castro (RN): "Me parece interesante es que podamos dar alternativas a la pérdida de tiempo y de recursos que están generando hoy en día la Convención Constitucional. Cuando uno escucha que, de 96 propuestas, se rechazan en el pleno 93, quiere decir que hay una pérdida de tiempo tremenda, y donde se quieren imponer miradas ideológicas en algo que debiera unirnos a todos".
"Frente a eso, y entendiendo que el Rechazo per se es una especie de inmovilidad, creo yo que podría ser una alternativa atractiva el proponer cierta salida para que, de esta forma, poder avanzar en los temas que Chile requiere y necesita, para empezar a crecer de nuevo", sostiene Castro.
Su par en la Cámara, Catalina Pérez (RD), no obstante, recalca que "hay que dejar que la convención haga su trabajo de manera autónoma y que sigan avanzando en la redacción del texto constitucional. Los que no quieren cambios están esmerados en ensuciar este proceso legítimo y democrático. Será la ciudadanía la que decida si quiere o no este nuevo texto constitucional. Nunca ha estado sobre la mesa una tercera alternativa".
Misma opinión tiene el diputado Jaime Araya (independiente- cupo PPD). Precisa que "tenemos que ser muy respetuosos de la autonomía y del trabajo de la Convención Constitucional, por lo tanto, me parece que corresponde a quienes integran dicha instancia de deliberación política el decidir si es pertinente o no, abrir este tipo de debates".
Finalmente, el senador Esteban Velásquez (FRVS) acota que "no me parece viable una tercera opción en el plebiscito. Me parece que, después de todo este proceso social, ciudadano, que ha ocurrido en los últimos tres años (…), la ciudadanía debe tener mucha claridad en pronunciarse si está de acuerdo con una nueva Constitución, o no está de acuerdo. Me parece que son dos las opciones que debe contemplar el plebiscito".
Expertos
Para los expertos, sin embargo, técnicamente agregar otra opción a la papeleta es viable. Para el Francisco Zambrano, abogado experto en materia constitucional de la Usach, esto "es absolutamente factible y requiere de una reforma constitucional, dado que el plebiscito de salida está regulado en la Constitución".
"Sobre las opciones que existen, se puede identificar una segunda papeleta para encomendar a la misma Convención la revisión de su texto; elegir a nuevos convencionales para que revisen y propongan un nuevo texto; o cerrar el proceso constituyente sin nueva constitución", explica el académico. Y añade otra vía: "sin necesidad de otra papeleta, que el Presidente y el Congreso acuerden y propongan un nuevo texto".
Diego Gil, académico de la Escuela de Gobierno de la UC, acota que esta reforma "es jurídicamente posible, aunque difícil lograr un acuerdo que permita agregar una tercera opción al plebiscito de salida", dado a que implica un gran acuerdo desde ambas cámaras.
"No me queda del todo claro que agregando una tercera (o eventualmente una cuarta) opción va a lograr el efecto que se desea, que imagino es que ciudadanos y ciudadanas tengan una opción alternativa a elegir entre la Constitución de 1980 y un nuevo texto constitucional que muchos consideran, leyendo lo que se propone y se ha votado hasta ahora, se ha ido alejando de las preferencias de la mayoría de chilenos y chilenas", precisa el académico.
Y concluye: "El efecto puede ser precisamente lo contrario: fragmentar las preferencias en vez de agregar preferencias. De alguna manera un plebiscito con solo dos alternativas es un fuerte incentivo a que la Convención entienda que no puede proponer un texto que muchos vean como 'partisano'".
"A nosotros no nos parece mucho (agregar una tercera vía). Más bien eso es una alternativa que viene desde afuera desde la constituyente".
Hernán Velásquez, Convencional (FRVS).
"Hay una opinión de varios, por no decir mayoritaria, de que la Constitución que actualmente se está redactando, no sería del agrado de la mayoría de los chilenos".
Pablo Toloza, Convencional (UDI).
"Es jurídicamente posible, aunque difícil lograr un acuerdo que permita agregar una tercera opción al plebiscito de salida".
Diego Gil, Académico de la Escuela, de Gobierno de la UC.