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La importancia de la desalación

Ya no es posible depender del agua continental para el consumo humano y esto quedó demostrado con la última emergencia climática provocada por las lluvias. La emergencia pudo ser mayor y es urgente ir pensando esto a futuro y una solución es contar con más desaladoras, como se está viendo en otras partes del país que sufren los efectos de una sequía que lleva más de una década.
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La comuna de Antofagasta vivió una emergencia sanitaria debido a que un porcentaje importante de su población se vio afectada por un prolongado corte en el suministro de agua potable, debido al daño que sufrió el sistema de tuberías por la última lluvia. La empresa sanitaria debió instalar puntos de reparto mientras se reparaban los kilómetros de cañerías que fueron desplazadas por la fuerza del agua que se deslizó desde lo cerros.

Fueron los propios ejecutivos de la empresa y autoridades que recordaron que la emergencia pudo ser peor si en la actualidad no existiera el abastecimiento mixto, agua de cordillera y desalada, ésta última cubre una parte importante de la población.

Claramente no es necesario mirar hacia atrás, pero sí reconocer que en la región se debe avanzar en tener más plantas desaladoras que puedan surtir a las distintas comunas. La realidad climática nos obliga a pensar de ese modo, porque nuevas lluvias seguirán en los próximos años y habrá nuevos cortes en el sistema de aducción o en el mismo lugar de las bocatomas.

En esta ocasión Antofagasta fue la afectada con la suspensión del suministro de agua, no obstante hay otras como Calama que dependen absolutamente de la captación de agua continental y puede que a futuro sufra problemas.

La emergencia pudo ser mayor y es urgente ir pensando esto a futuro y una solución es contar con más desaladoras, como se está viendo en otras partes del país que sufren los efectos de una sequía que lleva más de una década.

Y esta tarea no tiene que estar suscrita solo para la extracción minera, es necesario que se siga propiciando para el consumo humano. En la actualidad hay proyectos vigentes, los que tienen que seguir el conducto legal y de ser aprobados pueden ser una solución para lo que sabremos se repetirá cada año con lluvias más intensas y en pocas horas.

Estamos a tiempo para reaccionar y no sufrir los efectos del cambio climático que ya está presente entre nosotros. Hay que convivir con ellos asumirlos como parte de lo habitual y prepararnos.

En este sentido, y demostrado, la desalación de agua de mar se convierte en una de las mejores alternativas para mitigar el impacto de este nuevo escenario climático.

Nuestros compromisos en el Día Mundial del Agua

"Hacia 2025 proyectamos que alrededor del 90% del agua para nuestra producción de cobre será de origen marino o recirculada". Jorge Araneda, Gerente de Asuntos Públicos Norte de Antofagasta Minerals
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Los embates del cambio climático, tan anunciados en la última década, ya se hacen presentes en diversos ámbitos de la realidad en Chile. En materia de agua, la escasez del recurso en la zona centro y norte del país tiene una manifestación climatológica de sequía extrema desde hace 13 años.

La publicación "Escasez Hídrica en Chile: Desafíos Pendientes", de la Organización de Naciones Unidas -misma institución que impulsó el Día Mundial del Agua-, enumera siete causas del fenómeno: el cambio climático; la actividad productiva; una gestión no integrada de los recursos; falta de infraestructura; un marco legal poco explícito; dispersión institucional; y uso limitado de datos para la toma de decisiones.

El manejo eficiente del agua ha sido siempre prioritario en la gestión de Antofagasta Minerals dado que tres de sus cuatro operaciones se sitúan en el desierto de Atacama y la cuarta, Los Pelambres, en una zona afectada por una prolongada sequía. Por ello, y con el fin de resguardar la disponibilidad del recurso hídrico para nuestras Compañías, las comunidades y el medio ambiente, disponemos de una Política de Agua alineada con el Marco de Gestión del Agua del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM), a través de la que nos hemos comprometido a incrementar la eficiencia hídrica y reducir progresivamente el consumo unitario de agua, buscando fuentes alternativas y soluciones tecnológicas innovadoras que impulsen la eficiencia, recirculación y reúso del agua.

De esta forma, hacia 2025 proyectamos que alrededor del 90% del agua para nuestra producción de cobre será de origen marino o recirculada.

En el caso de nuestras operaciones en la región de Antofagasta, ya en la década del '80, fuimos pioneros en el uso de agua de mar sin desalar con Minera Michilla. Hoy el 86% del agua que utiliza Centinela proviene de agua de mar sin desalar, número que llega al 96% en Minera Antucoya. Además, Minera Zaldívar, recircula cerca del 90% del agua de su operación y esperamos al 2031 disminuir a cero su consumo de agua continental.

Sabemos que el futuro está no sólo en reducir nuestros costos operativos y administrar eficientemente el recurso hídrico en las cuencas donde operamos, sino también en colaborar para un manejo medioambientalmente responsable y sustentable del agua, trabajando con las comunidades locales en torno a sus requerimientos en esta materia.

Para ello compartimos e intercambiamos conocimientos con ellos para co-construir un enfoque común, apoyamos con recursos sus esfuerzos para adaptarse a esta nueva realidad, e informamos sobre nuestro desempeño y resultados. Sabemos que además se vienen cambios importantes en materia constitucional y legislativa, existen buenas experiencias y avances que pueden servir de base para construir juntos un futuro mejor.

Pensar en el futuro

"La pandemia del covid nos dejó un desafío, aprender como país no solo a enfrentar lo urgente, sino que también a reconocer lo importante".
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Chile es un país único, nuestra idiosincrasia se ha construido a partir de distintos determinantes, en especial los relacionados con desastres y catástrofes. Como sociedad nos hemos adaptado a enfrentar la adversidad con ingenio, solidaridad, humor y disciplina. Cuando surge un evento de gran escala, el país se paraliza y los recursos se movilizan, así ha sido con terremotos, inundaciones, aluviones, accidentes mineros y, hace dos años, con la pandemia del covid.

Debemos reconocer el gran despliegue que muchos realizaron para que el país siguiera adelante en plena pandemia. Reflejo de lo señalado son los altos porcentajes de población vacunada, el incremento de camas críticas, el despliegue de nuevos programas de ayuda social y la continuidad de los existentes, la rápida conversión de la educación hacia medios digitales y muchas otras situaciones que como sociedad logramos. Pero no nos engañemos, el sistema chileno de protección social pasó la prueba a duras penas y las secuelas son múltiples. Nuestra salud mental se resintió o terminó de capotar con el estrés vivido.

La salud mental no se logra por azar, sino que es producto de múltiples condiciones que debemos favorecer y observar. La Ley de Salud Mental, N° 21.331, publicada el 11 de mayo de 2021, es un gran paso, el primero de muchos, pero para materializar lo que esta normativa propone nos faltan médicos generales, psiquiatras adultos, psiquiatras infanto juveniles, psicólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, enfermeras, técnicos paramédicos y educadores.

Este déficit de profesionales, y en especial de especialistas, no ha sido resuelto desde el nivel central. Han sido las universidades regionales las que, a través de los programas de formación, han nutrido la red local de salud con capital humano capacitado.

En nuestra región la Universidad de Antofagasta ha sido señera, con más de 4 décadas formando profesionales de salud, y desde 2021, a través de un proyecto del gobierno regional, a médicos especialistas en psiquiatría adultos.

Parte de la formación de los futuros psiquiatras de adultos de la región ha sido posible por la existencia de nuestro hospital universitario. En este recinto asistencial desde el año 2020 se levanta el único centro universitario docente de salud del Norte Grande, que brinda formación de pre y posgrado, y provee de atención de especialistas la comunidad a través de convenio con Fonasa.

La pandemia del covid nos dejó un desafío, aprender como país no solo a enfrentar lo urgente, sino que también a reconocer lo importante y pensar en el futuro, aportando los profesionales y especialistas que nuestra región necesita… esa es la meta de la Universidad de Antofagasta y su Hospital Clínico.

Dr. Luis Barra

Psiquiatra Hospital Clínico UA