Especialistas en salud mental analizan ola de agresiones por convivencia escolar
SALUD. Largos periodos de confinamientos, restricciones y falta de interacciones sociales explicarían en parte el aumento de agresiones y conflictos entre las comunidades escolares de la región.
Ya sea en Santiago, Antofagasta o Concepción, los hechos de violencia registrados en redes sociales durante los últimos días se repiten entre estudiantes secundarios. Diversos profesionales del área de la salud mental consultados, coinciden en que el fenómeno es parte de un proceso de readaptación al sistema, después de dos años de pandemia, que vivieron, prácticamente, confinados.
Una readaptación obligada que, después de cuarentenas obligatorias y otras medidas de restricción, es vista todavía con temor por parte de algunas personas, puesto que se vuelve a socializar en espacios limitados, asumiendo riesgos que, por mucho tiempo, se intentó evitar. Eso, explica Gerardo Soto, sicólogo clínico y jefe de la carrera de sicología de la U. Santo Tomás, hace que las personas actúen a la defensiva en esta readaptación.
"Nosotros, como seres humanos, al ser animales de hábitos, tendemos a construir zonas de confort y a pesar del contexto de pandemia, todo el movimiento que hemos visto a nivel mundial, generó que tuviésemos que adaptarnos muy rápidamente. Las clases online, las cuarentenas, restricciones sociales, etc. Y después, pasado un tiempo, alrededor de dos años, nuevamente tenemos que volver a readaptarnos y eso genera una reacción de estrés en una persona. Si liberamos a un ratón después de haberlo encerrado y estresado por mucho tiempo, obviamente su conducta sería mucho más a la defensiva, no sé si más violenta, a veces las respuestas son violentas, pero mi impresión desde lo clínico, es que esto viene gatillado más por una respuesta defensiva, que no quita que pueda ser violenta", dijo.
Agregó que "la gente en su mayoría está con temor, miedo, algo que escucho en la oficina, con los alumnos, que les tienen miedo a cosas cotidianas como la micro, las filas, la proximidad en la sala de clases y eso, de alguna manera, se traduce en lo que hemos visto. Tenemos alumnos que están más a la defensiva que otros".
"niños pandemia"
Una visión similar manifestó el psiquiatra Rafael Bannura, al sostener que si a lo anterior, se le suman los elementos estresantes, propios del inicio de clases, el contexto actual de pandemia, la inflación económica y otros, se conjugan muchos factores potencialmente estresantes tanto a nivel colectivo, como individual.
"A nivel escolar, ha sido complejo. Pacientes me han mencionado el concepto "niños pandemia" refiriéndose al hecho de que sus hijos e hijas, por el Covid-19, estuvieron fuera de las aulas por 2 años y ahora el retorno a clases presenciales ha sido difícil".
"Ciertas dificultades conductuales - agrega el especialista- se han observado entre compañeros, por temas como distanciamiento físico, uso de mascarillas, convivencia, entre otros. Algunos estudiantes han cursado con síntomas ansiosos, lo que ralentiza la adaptación a esta nueva realidad tanto a nivel educacional primario, secundario como de estudios superiores", dijo.
"A nivel familiar hay cierta tensión entre miembros como consecuencia del escenario actual. Las distancias que se deben recorrer diariamente para desplazarse desde y hacia el hogar, para, por lo general, regresar ya de noche, fatigados, cansados, sin mucho tiempo de esparcimiento ni pensar o disfrutar del día vivido. A dormir y volver a empezar. No es la dinámica recomendable, sin embargo, es la que probablemente muchas familias estén teniendo el día de hoy", manifestó.
Alternativas
Agregó que hay varias maneras para mitigar estos efectos y mantener una mejor salud mental, requieren de tiempo y dedicación.
"Deberíamos mantener una rutina diaria. Utilizar el dormitorio solo para dormir e intimidad. Favorecer las relaciones sociales, realizar ejercicio físico con regularidad. Alimentarse de manera sana y balanceada, tomar dos litros de agua al día, evitar el consumo de alcohol, cigarro y drogas ilícitas. Promover instancias lúdicas a nivel escolar, laboral y familiar, entre otras".
Sobre el punto, el psicólogo Néstor Maizares del Pino, explicó lo más importante es fortalecer el autocuidado, y si fuera necesario, apoyarse en un centro de salud para mejorar la convivencia escolar.
"El poder resolver de manera adecuada los conflictos, la empatía y respeto, deben ser reforzados para evitar las acciones violentas entre ellas el acoso escolar o bullying, dentro y fuera del establecimiento escolar. Idealmente se debe reforzar el desarrollo de estrategias que permitan regular los impulsos, desarrollando la autoconfianza, mejorar la autoestima, y asertividad, lo que permitirá que las personas enfrenten de mejor manera actos riesgosos en comunidad", dijo.