Nuevos rucos reaparecen a horas del operativo de limpieza del municipio
"Para vivir en la calle, hay que llevar siempre lo puesto -ropa-, un perro, un cuchillo y una carpa". El Michael es de pocas palabras, como su pareja, quien vive a unos metros de él, en una segunda carpa. Ambos ocupan el pasillo ubicado al frente del helipuerto del paseo del Mar. Frente a ellos, hay una breve muralla, rocas y el mar que se extienden como alfombra hasta el horizonte.
Michael reconoce que habita hace dos meses en ese pasillo de uso público. Afirma que el lugar es perfecto para vivir, porque nadie pasa por ahí. Le aclaro que nadie se atreve a pasar por ese pasillo ni de día, ni menos de noche. Levanta los hombros en señal que no le interesa.
El martes, por la mañana, un operativo de aseo de la municipalidad le llevó al Michael todos los bártulos que hasta ese momento había acumulado. Relata que la actividad fue con "cuática" pues participó Carabineros, y que tuvo como guinda de la torta la presencia de un helicóptero.
"Sólo ver el helicóptero nos espantó a todos. Pensé que nos llevarían en el helicóptero y nos lanzarían al mar", dice en tono de broma. Lo claro es que le llevaron todo lo visible. La pregunta que surge es cómo a las pocas horas, regresó él con su pareja, y otras personas en situación de calle, que habitan en los alrededores, y nuevamente se instalaron en los mismos lugares, pero con nuevos "rucos".
La pareja de Michael afirma que no es difícil conseguir las cosas para armar un ruco, a excepción de las carpas.
"Nosotros trabajamos por el sector, limpiando autos o en lo que sea. Los cartones los conseguimos, ahora se ha puesto más frío en la noche y se hacen necesarios. Las personas en ese sector le sobran las cosas; así que muchas veces buscamos en la basura y nos encontramos con buenas sorpresas. La comida se consigue en la calle, pero no comemos mucho. Y parar transportarnos utilizamos el carro de supermercado. Estamos acostumbrados que nos echen para luego regresar y así sucesivamente", indicó.
Afirma que lo hecho por la municipalidad fue más que nada una limpieza, que hasta los beneficia, reconocen, porque se llevaron lo viejo. "Nosotros continuáremos acá. No molestamos a nadie", dice.
Unos metros más al sur, se encuentra el ruco de una mujer conocida como "la señora de los perros". Ella mantiene una serie de canes. Los perros son bien conocidos en el sector por su temperamento impredecible en desmedro de quienes pasan en bicicletas.
En el caso de la "señora de los perros", también el operativo le llevó sus cartones y enseres. Ayer, durante la mañana, ella ocupaba el mismo lugar donde está desde hace algunos años con sus animales. No quiso hablar pues pensó que éramos de la municipalidad, sin embargo, pidió que le llevaran comida a sus canes.
Playa Paraíso
Cabe señalar que al respecto, durante el pleno del concejo comunal, el alcalde Jonathan Velásquez señaló que "ayer fui detrás del Líder y había muchos niñitos. Íbamos a hacer un desalojo, pero al final terminamos haciendo una limpieza y no sacamos a las personas"
El operativo del martes también se extendió hasta Playa Paraíso, en su costado norte, detrás del supermercado Líder. En ese lugar hay alrededor de seis carpas bien definidas, con una serie de familias de migrantes venezolanos, con sus niños y niñas. Durante la mañana de ayer, los niños y niñas jugaban en la playa. Los adultos estaban aseando las carpas.
En total hay quince personas. José Ramos, quien acampa en el lugar desde unos meses, dice que llegaron a un acuerdo con el municipio, para que no le llevaran sus cosas. Reconoce que viven ahí, porque no tienen dónde hacerlo en la ciudad y que de paso, pueden ganarse algunas monedas para sobrevivir trabajando en limpieza de vehículos y otros oficios en la playa.
Ramos dice que nadie quiere arrendarles en Antofagasta, "por eso estamos aquí en la playa. Para sacarnos hay que darnos apoyo o llevarnos a algún lugar, como ya la han hecho con personas que han estado acá y han empezado su vida en Antofagasta, desde una toma, lo que es más digno que estar en la playa. A nosotros no nos quieren colaborar porque tienen prejuicios de que somos malos y esas cosas. Aquí lo digo yo, está viviendo pura gente buena. No hacemos problemas. Aquí no hay robos ni nada. A esta playa vienen chilenos, y nosotros no hemos abusado con la confianza de nadie. Siempre estamos dispuestos a colaborar".