Clases presenciales en universidades reactiva el negocio del arriendo de habitaciones
OFERTA. Vecinos de barrios Playa Blanca y Gran Vía esperaban este momento tras crisis por pandemia. Valor promedio de una pieza entre 150 mil pesos y 180 mil pesos.
Uno de los sectores más golpeados por esta ausencia de estudiantes, como efecto de la pandemia, fue el de "las pensiones" o alojamiento para estudiantes. Por tradición y cercanía a las casas de estudios superiores, "las pensiones", principalmente, están ubicadas en los barrios Playa Blanca, Gran Vía y Coviefi, en ese orden. Los dos primeros, sin duda, son considerados por esencia los barrios universitarios de Antofagasta.
Gloria Cifuentes es vecina de la población Gran Vía. Vive en el edificio Huanchaca, conocido como "El Curvo". Es viuda y sus hijos, mayores, viven, con sus familias, en otros puntos de la ciudad. Para aumentar los ingresos de su pensión, la señora Gloria arrendaba a estudiantes universitarios, dos de las habitaciones de su departamento. "Con ese dinero podía vivir relativamente cómoda. Mi pensión la ocupaba en alimentos y remedios. Con el dinero del arriendo podía darme algunos gustos. Sin embargo, hace dos años que quedé sin esos ingresos. Imagínese lo contenta que estoy por el arribo de los estudiantes. Ya tengo una habitación ocupada y la otra reservada", afirmó.
La tradicional población Playa Blanca ha sido una de las más afectadas por la ausencia de los estudiantes. Rubén Galleguillos, quien desde hace años arrienda las 16 habitaciones dispuestas en su vivienda, ubicada en la calle Mulato Gil, reconoce que han sido tiempos complejos para el sector. "Uno vive de esto, y al no haber estudiantes, la situación se complica. En mi caso, tuve que arrendar a trabajadores relacionados con la minería, pero no es lo mismo que con los estudiantes. Los trabajadores arriendan por tres meses, en promedio; en cambio, el estudiante arrienda por el año. Así, con los estudiantes, uno puede asegurar el dinero que entrará por todo el año y respirar más tranquilo", aseveró.
En cuanto a los valores de las habitaciones, dijo que el promedio de éstas, en general, en el sector, fluctúan entre $150 mil pesos a $180 mil pesos. "Pero, es asunto de preguntar y se pueden encontrar valores más económicos, dependiendo la calidad de la habitación, o más caros; pero, la mayoría está cerca de los precios mencionados", afirmó.
Respecto a la procedencia de los jóvenes, la mayoría son de ciudades del norte, como Calama, Copiapó, Iquique y Arica. "Ahora, en mi pensión, tengo trabajadores y universitarios en un 50% y 50%; pero, a medida que los trabajadores se vayan, iré llenando los cupos con universitarios", afirmó.
Adultos mayores
Tanto la Gran Vía y Playa Blanca, conservan una población numerosa de adultos mayores.
La señora Rosa Reyes es presidenta de la Junta de Vecinos de la Población Playa Blanca. Reconoce que su barrio sobre todo está compuesto por adultos mayores.
"Las pensiones son extremadamente bajas para muchos de ellos y parte de ese dinero se va en medicamentos. Así, que muchos de los vecinos se han visto en la necesidad de arrendar las habitaciones de sus inmuebles a estudiantes. En consecuencia, la reactivación de las clases presenciales en las universidades es muy positiva en lo económico. Por ejemplo, al tener un estudiante, se puede estar más holgado, ya que esos dineros ayudan a los medicamentos y a la alimentación de la casa. Así, sólo podemos decir que era un momento esperado por mis vecinos", afirmó.
Recordó que en pandemia hubo momentos difíciles para los vecinos, ante la falta de estudiantes. "Por suerte contamos con el apoyo de la empresa privada Altonorte. A través de fondos concursables, pudimos acceder a recursos que los transformamos en cajas de alimentos y sanitización. Con lo anterior, hemos podido palear los momentos más difíciles como barrio".
Dentro de las preocupaciones del barrio Playa Blanca, que indicó la dirigente, está la proliferación de empresas faeneras. "Como no hay una regularización de parte del municipio, aquí cualquiera arma un edificio, se instala y listo. El problema es que ellos ocupan la calle y espacio que es de los vecinos, como estacionamiento de camiones, camionetas y hasta baños químicos en la calle; con toda la molestia que esto genera. Como barrio siempre ha existido el respeto de dejar el auto frente a la casa, sin embargo, aquí, con estas empresas, esto ya no sucede. Han sucedido que personas, que han tenido alguna emergencia de salud, no han podido sacar el auto de la casa", sostuvo.