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ENTREVISTA. joanna pérez, diputada democratacristiana que lidera la lista Nueva fuerza DC de cara a la elección interna del 13 de marzo:

"Los complejos que tuvimos como Nuevo Pacto Social nos arrastraron hacia la izquierdización"

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Sebastián Mejías O.

Cerca de 3.700 militantes democratacristianos de la región de Valparaíso están habilitados para votar en la fase final del proceso de elección interna que vivirá el partido el próximo 13 de marzo. El alcalde de La Granja, Felipe Delpín, y la diputada por el Distrito 21, Joanna Pérez, representan los dos grandes liderazgos en los que se juega el reemplazo de la actual presidenta, Carmen Frei, pero también el futuro mismo de la DC.

La tantas veces prometida renovación política, la sinceridad ideológica, la recuperación de la unidad y el final definitivo de los proyectos particularistas, son algunos de los objetivos que la lista de Joanna Pérez pretende concretar después del 13 de marzo. Acompañada por el ex gobernador de Marga Marga, Gianni Rivera, quien va como vicepresidente, Pérez apunta a la evocación sin ningún tipo de complejo de un centro político, al que la propia DC abandonó virando hacia la izquierda, asegura.

-¿Cómo viene trabajando su lista a pocas semanas del balotaje que definirá el futuro del partido?

-Intensificando con nuestros equipos el trabajo en regiones, dado que esta es una lista eminentemente regionalista, descentralizadora, cuya búsqueda tiene que ver con construir un partido desde las bases y el territorio. Ese es nuestro objetivo: que la DC recupere su liderazgo. Que vuelva a tener sintonía con ese nuevo Chile que está sufriendo cambios profundos, en medio de un proceso constituyente, donde necesitamos proteger a la ciudadanía, al emprendimiento, la familia y la clase media.

-El saliente diputado, Víctor Torres, criticó que, pese al proceso eleccionario, no se han sincerado las posturas del partido ¿Darán un diálogo colectivo importante después del 13 de marzo?

-Como lista, nos comprometimos a realizar un Congreso Ideológico Partidario. Pasaron quince años desde que dimos nuestra última gran discusión, por lo que se hace necesario volver a discutir los grandes temas que afectan a nuestro país. Cuando ese espacio se dé, probablemente estemos plenamente de acuerdo en algunos temas y en otros no, lo importante es que demostremos ser un partido que resuelve democráticamente sus diferencias. Creemos que el país, en materia medioambiental, en sistema económico y en protección social, necesita de manera urgente una mirada que surja desde la propia Democracia Cristiana y solo un congreso ideológico nos ofrece esa oportunidad. Le pido a los camaradas que tengan confianza de que avanzaremos hacia un partido más inclusivo, fraterno y unitario.

-Analistas como Cristóbal Bellolio vienen planteando, desde hace mucho, que a la DC se le hizo tarde y que no hay vuelta atrás.

-Hay muchos agoreros que no se dan cuenta de que todavía tenemos mucha presencia territorial, considerando la situación actual de la política chilena. Por más que algunos quieran darle la extremaunción a la DC, tenemos liderazgos de recambio para rato.

-Antes habló de la necesidad de avanzar hacia un partido inclusivo, fraterno y unitario ¿Significa que dejaron de ser todo eso?

-La discusión al interior de los partidos es importantísima, pero en base a ideas, no a descalificaciones. Creo que eso se ha ido perdiendo, porque algunas personas no entienden como es el trabajo interno, partidario y fraterno que impulsó e inspiró al surgimiento de la DC.

-¿Quiénes, por ejemplo?

-Antes que dar nombres, iría a algo mucho más de fondo. Pregunto, por ejemplo, si queremos o no a la Democracia Cristiana. Si queremos que el partido, en el fondo, se ponga de pie o más bien que termine siendo un instrumento de otros. Eso es lo que debemos responder primero. El problema que tenemos no es el partido, sino aquellos que lo han afectado con su forma de actuar poco leal y valiente. Personas que se han acomplejado de lo que significa ser demócrata cristiano y que llevaron al partido, muchas veces, a malas prácticas que nos dieron el castigo de la gente. En la medida en que reconectemos con la ciudadanía, cambiemos esas malas prácticas y pongamos a las mejores personas al servicio de la comunidad, podemos resurgir.

-¿Es la razón que los llevó a perder cada vez más escaños en el Parlamento?

-Si uno mira al Frente Amplio y cómo es que logró instalarse tan rápidamente para llegar a donde está hoy día, es porque no tuvieron competencia. Llegaron a sacudir el sistema, mientras las antiguas figuras de nuestro partido fueron incapaces de dar espacios a las nuevas generaciones. Mucha gente que entró al FA, lo hizo porque nadie le quiso dar un lugar en la DC.

-¿Qué ejercicio drástico de autoridad tendrá que poner en práctica para solucionar ese problema?

-Alejando todas las malas prácticas y los actos de corrupción. Si hay que expulsar a alguien por eso, se debe hacer sin ningún tipo de complejos. Si hay que destinar, de manera drástica, espacios para jóvenes y mujeres, se va a tener que hacer. Ninguna mujer se puede sentir violentada en política por querer estar en los espacios de poder. Como mujer, tuve que hacer un trabajo de más de 25 años para llegar a ser diputada, partiendo en trabajos voluntarios, en una provincia. Me voy a encargar que todos los liderazgos femeninos y jóvenes que se han sentido ninguneados y pasados a llevar estén presentes, los necesitamos. Si tuvimos un problema grave, fue no darles espacio a los nuevos liderazgos.

-¿Qué tanto problema les ha dado la tensión izquierda-derecha al interior del partido?

-A la Democracia Cristiana siempre le ha hecho muy mal eso de tener que situarse en un lado específico del espectro político, de si está más a la izquierda o a la derecha. Siempre hemos sido un partido de vanguardia, que avanza con propuestas e ideas propias y cuyos liderazgos saben conectar con las personas. Ya vimos que el centro político quedó huérfano y para que ese vacío se llene de verdad, alguien tiene que hacerlo desde la centroizquierda. Sin duda que todos los complejos que tuvimos, como centroizquierda, como Nueva Mayoría y como Nuevo Pacto Social, arrastraron a la Democracia Cristiana hacia una izquierdización, abandonando a quienes toda la vida defendió.

-¿Se refiere a no tener complejos para saberle hablar a todos los públicos, de izquierda o de centro?

-El presidente electo, Gabriel Boric, no tuvo complejos a la hora de hablarle al centro político, incluso, partiendo desde su programa. Mientras que nosotros con nuestra candidata, Yasna Provoste, nos fuimos izquierdizando en el discurso. El centro político no puede quedar huérfano, alguien tiene que hablarle y los partidos tienen que entender eso. No puede ser que todos en la centroizquierda hagan el ejercicio de estar en la izquierda. Desde ahí vamos a trabajar, recuperando el centro político, desde la coalición de la centroizquierda. Seguiremos colaborando con ellos, independiente de la falta de reflexión que nos ha faltado. Quedó en evidencia que los partidos son necesarios, especialmente, al ver el comportamiento de ciertos movimientos que han surgido y que han dejado bastante que desear en materia de probidad, de transparencia.

-¿Un centro político que no será igual al que supieron conquistar en los '90?

-Es que tendrá, necesariamente, que ser un centro político mirado con progresismo, cambios profundos, equidad, igualdad, que son los temas que nos faltan para poder acompañar al nuevo Chile.

"Ninguna mujer se puede sentir violentada en política por querer estar en los espacios de poder. Como mujer, tuve que trabajar más de 25 años para llegar a ser diputada".

"Hay muchos agoreros que no se dan cuenta de que todavía tenemos mucha presencia territorial, considerando la situación actual de la política chilena".