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Avanzar de fase en nuestra región

Luego de casi dos años de emergencia sanitaria, se hace necesario poner a prueba los aprendizajes coleectivos e individuales que dejó la pandemia. De ahí que el avance a fase de Preparación, no sea un asunto superficial, por cuanto ocurre en un minuto en que el país atraviesa la cuarta ola.
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Cinco comunas de la Región avanzan a Fase de Preparación a partir de hoy. El anuncio del Ministerio de Salud permite, en lo fundamental, flexibilizar los criterios de aforo en recintos abiertos y cerrados.

Con el 90% de la población con el esquema de dos dosis, el avance avizora un mejor panorama de cara al retorno a clases presenciales en marzo.

Para esto cabe recordar que, nos encontramos a poco de cumplir dos años desde que se detectaron los primeros casos de coronovarirus en el país.

Y pese al tiempo transcurrido, las cifras no dejan de sorprender. Casi 110 mil contagios acumulados, la Región presenta dos comunas entre las 30 con mayor cantidad de contagios en toda la pandemia. Más de 1.360 fallecidos confirmados y 273 con sospecha de causa covid. hablan de la enorme magnitud del impacto de la emergencia sanitaria.

Hasta ahora, sin embargo, la exitosa campaña de vacunación y la robustez del Programa Nacional de Imnunizaciones (PNI) que opera en el sistema de salud público desde 1952, contribuyeron de manera fundamental a atenuar los efectos de una pandemia que, a ratos, pareció desbordar toda la institucionalidad vigente.

De ahí que el avance de fase, no sea un asunto superficial, por cuanto ocurre en un minuto en que el país atraviesa la cuarta ola. Gran parte del mérito radica, precisamente en esa institucionalidad que, hoy a la luz del debate constitucional, parece ser blanco frecuente de cuestionamientos y refundaciones. Han sido casi dos años de situaciones complejas, límites en algunos casos, no solo desde la perspectiva sanitaria. Y la experiencia de otros países indica que las consecuencias de la emergencia continuarán produciendo cambios en la forma de concebir el mundo del trabajo, del comercio y hasta nuestros espacios de ocio.

Por de pronto, el llamado reiterado de las autoridades a mantener el autocuidado y la confianza en el proceso de vacunación parecen ser de las pocas certezas que nos ayudarán a retomar nuestras actividades de la forma más segura. Es de esperar que este tránsito continúe adelante y permita a nuestras comunidades el despliegue de sus capacidades, propósitos e intereses.

El camino ha sido árido para todos y el aprendizaje ha resultado muchas veces doloroso, por lo mismo, de la responsabilidad de cada sector y de cada habitante de la región dependerá que ese avance sea sostenido y sin retrocesos para los próximos meses.

Pretensión rusa

"Putin desestima adversarios, pone a prueba y fragiliza el sistema de seguridad de la ONU, como en guerra fría". Samuel Fernández Illanes, Académico Facultad de Derecho UCEN
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La porfiada historia tiende a repetirse. Europa del este es amenazada por Rusia, como en tiempos zaristas o soviéticos, al oponerse incluso por la fuerza, a que Ucrania adhiera a la OTAN, como otras ex repúblicas. Ucrania y Bielorrusia fueron creadas en la URSS, e integraron la ONU como requisito para aceptar su sistema. Tienen valor estratégico de barrera con Europa, y límite máximo de la Alianza Atlántica, donde EE.UU. es socio principal. Putin despliega imponentes fuerzas armadas en la frontera ucraniana, que no han ido de paseo, y controla las regiones de Donetsk y Lugansk. Desafía con ejercicios militares en la obediente Bielorrusia, y hay riesgo de invasión inminente. Occidente aporta algunas tropas testimoniales, armamento liviano, y aguarda sin esperanzas. Pide a sus connacionales salir y prepara mayores sanciones económicas, desde la anexión de Crimea el 2014, que no detuvieron a Putin. Sabe que Ucrania no vale una tercera guerra mundial, mientras escucha satisfecho el desfile de líderes occidentales que le ruegan negociar la paz, que sólo él decide.

Ha recuperado el protagonismo que su enorme arsenal militar permite, aunque sin fuerzas suficientes para trastocar la economía global. Desestima adversarios, pone a prueba y fragiliza el sistema de seguridad de la ONU, como en guerra fría, con impredecibles consecuencias. Se califica como la pretensión bélica de un autócrata que cree alcanzar la gloria, aunque arriesgue una tragedia. No obtendría nada trascendental en un mundo interdependiente, ni menos, beneficios para su población. Rusia actúa a expensas de Ucrania, como ocurrió en 1930 con millares de vidas, sin reparar en los desmesurados costos propios y el consecuente descrédito mundial, si ocupa parte o todo el país; salvo recibir apoyos interesados no continentales. Una desproporción, pues la NATO y EE.UU., no planifican agredir a Rusia con Ucrania. Es un pacto defensivo y no ofensivo, creado para contener, precisamente, lo que ahora hace Rusia, si mantiene su arriesgada posición intransigente, más por razones de prestigio político que de seguridad territorial.

Ojalá sea una pretensión con propósitos limitados y negociables, y no un fatal paso en falso, como la historia lo ha evidenciado tantas veces.

Un nuevo periodo para la minería

La Región es la capital mundial de la minería, por ende, debe asumir protagonismo y liderar estos cambios mediante medidas concretas". Gonzalo Yun, Gerente Endeavor Atacama
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Desde que tenemos uso de razón la minería ha sido una de las industrias más importantes del país, tanto por su impacto económico como por lo que significa para el desarrollo de las comunidades y del liderazgo del país a nivel mundial.

Por mucho tiempo, estos beneficios se vieron opacados por críticas y conflictos en temas operacionales que hoy, en medio de la construcción de un nuevo Chile y de un cambio de paradigma en la forma en que estamos construyendo empresas, nos encamina a una industria cada vez más cercana, sustentable y con la capacidad de liderar la transición de la matriz energética mundial.

Esto no solo se enmarca en un cambio de mirada a nivel global sobre la necesidad de avanzar en una minería verde, sino que también en la entrada de una nueva administración que se enfrentará al enorme desafío de impulsar una minería de valor agregado.

El primer gran desafío es la sostenibilidad, dado que el cobre es un elemento clave para el desarrollo de tecnologías limpias como energías renovables y electromovilidad por lo que a futuro, la industria exigirá una mayor trazabilidad sobre el origen del cobre y se demandaran más aquellos productos que provengan de procesos de carbono neutral.

La Región de Antofagasta es la capital mundial de la minería, por ende, debe asumir protagonismo y liderar estos cambios mediante medidas concretas que impulsen la región y la posicionen como la capital mundial de esta industria.

Junto con esto, se requieren esfuerzos público-privados conjuntos donde, por un lado, las nuevas políticas de gobierno impulsen la innovación y el emprendimiento en la minería, y por otro, las compañías mineras confíen en los emprendedores locales para que cada vez tengamos más "scale-ups" con soluciones tecnológicas, generando empleos de calidad y siendo capaces de ser actores protagonistas en la reactivación económica que necesita el país.

Antofagasta tiene una historia inspiradora relacionada al desarrollo de empresarios y emprendedores, la cual debemos seguir potenciando. Para mantener esto, debemos desarrollar una industria que apoye la creación y escalamiento de los emprendimientos tecnológicos, se necesitan Venture Capital que apalanquen el crecimiento de estos negocios y también es necesaria una estrategia nacional de internacionalización de proveedores que agrupe y posicione a las Mining Tech chilenas alrededor del mundo.

A su vez, las empresas mineras deben mirar un poco más hacia adentro y ver las soluciones de triple impacto made in Chile que hoy están siendo impulsadas de manera innovadora y con un alto estándar de calidad. Vemos casos exitosos de emprendedores que, desde distintas partes del país, están entregando por ejemplo, soluciones a la industria minera de África, Latinoamérica, y Oceanía. Ellos son el eje estratégico para construir la minería del futuro, una cada vez más verde y que responda a las nuevas necesidades de la sociedad mediante la digitalización y procesos productivos amigables con el medio ambiente generando a su vez ahorros en la industria.

Estamos ad-portas de iniciar un nuevo periodo presidencial, con una constitución en proceso de ser redactada, y con una serie de cambios sociales y económicos a nivel mundial. Hoy es el momento de repensar la forma en que estamos construyendo industrias y avanzar con proyección y visión de futuro.

Para ello, esperamos se construyan acuerdos donde participen todos los sectores de la sociedad, desde las comunidades hasta las industrias y los que quieran entregar su visión pensando en lo mejor para el país, desde el punto de vista productivo, desarrollo y descentralización con una mirada regionalista, y para ello la palabra participación es clave.

Debemos pensar cómo incorporar la transformación digital, pensar en modelos de economía circular, con una mirada de género e inclusión.