Antofagastinidad
"Un sentimiento de amor por Antofagasta, que debe traducirse en un servicio cotidiano de progreso y provecho de la ciudad", esta es la definición que en una linterna de papel del año 1956 dio Andrés Sabella a su palabra recién acuñada ANTOFAGASTINIDAD.
Esta definición para mi va más allá que un simple sentido de pertenencia a una comunidad, es la conciencia de pertenecer a algún o algunos grupos en específico, con los que nos une varios puntos en común. El sentido de pertenencia a Antofagasta lo puede dar el hecho de haber nacido en la ciudad: haber vivido un cierto periodo de tiempo, por trabajo o por estudio; por lo bien que lo pasamos o lo bien que nos sentimos viviendo en ella, pero lo que acabo de describir es algo pasivo.
La Antofagastinidad es mucho más que eso, es el sentido de pertenencia acompañado de un compromiso real y una convicción que lo que hago cada día, además de ir en mi beneficio y progreso propio también lo es para el progreso y provecho de la ciudad. Eso es en cualquier ámbito, desde los padres que crían a sus hijos con valores y sentido de comunidad, ya que están echando las semillas que servirán para el progreso y desarrollo futuro de Antofagasta. El estudiante, que poco a poco va perfilando su futuro que también incidirá en el futuro de la comunidad. El empleado, que día a día gana su sustento y el de su familia, pero al mismo tiempo engrandece a la comunidad. El científico, que nos ayuda desde su laboratorio o aula a vislumbrar un mañana mejor. El emprendedor, aquel que en cada amanecer se levantar para poder seguir forjando su sueño. El artista, que llena el alma de emociones y sentimientos de quien admira su arte, aportando en matices a la identidad y desarrollando la Antofagastinidad.
Con esto quiero decir que la Antofagastinidad no sólo la hace aquella persona o grupo de personas que siempre aparecen en los diarios como noticias de ser impulsores de la cultura, la ciencia, o el desarrollo tecnológico o económico, sino que también la hacemos todos los que nos levantamos pensando no solo en nosotros, sino en nuestro entorno y lo hacemos con entrega y con amor.
Para cada uno de ustedes, gracias por aportar con su granito de arena. ¡Eso nos hará más grandes!
Raúl Muñoz Huerta, Profesor