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Bis repetita

"El nombramiento de Marcela Hernando como ministra debe responder a otras lógicas que no calzan con lo de la optimización del recurso humano".
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En las previsiones establecidas en su ultima edición, en una especial acerca del rumbo que podría tomar este año el mundo, la revista inglesa The Economist destaca diferentes aspectos de lo que se podría venir; a nivel político, financiero, económico y medioambiental. Según los análisis de los especialistas de ese medio, se ha iniciado una lucha a tres bandas para dar forma al futuro de las finanzas digitales, vemos a 22 tecnologías emergentes a las que se debe prestar atención para 2022, y se nos entrega una entrevista con el ecologista Ma Jun, en la cual este último subraya la necesidad imperativa de cooperación, en materia de cambio climático, entre China y Occidente.

Desde ese prisma, podemos analizar los nombramientos del próximo gabinete ministerial. Los ministerios claves para los tiempos que vienen son principalmente medioambiente, energía y el de ciencias y tecnologías. Si muchos se felicitaron del nombramiento de un ex presidente del Banco Central en el cargo de ministro de Hacienda, se podría igualmente subrayar y felicitar que los nombramientos han sido idóneos, a primera vista, en los ministerios suscitados.

Pero si se proyecta implementar reformas profundas y sustanciales, y si se quiere financiar aquellas, se debe obligatoriamente destacar el rol del ministerio de minería. Si razonamos a partir "del extremo correcto de la razón", la persona designada a la cabeza de ese ministerio debería ser realmente idónea. Eso no parece ser así. Se ha puesto ahí a una medica de formación El nombramiento de Marcela Hernando como ministra debe responder a otras lógicas que no calzan con lo de la optimización del recurso humano que se tenía potencialmente a disposición... Se podría contra argumentar que quizás ahí se necesita, para poder dialogar y convencer, un ministro más político que técnico. Pero acá el argumento también se caería. La persona concernida acaba de perder una elección senatorial, con una votación claramente a la baja, teniendo hoy día una espalda democrática no superior a la de un ex periodista de una tele local, el ahora "Diputado Videla". Este nombramiento, del cual la diputada Catalina Perez (RD) tuvo sin duda algo que decir, le permite sobre todo al Partido Radical tener a alguien dentro del gabinete ministerial y militantes en la máquina estatal. No por nada es el partido político más antiguo de Chile.

El argumento que sea una mujer acá tampoco es tan relevante ya que la paridad se respetó con creces en estos nombramientos, por ende, existía un margen de acción para escoger alguien que realmente encajara. Lo mismo pasa con el hecho que sea una "persona de la región". No es un argumento tan valido, ya que hemos tenido anteriormente una persona oriunda de Antofagasta como ministra de minería, y eso no se tradujo por algo tan tangible en la realidad del antofagastino de a pie. Es tan así que esa misma persona, luego, nunca se someterá a una votación popular, porque nunca visualizó "tanta agua en la piscina como para tirarse". Algo significaría eso. Como algo significaría, por ejemplo, que el ministerio de minería se radique en nuestra ciudad. En vez de aquello, tenemos a un galpón de acopio al medio de esta. Siempre uno debe convivir con las simbologías y crudeza que la ciudad, en la cual uno vive, se merece.

Pérdida auditiva y derecho a la información

"Educar para disminuir la desinformación es nuestra mayor deuda con aquellos que tienen esta condición". Carolina Flores Bustos, Académica Fonoaudiología UNAB
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En medio de mis compras en el supermercado me acerqué a propósito a un reponedor para preguntar dónde podía ubicar un producto. Inmediatamente me miró a los ojos y con sus manos me hizo el gesto no verbal de "espéreme". Metió su mano al bolsillo, sacó su celular y nuevamente con gestos me pidió que le preguntara nuevamente, pero ahora hablándole a su equipo telefónico. Fue así como en la pantalla se escribió lo que mi voz dijo y muy amablemente me llevó al lugar donde se encontraba lo que yo buscaba.

Entonces pienso, si la Organización Mundial de la Salud afirma que la sordera o hipoacusia provoca variadas consecuencias y limitaciones sin las intervenciones adecuadas, por qué aún las personas con esta condición no conocen y/o usan estos métodos que facilitan la comunicación con los demás. Si sabemos que ello repercute directamente en la educación y en el trabajo, y a menudo se sienten excluidas de la vida social y familiar… por qué aún no realizamos una verdadera inclusión.

Existen variados métodos y herramientas que les facilitan el acceso a beneficios y garantías en salud y educación. Sin embargo, ¿cuántas personas a nivel nacional están informadas acerca de ello? Peor aún, aquellas que trabajan en estos dos ámbitos tampoco tienen conocimiento de lo que ofrece el sistema y la comunidad no tiene real conciencia de la importancia de la audición. Ello sólo ocurre cuando nos enfrentamos con alguna dificultad personal o en nuestros cercanos.

Hoy, el modelo de atención en salud se esmera en abordar problemas psicológicos, emocionales y comunicacionales que se desencadenan ante una pérdida auditiva. No obstante, está comprobado que la prevención y detección temprana es mucho más costo-efectivo. Por ende, educar para disminuir la desinformación es nuestra mayor deuda con aquellos que tienen esta condición.

Por lo pronto, aprovecho de comentar que existe un proceso de deterioro auditivo progresivo asociado a la edad. Si bien esta pérdida de células auditivas comienza alrededor de los 25 años, empieza a evidenciarse funcionalmente en la adultez mayor. En otras palabras, todos vamos para allá… así que creo que es un buen momento para informarse y así disminuir el impacto que esto conlleva.

Un nuevo modo de enfrentar al covid

Los esfuerzos están puestos en proteger a los sectores más vulnerables a reforzar la vacunación y no tanto en evitar contagios, que hoy son menos agresivos. Ya no hay cuarentenas, ni aislamientos preventivos, las restricciones se circunscriben a respetar los aforos en sitios cerrados, pero sin mucha vigilancia. Incluso esto se puede verificar en lugares de afluencia masiva.
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Explícitamente no se ha dicho, pero la actual estrategia para enfrentar los contagios de covid-19 que afectan al país, pasa por proteger a la población más vulnerable e intensificar la vacunación con las dosis de refuerzo. En segundo plano quedó la trazabildad, la que por la transmisibilidad de la variante ómicron se hace muy difícil de seguir, y las campañas para fomentar el autocuidado entre quienes menos respetan las medidas de prevención.

Se está optando por el ejemplo de países europeos en que confían que ómicron por su menor agresividad siga predominando en los contagios y se vaya creando una inmunidad colectiva con quienes se enferman y los vacunados.

De hecho, si observamos, las cifras actuales de infectados son muy superiores a las que conocimos el año pasado y el 2020. Sin embargo, gracias a la vacunación, los casos graves son menores. No ha habido colapso ni en las salas críticas ni en las regulares, lo que posibilita tratar estos nuevos brotes bajo otra mirada.

Ya no hay cuarentenas, ni aislamientos preventivos, las restricciones se circunscriben a respetar los aforos en sitios cerrados y abiertos, pero sin mucha vigilancia. Incluso esto se puede verificar en lugares de afluencia masiva, donde siguen las aglomeraciones y el distanciamiento físico se va acortando en la medida que va llegando más gente.

Sin decirlo, cada vez importa menos si existen contagios. Ya no es prioritario el seguimiento de los casos, ni el cumplimiento de cuarentenas para los casos positivos. No significa que no importe, sino que los esfuerzos están apuntados a otros aspectos como los mencionados de proteger a las personas inmunocomprometidas, para que no se infecten y puedan convertirse en víctimas de las enfermedad.

No obstante, estamos frente a un arma de doble filo o, por decirlo menos, ante una apuesta arriesgada. Los mismos especialistas han dicho que mientras más contagiados el porcentaje de quienes generen cuadros graves podría llegar a una cantidad preocupante. Todas las variantes tienen un porcentaje de casos graves y de mortalidad, entonces si hay más infectados más casos graves y más decesos.

Hasta el momento la red sanitaria ha resistido bien y si se comprueba que la curva tocó su peak y viene la baja, la preocupación debe ser menor, aunque este virus sigue indescifrable y cada cierto tiempo nos sorprende con algo para lo que nuestra especie no está preparada.