Rodrigo Ramos B.
Mediodía, Balneario Municipal. Un hombre, que no representa más de cuarenta años, se instala junto a un cartel.
El cartel parece de gráfica de casino peruano. Sin embargo, al leerlo, hay una evidente crítica contra la gestión municipal en los últimos años, especialmente en el proceso de licitación de la balsa del balneario.
Camilo Lobos, ex inspector municipal de obras -como se denomina- dispuso el afiche, ante los cuatro años de la licitación de la balsa, que se cumplieron el lunes pasado. El cartel, es el primero de una serie, que busca denunciar irregularidades del contexto municipal en Antofagasta. Y promete que no cesará, hasta que todas las personas, antofagastinos y antofagastinas, conozcan la manera en que se tejen los proyectos municipales, y de paso, quienes hacen la vista gorda para concretarlos.
Para Carabineros, que controlan a diario a los automovilistas en el balneario, no pasó desapercibido el cartel. De inmediato se acercaron e hicieron las preguntas pertinentes. El diálogo fue creciendo. Se habló de permisos y legalidad. Los curiosos, quienes salían del balneario, comenzaron a congregarse en torno a la conversación. En un momento, carabineros dejó de presionar. Camilo Lobos quedó más tranquilo. En adelante, comenzó a responder las consultas de los transeúntes. Así, recibió el apoyo, por ejemplo, de un comerciante de juegos inflables que se siente acosado por la municipalidad, carabineros y autoridades en general.
De esta manera, Lobos se dedicó a explicar, a quien lo requería, sobre la balsa.
"Hubo una licitación pública el 3 de noviembre de 2017, en la época de Karen Rojo. Luego hubo dos ofertantes en la licitación. Una de esas ofertas fue por $181 pesos, y la otra, por $80 millones de pesos. La de $181 pesos, fue claramente un palo blanco, porque para cualquier persona cuerda es imposible costear una balsa por esa cantidad, porque la empresa se va a pérdida. La empresa de $80 millones, gana la licitación y hay un contrato del 15 de diciembre de 2017", explica, entre gesticulaciones.
Y agrega: "El proyecto contemplaba la fabricación y el diseño de los planos. Entonces la empresa construyó, vino la revisión y luego la aprobación. La balsa se terminó un 5 de enero de 2018. Así, hubo 19 días corridos de ejecución. Mi pregunta es: ¿Quién en su sano juicio puede construir una balsa de esa envergadura en menos de 19 días, considerando que está Navidad y Año Nuevo, entremedio?". El mismo responde emulando la vehemencia de algún animador de televisión: "estaba todo listo; ahora, veamos por qué".
Planos
Rememora que el 6 de enero de 2018 se traslada la balsa de Mejillones a Antofagasta, y hace referencia a un video donde aparece Karen Rojo, comandando la caravana, en una suerte de reina de carro alegórico.
"La instalamos el 9 de enero. Yo estuve presente, es decir, fue instalada hace cuatro años atrás. La balsa, digamos, es un emblema comunal muy importante, además de cultural para la identidad. El problema surgió cuando el diseñador original de la balsa clásica dijo que él había entregado los planos a la municipalidad antes. Y es ahí, cuando la anomalía surge de por qué esta empresa, en tan poco plazo pudo tener la balsa construida. Al final, la balsa nueva se hizo con los planos de Ramón Madariaga, el diseñador original, quien demandó y ganó el juicio por apropiación intelectual", asevera como sacándose un peso de encima.
Los planos entonces, dice, pasaron en forma previa a la empresa contratada. "Entonces después, un 20 de mayo en plena pandemia, la balsa apareció en la arena. Si la habían fabricado para durar treinta años. Ahora, están tratando de levantar una licitación pública para hacerle mantención por alrededor de 50 millones de pesos. Y qué mantención se le hará, si no estaba tan deteriorada. Aquí se buscará hacer trato directo, ya que se hizo dos licitaciones públicas que se cayeron sospechosamente. Trato directo es buscar a una empresa única. Ahí se confabula hasta el momento el fraude de la balsa", afirma.
El "hombre del cartel" tiene otros proyectos en carpeta que planea difundirlos públicamente en afiches y explicarlos a quien lo requiera como la sede social de la población Juan Papic, de $120 millones o el galpón de la dirección de aseo, $240 millones, entre otros.
"Mi única motivación de esto -recalca- es hacer conciencia en la gente para que entiendan que las autoridades municipales del concejo municipal anterior, donde uno de ellos resultó alcalde y otros se mantienen, no han cumplido su rol fiscalizador", indica.
"Mi única motivación de esto es hacer conciencia en la gente para que entiendan que las autoridades municipales del concejo municipal anterior, donde uno de ellos resultó alcalde y otros se mantienen, no han cumplido su rol fiscalizador".
Camilo Lobos, Exinspector municipal