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45 mujeres de la región se certificaron para ingresar a trabajar en la industria minera

BRECHA. Programa las capacitó como mantenedoras y operadoras de plantas concentradoras, entregándoles las herramientas necesarias para acceder a oportunidades laborales, en un sector tradicionalmente masculino.
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Angela Contreras Barriga

Un total de 45 mujeres se capacitaron en el Programa de Mantenedoras y Operadoras de Plantas Concentradoras, recibiendo un intensivo entrenamiento en las tareas de esta materia por un período de tres meses, con el objetivo de ampliar la figura femenina en el rubro minero y potenciar las capacidades, aprendizajes y conocimientos de las mujeres de la Región de Antofagasta, finalizando con una ceremonia de certificación en Centro de Entrenamiento Industrial y Minero, dependiente de la Fundación Educacional Escondida.

La instancia corresponde a la tercera versión del programa que se venía dando en años anteriores, el que el 2021 estuvo enfocado en plantas concentradoras, siendo liderada por Escondida | BHP y su plan de empleabilidad en el marco de alcanzar el desafío del balance de género al año 2025, incorporando mujeres de las comunidades locales a sus operaciones.

Una de las certificadas fue Karen Pastén, quien nació en la Oficina Salitrera María Elena, pero actualmente reside en la ciudad de Antofagasta, "vivir este curso me hizo enfrentar mis temores, volver a aprender algo nuevo, a demostrar las capacidades que tengo y el conllevarme bien con mis compañeras", señaló.

Complementando que "llegar a tener la confianza para poder lograr un equipo de estudio, un buen equipo práctico, nos fortaleció bastante a cada una porque también es una de las herramientas para poder enfrentarte con tus pares dentro de faena. Ha sido un proceso muy enriquecedor dentro de todos los puntos de vista".

Otra de las beneficiarias fue Carolina Zepeda, la que optó por emprender este desafío porque "yo represento a la comunidad de Coloso", y postuló "a ver si quedaba, y entre 1500 mujeres quedé, porque fueron 50 las postulantes (escogidas)". En su caso, ya había trabajado anteriormente en el mundo de la minería, pues es administradora de empresas, pero nunca en el rubro en el cual se certificó.

"Hoy es un logro y una satisfacción muy bonita, es una experiencia el trabajar con el mineral, tienes que estar ahí para vivirlo. Y doy también gracias a todos los profesores porque se portaron muy bien con nosotras, nos enseñaron aun sabiendo que nosotras no teníamos títulos de ingenieras, hay muchas dueñas de casa, otras que tienen otros títulos que no tienen nada que ver con operador planta concentradora y, sin embargo, se dieron el tiempo de enseñarnos y formar un grupo muy bonito de trabajo", cerró Zepeda.

Loreto Valdés vive actualmente en la salitrera María Elena, por ello indica que siempre le ha gustado el rubro minero, y entró motivada al programa porque buscaba una estabilidad laboral para poder dejarle una buena educación a sus hijos, "así que acá estamos, cumpliendo sueños", comentó.

"Cuando se abrió esta vacante para el programa training no dudé y me postulé, y siempre tuve la perseverancia, la resiliencia de poder lograrlo y hoy estar acá. (A futuro me veo) subiendo ahora al training, jugándomelas todas, ser proactiva, por sobre todo llevar la seguridad por delante que creo es lo importante para mantener una operación minera continua, así que motivada y ahí vamos con todo", agregó.

Añadiendo que cree que Escondida | BHP "ha tenido mucha empatía con nosotras, en realidad no solamente con las mujeres sino también con las personas discapacitadas. Creo que la empatía nos entrega a nosotros como personas mucha confianza y eso es lo que uno, y yo ahora, agradezco de Escondida | BHP, la confianza que nos está dando a nosotras las mujeres, de que tenemos la garra, la fuerza y la pasión por lograr cosas importantes en el rubro minero".

INCLUSIón Y DIVERSIDAD

La empresa tras el curso, prioriza promover ambientes de trabajo libres de discriminación, por esto es que su fuerza laboral se preocupa en reflejar la diversidad de la sociedad en que la que se inserta. Para ello, se han desarrollado programas de balance de género e inclusión de personas con discapacidad, comunidades LGBTQIA+, pueblos indígenas, entre otros.

Actualmente cuenta con una alta participación femenina, pues solo el año pasado se integraron 168 mujeres, pasando de un 11% del total de su dotación en el año 2016 a un 22,7% actual. Con ello, se convierten en uno de los líderes en representación femenina en la industria minera, en pos de su propósito en cuanto a un balance de género al año 2025.

"Vivir este curso me hizo enfrentar mis temores, volver a aprender algo nuevo, a demostrar las capacidades que tengo".

Karen Pastén

"Hoy es un logro y una satisfacción muy bonita, es una experiencia el trabajar con el mineral, tienes que estar ahí para vivirlo".

Carolina Zepeda

"No dudé y me postulé, y siempre tuve la perseverancia, la resiliencia de poder lograrlo y hoy estar acá".

Loreto Valdés

Alumnos del Liceo B-13 ahora cuentan con moderno laboratorio para clases de química

ESTÍMULO. Proyecto de vinculación dotó al establecimiento de una campana de gases, materiales y reactivos para realizar ensayos y experimentos.
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Con el objetivo de masificar el aprendizaje y profundizar la enseñanza de las ciencias químicas, la Universidad de Antofagasta a través de su programa Fomento de Iniciativas Estudiantiles para el Desarrollo de la Vinculación con el Medio AMSA-UA 2021, instaló un laboratorio Químico de Docencia en el Liceo B-13, Domingo Herrera Rivera.

Se trata de un espacio científico educativo que cuenta con capacidad para 16 alumnos y que, entre otros implementos, fue provisto con una campana para la extracción de gases, material de laboratorio, cuatro mesones con sus respectivos mecheros y sales orgánicas que serán utilizadas como reactivos.

Isabel Pizarro Veas, académica de la Universidad de Antofagasta y asesora de la iniciativa, explicó que contar con un espacio de estas características en un establecimiento educacional, es un estímulo importante para los jóvenes que deciden explorar el mundo de las ciencias químicas y representa un cambio en el paradigma de la enseñanza tradicional.

"Esto es muy bueno para el aprendizaje y el entendimiento de las Ciencias Químicas, porque los estudiantes aprenderán a través de un desarrollo experimental, es decir, ellos tendrán la posibilidad de aprender practicando de manera real y no leyendo un libro. Además, desarrollarán habilidades de comunicación, liderazgo, trabajo en equipo y cooperación", explicó la académica.

Isabel Pizarro destacó que contar con una campana de extracción de gases otorga la oportunidad de ensayar formulaciones químicas que anteriormente sólo eran aprendidas mediante la lectura, propiciando que los estudiantes adquieren un mayor interés en la disciplina, que es uno de los objetivos del proyecto.

Oportunidad

Aproximadamente mil estudiantes del Liceo B-13 serán beneficiados con este laboratorio para la docencia de química, en niveles que van de séptimo básico a cuarto medio.

Entre los contenidos que se podrán enseñar ahora en el establecimiento figura la preparación de soluciones con ácido diluido a partir de un concentrado químico, identificación de reactivos, destilaciones y purificaciones.

Daniel Gutiérrez Vicencio, estudiante de Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales de la UA y líder de la iniciativa, explicó que con la intención de preparar a los estudiantes para el uso de este laboratorio, se realizó un taller en la Universidad de Antofagasta donde participaron 45 alumnos y alumnas del liceo.

"Ahí les enseñamos cómo utilizar la nueva implementación y la conducta que deben tener al interior de este espacio de investigación y aprendizaje", comentó el joven, quien destacó que este proyecto de vinculación que impulsan la UA y AMSA, no sólo mejorará la calidad del aprendizaje en este liceo de la ciudad, sino que, además, ayudará a detectar y promover a los futuros científicos de la región.

La iniciativa se ejecutó tras varios meses de estudio, donde se analizaron los diferentes requerimientos técnicos de infraestructura, equipos y recurso humano del Liceo B-13, arribándose a la conclusión que un laboratorio químico con diversas herramientas tecnológicas era la mejor opción.