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Cambio de época:: desafíos políticos

"El país no puede seguir transitando estos desafíos en una ambiente de emocionalidad centrada en la desconfianza". Carlos Cantero Ojeda, Geógrafo, master y doctor en Sociología
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La elección presidencial 2021 marcó un punto de inflexión en el país, explicitó los elementos que caracterizan la postmodernidad: el estallido de lo social, la liquidez de lo político, el individualismo, lo efímero, la apatía, la indiferencia, la seducción, lo superficial y la banalidad. Emergieron las múltiples brechas, cobraron factura, observándose un quiebre generacional, valórico y cultural. Además se evidenció el problema de adaptabilidad a la sociedad digital, que la Derecha ni el Gobierno supieron leer.

Explicitó el sentido de las molestias ciudadanas de las últimas décadas y de las movilizaciones sociales de octubre del 2019. Constituye el cierre de un ciclo que comenzó en 1973, en que se impuso un modelo, que siendo exitoso en la generación de riqueza, terminó mal gestionado, generando concentración de la riqueza, el deterioro creciente de los bienes públicos y una pandemética que afectó a las diversas élites. Esto es una pandemia de degradación ética que alcanzó todas las instituciones del país, con amplios grados de corrupción, falla estructural del sistema por un materialismo radical, además de un minimalismo valórico y espiritual. Crisis que se aceleró por el (des)gobierno, que exacerbó los vicios del sistema. La élite política parece desentenderse del colapso estructural que afectó a las fuerzas políticas tradicionales en la presidencial.

La primera vuelta Presidencial significó la supresión de los partidos y coaliciones políticas tradicionales: tanto en la Izquierda, el Centro y la Derecha, las que quedaron en las últimas preferencias ciudadanas. Despreciadas por su incoherencia y escasa efectividad en décadas de accionar político, sin atender las demandas ciudadanas y sus requerimientos de progreso y desarrollo humano.

En la Segunda Vuelta, sacadas del escenario las fuerzas tradicionales, la ciudadanía eligió las dos opciones emergentes más radicalizadas y extremas, con un mandato de inclusividad, diversidad, pluralismos, con amplio sentido ciudadano y compromiso social. En ese desafío triunfó el proyecto de Izquierda Radical por un amplísimo margen. El de derecha se mantuvo anclado a cuestiones muy conservadoras, confundiendo las opciones del candidato con las del proyecto político que intentó encarnar.

Para el bloque de Izquierda Radical el desafío será incorporar a la Centro Izquierda , efectuar un gobierno de cambios, con amplio sentido social y ciudadano, que compatibilice: crecimiento económico, la equidad social y estabilidad política, el clásico triángulo de la Gobernabilidad. Veremos las tensiones entre progreso y equidad; libertad y orden. Se evidencia la emergencia de un nuevo orden y de un cambio de época que cae desde lo global.

Para la Centro-Derecha, el desafío es refundar el sector, con nuevas ideas y liderazgos de sentido social, ciudadano, laico, democrático, ético y republicano. Superar la Derecha Económica, de énfasis conservador requiere un cambio generacional hacia un Centro Social. Asumir la adaptabilidad a la sociedad digital, a sus nuevas formas de organización, participación y canalización de ideas e inquietudes sociales. Esto no se logra haciendo más de lo mismo. Requiere definir lo que se quiere cambiar y aquello que debe conservar. Sus Centros de Estudios requieren reenfocarse más allá del dogmatismo economicista. En medio de un ciclo de derrotas se suma la "Madre de las Batallas", la Nueva Constitución Política.

Chile: el "Cambio de Época", la emergencia de una nueva sociedad requiere procesos de adaptabilidad profundos en toda la estructura institucional y en las habilidades y competencias, tanto en las organizaciones como en las personas. El Ethos ha cambiado y con ello surge una nueva ética, una nueva estética y una nueva emocionalidad. El país no puede seguir transitando estos desafíos en una ambiente de emocionalidad centrada en la desconfianza. CHILE, requiere UNIDAD; la democracia requiere valorar la diversidad y pluralismo. ¡Éxito al nuevo gobierno! Todos debemos colaborar, comprometidos con el bien común.

Recuperar las calles para los peatones

El comercio informal bajó ostensiblemente y se espera que sea una tónica que se mantenga durante el año: las autoridades comunales son las llamadas a actuar. Se deberá estar muy alerta para que las calles no se transformen en mercadillos, analizar los casos de quienes realmente necesitan trabajar y no permitir nuevas instalaciones informales.
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La desesperación e impotencia fueron los sentimientos que por meses embargaron a los comerciantes establecidos del casco central ante el explosivo aumento de la venta informal de artículos en plena calle. Incluso se pensó que era una situación que costaría muchas horas de trabajo de convencimiento y consensos para alcanzar acuerdos para devolver las calles a los peatones y respetar la labor de quienes se desempeñan en el marco de la legalidad.

Pero ayer el escenario en las calles era distinto. Estaban despejadas, libre paso para los transeúntes y sin el caos propio de las aglomeraciones y atochamientos.

Un rostro más amable y que da esperanza en que la toma de calles y espacios públicos acabará y de paso se romperá la espiral que amenazaba con convertir el casco histórico en un punto negro de la ciudad.

Todo cambió con el inicio del primer día laboral de nuevo año. La vista era distinta, pero no todos se atrevieron a decir que este era el fin de esa problemática, porque si bien entienden que tras el paso de las actividades de fin de año la actividad callejera sufriría un notoria baja, aseguraban que no tardará mucho tiempo para que nuevos grupos organizados lleguen con elementos para la venta motivados por las ganancias que pudieran lograr.

Qué se espera de quiénes están al mando de las distintas ciudades. La coincidencia es que deben estar muy alertas para que las calles no se transformen en mercadillos, analizar los casos de quienes realmente necesitan trabajar en la calle para intentar ubicarlos en ferias y no permitir nuevas instalaciones informales que el año recién pasado sobrepasaron todos los márgenes permisibles.

Las miradas contemplativas no pueden estar presentes en las autoridades comunales, porque si persisten el problema será incontrolable y permanente. Para ello deberán estar vigilantes y alertas ante cualquier atisbo de retomar lo vivido en los últimos meses de 2021 y evitarlos.

Se tienen las herramientas para hacerlo, sin necesidad de llegar a enfrentamientos o a altercados con quienes buscan un espacio en las calles del centro. Sólo si se actúa con inmediatez.

La última quincena de febrero será la prueba de fuego, porque se sabe que aparecen los uniformes y útiles escolares.

Reeducación frente a un accidente del trabajo

"Para lograr una verdadera inclusión, no sólo se requiere de políticas públicas, sino que también de la voluntad del mundo del trabajo". Manuel Cañón Pino, Director Nacional Instituto de Seguridad Laboral (ISL)
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¿Qué pasa cuando una persona sufre un accidente grave o una enfermedad profesional y de un día para otro, pierde su capacidad de realizar el trabajo u oficio que desempeñaba?

Esta situación que marca un antes y un después, implica un cambio de vida radical que involucra no sólo al afectado, sino que también a su familia y entorno, ya que todos enfrentan un proceso de adaptación.

El principal temor es no poder volver a trabajar. Sin embargo, muchos trabajadores logran reintegrarse al mundo laboral después de una experiencia traumática y con buenos resultados.

¿Cuál es la clave? La reeducación laboral, un beneficio gratuito que reciben los trabajadores producto de un accidente de trabajo o enfermedad profesional y que implica incorporar al trabajador afectado a un proceso cuyo fin es otorgarle el aprendizaje necesario para su inclusión laboral y social, previa evaluación de sus capacidades remanentes e intereses.

Para ello, es importante contar con un servicio de seguimiento, acompañamiento y atención integral en salud, que aborde el impacto social y emocional que desencadena un accidente laboral tanto en el trabajador como en sus familiares.

Un claro ejemplo de ello es la Unidad de Gestión Social que creamos en plena crisis sanitaria en 2020 y que apunta a generar transformaciones significativas, mediante acciones que buscan mejorar la calidad de vida de quienes están en situación de discapacidad. De esta manera, el apoyo se puede traducir no sólo en reeducación profesional, sino que también en adecuación de las viviendas, contar con beneficios económicos, reinserción laboral, etc.

Sin embargo, para lograr una verdadera inclusión, no sólo se requiere de políticas públicas, sino que también de la voluntad del mundo del trabajo para ofrecer oportunidades laborales a las personas discapacitadas bajo las mismas condiciones laborales, como las de cualquier otro trabajador. De hecho, volver a trabajar puede ser una buena terapia física y emocional.