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ENTREVISTA. Nadac reales del canto, Biotecnóloga y emprendedora:

"Hay empresas de Francia, Canadá, EE.UU. y México interesados en esta tecnología"

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La investigadora Nadac Reales del Canto, gestora de la investigación, afirma que la iniciativa que ideó en el patio de su casa y que hoy genera un gran interés de la industria minera busca contribuir ante el impacto causado por cambio climático.

"Son más de 260 publicaciones en los cinco continentes", comenta con orgullo la biotecnóloga egresada de ingeniería civil industrial de la Universidad de Antofagasta, al referirse al interés que ha despertado en medios de prensa y sitios internacionales especializados su proyecto de innovación tecnológica de biodegradación de metales.

Un trabajo de investigación que derivó en el empleo de bacterias, inofensivas para el ser humano, adaptadas para alimentarse de estructuras metálicas en desuso y contaminadas. La acción de estos microorganismos permite que el metal pase de un estado sólido a líquido mediante una labor de biodegradación natural, que genera a la vez un concentrado de hierro reutilizable.

En entrevista con El Mercurio de Antofagasta, Nadac Reales del Canto -quien comenta haber nacido en la ciudad de Calama y crecido en Antofagasta-, detalla los avances y el alto interés demostrado desde otros países por el proyecto que encabeza como fundadora de la "Star-up" Rudanac Biotec.

¿Cómo ha recibido la alta valoración de su proyecto tanto en el país como el extranjero?

-Este es un desarrollo tecnológico innovador, más que nada porque no hay ningún proceso similar a nivel mundial en donde se utilicen microorganismos que permitan desintegrar estructuras metálicas. Los comentarios a nivel internacional y nacional se deben a que este mismo proceso permite la eliminación de un desecho a escala industrial que actualmente no tiene ningún proceso, como ocurre en el caso de las estructuras metálicas contaminadas. Hay muchas personas que desconocen porqué este proyecto sería innovador; ocurre que hay una mayoría de estructuras metálicas que se pueden reutilizar. Sin embargo, cuando están contaminadas con gomas con cemento, ácidos y grasas no pueden ingresar a un proceso de fundición por lo que quedan descartadas y se convierten en un pasivo ambiental que genera contaminación. Hoy a nivel mundial estamos viviendo la crisis del cambio climático, y esta tecnología soluciona parte de esta problemática y contribuye a la eliminación de estos residuos ambientales . Ahora uno de los objetivos del proyecto consiste en trabajar en estructuras mayores como camiones tolva en desuso.

¿Hoy en las pruebas implementadas existen mediciones de cuánto tarda la degradación de ciertas estructuras?

-Hemos hecho pruebas de escala de laboratorio y piloto. En escala de laboratorios hemos trabajado con clavos, expuestos en esta solución, que se han demorado máximo tres días en desintegrar. En escala piloto hemos trabajado con estructuras que pesan entre uno y cinco kilos, y se han demorado entre cuatro a cinco días. Para evaluar cuánto se va a demorar en una tolva o en estructuras de mayor volumen ahora comenzaremos con las pruebas industriales.

¿Cómo ha avanzado hasta el momento su proyecto?, que según Ud. ha señalado previamente nació en el patio de su casa, en solitario, y con un Capital Semilla de Corfo regional...

-Actualmente estamos postulando a un nuevo proyecto Corfo, con una empresa minera para validar la tecnología a una escala industrial. Son las últimas pruebas que nos faltan de validación para contar con datos de cuánto tiempo se demora en biodesintegrar estructuras a escalas mayores, y además para implementar esta tecnología de forma ya operacional. Las escalas de laboratorio y escalas pilotos son pruebas de ensayo, pero para comercializar la tecnología o transferirla a una empresa para que pueda utilizarla se necesitan este tipo de datos: cuánto se demora en biodegradar estructuras mayores. Por ejemplo, tolvas o un montón de estructuras que se utilizan en la industria minera.

¿Hasta el momento qué países o empresas han manifestado interés en emplear su tecnología?

-El nombre de la empresa aún no lo podemos revelar, porque estamos en negociaciones. Hay empresas de Francia, Canadá, Estados Unidos, México. Ellos están interesados en aplicar esta tecnología y trabajar de manera colaborativa (…) En 36 países se han generado publicaciones en medios de prensa y sitios especializados sobre nuestro proyecto, como en China, Canadá, Australia, Islandia, Suecia y otros.

Hoy ante los favorables comentarios de su proyecto tanto en el país como el extranjero ¿ha habido acercamientos desde el Gobierno o de alguna institución para impulsar su iniciativa?

-En realidad, nosotros nos hemos acercado a algunas instituciones como el Ministerio de Medio Ambiente y seremi de Medio Ambiente, porque para implementar la tecnología más adelante de manera comercial necesitamos de algunos permisos. También nos hemos acercado a algunos consulados, como el de Canadá, que también está interesado en apoyarnos para poder transferir la tecnología a ese país. Con respecto a empresas, hemos estado trabajando en reuniones y propuestas tecnológicas con cuatro empresas mineras. Una de ella es la que nos va a apoyar en la postulación de este proyecto, para que así, una vez que tengamos validada la tecnología, podremos entregarla de manera más confiable a empresas que quieran implementarla (…) Buscamos contribuir al impacto causado por el cambio climático, y darle otras aplicaciones a la tecnología, porque si bien lo que hacemos es biodesintegrar estructuras metálicas, también con esta tecnología podemos remediar suelos contaminados con metales pesados".

"Esta tecnología soluciona parte de esta problemática y contribuye a la eliminación de estos residuos ambientales. Ahora uno de los objetivos del proyecto consiste en trabajar en estructuras mayores como camiones tolva en desuso".

Nadac Reales del Canto, Rudanac Biotec