Incertidumbre por futuro de iniciativas de contención humanitaria a flujo migratorio
CRISIS. Gobernador Regional sostiene que respuesta para prestar ayuda a migrantes debe ser de mediano y largo plazo, tras término de períodos de funcionamientos de recintos de acogida.
El cierre del albergue para migrantes Padre Alberto Hurtado del Arzobispado de Antofagasta, que se concretó el domingo pasado, se proyecta como un nuevo foco de tensión en la capacidad de otorgar respuesta humanitaria al flujo migratorio que atraviesa por la ciudad y en su mayoría se dirige a la zona centro sur del país.
El refugio funcionaba a un costado del terminal de buses cardenal Carlos Oviedo Cavada de Antofagasta y comenzó a operar el 8 de septiembre pasado en una capilla del Arzobispado. Su inicio de operaciones coincidió con la aglomeración que registraba el rodoviario en aquel período, cuando llegó a contar con hasta 500 extranjeros fuera del recinto tras haber ingresado al país en su mayoría por pasos no habilitados y provenir principalmente de la Región de Tarapacá.
Desde su puesta en marcha el recinto recibió a más de 700 migrantes, según confirma Jonathan Cifuentes, asistente social que cumplió las labores de coordinador del refugio Padre Alberto Hurtado. Según Cifuentes el refugio había de recibir a migrantes el 17 de diciembre pasado. Sin embargo, y como muestra de la alta presión migratoria que enfrenta la ciudad, en los tres días previo al cierre más de 70 personas llegaron a instalarse fuera del recinto en búsqueda de hospedaje. "El albergue tenía un período de funcionamiento y durante estos días se está cumpliendo con las reparaciones correspondientes del lugar para entregar la capilla a la comunidad y al Padre (Benito)", afirma.
Según comenta Cifuentes, hasta este domingo 10 familias permanecían en esta residencia transitoria. A parte de estas se les logró gestionar un subsidio de arriendo.
"Se viene un escenario muy complejo. A partir de enero y febrero se verá una ola más creciente de migrantes que lleguen a nuestra región (…) Muchos quedarán en la calle", agrega Cifuentes. A este escenario se suma el próximo cierre del Centro de Primera Estadía de Antofagasta, que gestiona la Fundación Corazones Unidos tras el apoyo financiero del Ministerio del Interior y asesoría técnica de la Seremi de Desarrollo Social. El recinto, destinado a grupos familiares migrantes en tránsito hacia la zona centro sur del país, cuenta con un plazo de funcionamiento de tres meses.
Claudia Abarca, a cargo de la gestión del Centro de Primera Estadía, sostiene que el panorama resulta crítico tras el término de funcionamiento del albergue del Arzobispado de Antofagasta. "Ya es un caos, porque ellos eran los que más albergaban, y de ahí trasladaban a las distintas instituciones. Será todo muy difícil a contar del 1 de enero, porque además el albergue Padre Hurtado estaba en un lugar estratégico, al lado del terminal. Nosotros además dejaremos de funcionar el 24 de enero", afirma.
Cifuentes, en tanto, sostiene que la gestión por parte de las autoridades de un recinto favorecería la extensión de la labor de apoyo humanitario que ha prestado el refugio del Arzobispado de Antofagasta.
Gestión por albergues
Según el gobernador regional Ricardo Díaz (Ind) el Consejo Regional (Core) ha solicitado a la Delegación Presidencial Regional de Antofagasta, que encabeza Daniel Agusto, una rendición de cuentas sobre los recursos aprobados por el Gobierno Regional para enfrentar la crisis migratoria. El monto aprobado el 15 de septiembre pasado por el Consejo Regional (Core) asciende a $1.500 millones. "El compromiso que asumió tanto el Gobierno como el Ministro del Interior (Rodrigo Delgado), como la Ministra de Desarrollo Social (Karla Rubilar) acá en la región, era mantener las condiciones para que el proceso migratorio no nos afecté como región. Por lo tanto, nos vamos a tener que reactivar con el ministro, y si para eso es necesario ir a molestarlo allá a Santiago, tendremos que hacerlo para que se resguarde y se siga manteniendo esta situación Nosotros vemos que desde el momento que logramos ese compromiso el problema migratorio por lo menos estuvo contenido", comentó.
"Cuando yo conversé con el ministro, conversé con él en un plan de mediano y largo plazo, porque el tema migratorio no es algo que se vaya a resolver en lo inmediato. Yo no comparto la postura del actual Gobierno de hacer cosas para salir del problema, solo mediáticas e improvisadas. La idea era esa (habilitación de albergues), y traspasar los recursos a Interior para que pudieran mantener la consecución de estos programas de tal manera de asegurar a la ciudadanía que la migración no nos iba a afectar", agregó Díaz, quien sostuvo que el Delegado Presidencial Regional el 7 de enero rendirá cuenta ante el CORE.
Lluvias estivales
El inicio del invierno altiplánico, que incluye en temporada estival frentes de mal tiempo en zonas interiores y cordilleranas de regiones nortinas, ha agudizado la vulnerabilidad del flujo migratorio por la frontera norte, como en el caso de Colchane.
Según informaron desde el municipio de Colchane este escenario resulta crítico para familias con menores de edad que ingresan durante las madrugadas al país por pasos no habilitados. "La verdad que ha sido muy fuerte, más que todo para los niños ya que nos tocó quedarnos en la calle y se nos pusieron enfermos. La lluvia nos agarró en la calle y se nos mojaron, de paso tiene gripe, vómito y no hemos recibido atención médica, por eso estamos aquí porque dicen que en esta Iglesia nos pueden dar ayuda a los venezolanos", comentó en Colchane la migrante venezolana Mauren González. En Colchane opera el albergue de primera respuesta humanitaria y la iglesia de la localidad como lugares que otorgan refugio transitorio a los extranjeros que ingresan al país.