Proyecciones políticas
Dra. Francis Espinoza F. Académica UCN
A partir del 'Factor Parisi', el norte de Chile y, en especial, la Región de Antofagasta se han puesto de moda. Tanto es así que esta semana dos medios internacionales, El País de España y Estadão de Sao Paulo en Brasil me han entrevistado para saber cómo se comportará el 'Norte Grande' (Andrés Sabella, 1944) en esta segunda vuelta, si los votos de Franco Parisi se irán a uno u otro candidato, y cuáles serán los factores claves que determinen la votación por estos lares. No es fácil hacer un análisis proyectivo, pensando que la carrera al sillón presidencial está aún muy abierta e incierta; en general quienes comentamos política desde la teoría nos 'falta calle', y la atmósfera electoral en general está muy crispada y todavía con mucha polarización política y ciudadana.
A sólo horas de saber quién será el próximo presidente de la nación, todavía se plantean profundas dudas sobre los nichos electorales y los bolsones de votos a conseguir. Tanto las encuestas como las señales del mercado se han inclinado hacia un candidato, pero pareciera ser que el escenario está muy competitivo y se habla de un voto prestado y de muchos sufragios todavía por conquistar.
Sin embargo, estas matemáticas políticas sólo son parte de un proceso mayor de ingeniería electoral, que ha ido moviendo los liderazgos y programas hacia distintos clivajes y tensionando la atmósfera previa a la segunda vuelta, hasta transformar estos días en una eternidad (Kenneth Bunker, El Mercurio de Antofagasta, 12/12/2021). Estas proyecciones políticas han ido derrumbando las grandes narrativas (Jean François Lyotard, 1979) de las elecciones anteriores.
Desde 1999, todas las elecciones presidenciales han tenido segunda vuelta, tres segundas vueltas han sido ganadas por la centro izquierda (Lagos, 2000; Bachelet, 2006; Bachelet, 2013) y dos por la centro derecha (Piñera 2010, 2017). Desde 1990 ningún/a candidato/a ha llegado a La Moneda sin ganar la Región Metropolitana. En las siete elecciones anteriores, nunca triunfó un/a presidenciable sin imponerse en una mayoría de las regiones que conforman nuestro país. En la primera vuelta, José Antonio Kast fue primera mayoría en 10 regiones, Gabriel Boric ganó en cuatro regiones (incluida la Metropolitana), Franco Parisi triunfó en nuestra región y Yasna Provoste en Atacama.
Pese a estos resultados y observando los datos en perspectiva, en los análisis contemporáneos de la política, se ha comprobado que los 15 días en que no se muestran tendencias desde el levantamiento de sondeos de opinión ni hay propaganda, se pueden producir profundos cambios en las tendencias. Por ende, hasta el día eleccionario de hoy no habría un 'caballo ganador', todo está por decirse, incluyendo el voto silencioso, pues finalmente "son las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema" (César Vallejos, 1919).
En esta elección, tampoco podríamos dar por sentado que quien ganó la primera vuelta, será el futuro presidente, dada la crisis de liderazgos presentada por ambos candidatos, lo que nos lleva a pensar que podría aumentar la abstención y los votos nulos y blancos. El socio-director de Criteria Research, Cristián Valdivieso, señala que más allá de una polarización observada en el país, se aprecia una fragmentación de subjetividades que obedecerían a nichos de 'futuribles' votantes tales como la juventud, las mujeres, las comunidades LGTB+, el/la adulto/a mayor y otras comunidades electorales. Pero estos 'target group' también presentan una gran volatilidad al momento de ser cautivados/as por las estrategias propagandísticas (webinar 5 razones para definir el voto: Los datos y bolsones de votos a conquistar, 15/12/2021).
En términos simples, Valdivieso señala que Gabriel Boric representa las razones que motivaron el Estallido Social. En cambio, José Antonio Kast refleja una nueva lectura de éste, un presente actual sobre el 18/O. Mientras Boric se quedó en el 2019, Kast simboliza el cansancio del desorden y la violencia en 2021. Por ende, las proyecciones políticas estarían más allá de valores materiales, la post-materialidad del cambio en ambos bandos es lo que determinará finalmente el triunfo.
"A sólo horas de saber quién será el próximo presidente de la nación, todavía se plantean profundas dudas sobre los nichos electorales y los bolsones de votos a conseguir".