El G7 eleva el tono de su advertencia con un frente común ante Rusia
CUMBRE. Abordaron también China e Irán.
El grupo de las democracias más ricas del mundo, el G7, unificó su posición para hacer frente común ante la supuesta intención rusa de atacar Ucrania y amenazó a Moscú con pagar un "alto costo" si comete cualquier acto hostil contra su vecino.
Las potencias no revelaron cuáles serían las posibles sanciones a Rusia, una vez descartada una respuesta militar, pero advirtieron que éstas acarrearían "enormes consecuencias" para el régimen de Vladimir Putin.
En la reunión de los ministros de Exteriores del G7 que se celebró este fin de semana en Liverpool, primó la inquietud por la acumulación de tropas que ha realizado Rusia en torno a la frontera con Ucrania en las últimas semanas.
El objetivo era asegurar una respuesta coordinada a cualquier incursión. Sin embargo, la imposición de sanciones, sobre todo si implican al futuro gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania, tiene un mayor potencial destructivo sobre la economía europea que sobre el resto de socios del G7.
El grupo optó por en esta ocasión sacar una declaración formal por separado al respecto de Rusia y Ucrania. "Rusia no debería tener ninguna duda de que una nueva agresión militar contra Ucrania tendría consecuencias enormes y un alto costo como respuesta", declararon los miembros del G7: Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Estados Unidos, Japón y Canadá, más la Unión Europea.
La alianza insta a Putin a "desescalar, recurrir a los canales diplomáticos y respetar sus compromisos internacionales en transparencia de actividades militares".
EE.UU. y Ucrania dicen que Rusia prepara una incursión en territorio ucraniano que podría ser en enero, y que por eso desplegó hasta 94.000 soldados rusos en la frontera. Washington apunta a que la cifra podría elevarse a unas 175.000 tropas.
China e irán
El G7 abordó también el desafío a largo plazo de la influencia china, que inquieta a este grupo que concentra el 50% de la riqueza mundial.
Los ministros recordaron a Pekín la "importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán", así como mostraron su "preocupación" por las "políticas económicas coercitivas" que a su entender impulsa China.
Respecto de las negociaciones nucleares con Irán, el G7 celebró la reanudación de las conversaciones en Viena, pero reiteró que Teherán debe cesar el enriquecimiento de uranio y lograr un acuerdo "ahora que todavía es posible. Se trata de la última oportunidad para Irán. Es vital que vuelvan a la mesa de diálogo y sean serios en las negociaciones", dijo Liz Truss, ministra del Exterior británica. "No permitiremos a Irán hacerse con el arma nuclear", agregó.