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Convención Constitucional y Educación Superior

"Hay mucha esperanza en el resultado del trabajo de la Convención, pues su carácter democrático y participativo, debiera dar sustento a la definición de los principales ejes en los que se sostenga el texto constitucional". Luis Alberto Loyola, Rector Universidad de Antofagasta
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El estallido social ocurrido en octubre de 2019 fue la manifestación más explícita del descontento popular que se venía gestando por décadas, a causa de múltiples factores que pueden resumirse en la instalación de un modelo de sociedad neoliberal, que privilegió el crecimiento económico y debilitó el tejido social, instalando una sociedad de consumo donde la desigualdad hizo crisis.

A dos años de este hito en la historia de Chile, podemos decir que la consecuencia más relevante ha sido el Plebiscito que mandató la redacción de una nueva Constitución Política, donde la opción Apruebo obtuvo más de un 80% de las preferencias, con una de las convocatorias más masivas desde que se estableció el voto voluntario.

Histórica también resultó la composición de la Convención Constitucional, donde la presencia de los representantes de los pueblos originarios y la paridad de género, dieron como resultado una plataforma diversa, que pareciera mucho más representativa y transversal a la realidad del Chile de hoy.

Hay mucha esperanza en el resultado del trabajo de la Convención, pues su carácter democrático y participativo, debiera dar sustento a la definición de los principales ejes en los que se sostenga el texto constitucional.

Como rector de la Universidad de Antofagasta, valoro el trabajo que han desarrollado hasta el momento en la Convención, en especial en la Comisión de Conocimiento, Cultura, Ciencias, Tecnología, Artes y Patrimonio, pues por primera vez, estas áreas tan relevantes para el desarrollo del país serán consideradas como ejes fundamentales en la nueva Carta Magna.

Es por lo anterior que me permito poner el acento en el rol que se les dará a las universidades estatales en este nuevo ordenamiento, pues el Estado desde la dictadura cívico militar, desarticuló el sistema universitario público, disminuyendo al mínimo los recursos basales y promoviendo una desigual competencia con las universidades privadas.

Los planteles estatales, especialmente los de regiones, hemos sufrido el abandono del Estado por décadas. Por ello es indispensable que la nueva Constitución distinga el rol público de sus Universidades, y defina claramente como un derecho garantizado la educación superior pública, haciéndose cargo de su financiamiento basal y promoviendo la articulación entre la educación secundaria y terciaria técnico profesional.

No cabe duda de que estamos transitando por un ciclo histórico y trascendental que definirá el modelo de sociedad que queremos de aquí a las próximas décadas, y en este escenario, el fortalecimiento del sistema público de educación superior es fundamental para alcanzar las competencias que nos permitirán dar el salto cualitativo que esperamos.

La esperanza de vivir en un mejor país

La reciente visita de la presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncón, refrendó las esperanzas de avanzar en ese sentido a través de una nueva Carta Magna. Medio ambiente, pensiones, educación descentralización y otros son temas que están instalados y que, según Loncón, "en algún momento se van a comenzar a votar".
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No fueron pocos quienes sentían que en nuestra sociedad estaban germinando con fuerza semillas de molestia, falta de representación y rabia con cómo se estaban manejando los destinos del país. La desigualdad multidimensional provocaba molestia y apuntaba a quienes por décadas habían tenido el poder en nuestro país, la casta política que apuntó a resolver algunas precariedades pero a poco andar se olvidó de la esencia, de los pobladores y gobernaba con meros afanes económicos.

Fueron los temas gatillantes del estallido social que escaló rápidamente para hacer sentir la insatisfacción y exigir salidas a la crisis de legitimidad, de representatividad, de confianza y procurar un mejor Chile.

Los que lucharon por el regreso a un sistema democrático creyeron todo resuelto con la posibilidad de elegir a sus gobernantes, pero no dedicaron tiempo, trabajo ni energías suficientes para entender que había situaciones de fondo irresolutas que debían ponerse en acción. Se hablaba poco y con ello pocos eran los que insistían de manera constante, porque su voz se perdía entre muchas dudas y miedos.

Tener una percepción de país, saber sus falencias y puntos débiles no es suficiente si es que ese diagnóstico no tiene en la práctica acciones concretas y aterrizadas. No las de parche o aquellas que no son más que un retoque, un maquillaje a l existente y no una verdadera solución.

El estallido apretó esa tecla con fuerza y se sintió en todo el país, que puso como una gran condicionante contar con una Constitución que en sus articulados definiera todo lo que se necesita para vivir en un mejor país. Y por ello este nuevo documento debía salir desde la propia ciudadanía.

Mediante una elección se eligieron a los convencionales constituyentes quienes llevan algunos meses enfrascados en cumplir la tarea encomendada. Magna labor que no ha estado exenta de complejidades y críticas, pero que en lo esencial está cumpliendo en los plazos esperados.

Su presidenta, Elisa Loncón, visitó nuestra región y dejó en claro que ante las expectativas la labor de los constituyentes está enfocada en ello y la confianza existe en que podrán entregar una nueva carta magna que cumpla con lo esperado por la comunidad.

Medio ambiente, paridad de género, mejores pensiones, educación descentralización y otros son temas que están instalados y que, según Loncón, "en algún momento se van a comenzar a votar".

"Hambre y sed de justicia…."

"Un plan urbanístico es garantizar que los bienes urbanos lleguen justamente a toda la población, como así también las políticas públicas para todas las regiones". Pedro Aranda Astudillo, Fundador de la Corporación Gen
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"Sí, felices los que tienen hambre y sed de justicia" Jesús. Para los cristianos de derecha, de centro, de izquierda se les puede preguntar si Jesús es su comodín para sus creencias ideológicas políticas y/o religiosas. Al desvanecerse "lo cristiano" aparecen el fundamentalismo, el integrismo, los fanatismos y las exclusiones.

Jesús quién más nos vio como imagen y semejanza de su Padre asumió con su profunda pasión el hambre y la sed de la justicia social. Saciar el hambre y la sed de justicia es vivir la felicidad y la paz. Vale decir, la misma armonía que existe en la naturaleza. La naturaleza no es una quimera mientras la respetemos. Pero, desarrollemos algo del término justicia: "justo a la medida", "justo, anillo al dedo" la arquitectura tiene como eje que todo ensamble justo, todas las piezas coordinadas justamente, lo justo "encuadra", la justicia de lo justo es el eje de la creación y sólo el amor la desborda.

Un plan urbanístico es garantizar que los bienes urbanos lleguen justamente a toda la población, como así también las políticas públicas para todas las regiones. Chile es un país injusto por tener como capital una megápolis succionante y sus regiones deficitarias. Los "desajustes" por sí mismos se condenan, desestabilizan, se derrumban. Decía Napoleón Bonaparte: "Sin justicia hay sólo divisiones, víctimas y opresores". Pero Albert Camus (Nobel de Literatura 1956) corona: "Si el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa todo". Maravillados estamos de las conquistas espaciales, sin embargo no nos podemos conquistar a nosotros mismos… Salvo algunos países hacen de la justicia su reinado, los países nórdicos dignos de mencionar y más aún el Reino de Bután.

El clima social mundial muestra cómo la humanidad se aborta a sí misma. La ONU providente del bien para la humanidad estableció desde el 25 de septiembre de 2015, 17 objetivos de desarrollo sustentable a lograr para el 2030, difícil será por la pandemia entre medio y las implantaciones tecnológicas que varará a multitudes de personas. Este hecho nacido en las Naciones Unidas evidencia que pese a todo las incoherencias del comportamiento humano yace en su esencia la aspiración por la fraternidad humana: Su objetivo troncal: "Nadie fuera de la mesa", esta es la médula de la justicia pues los seres humanos somos hijos del mismo útero desde hace un millón y medio de años que el hombre se puso de pie. Pero, la indigencia absoluta de la humanidad con todos sus poderíos logrados ha sido, y es su fracaso de convivir en equidad. Albert Einstein con su mordaz sapiencia decía "Dos cosas son infinitas: la estupidez humana y el universo, y no estoy seguro de lo segundo". Si abrimos los ojos junto con el cerebro bajaríamos las rayitas del termómetro de la estupidez…