Vecinos de Población Bellavista convirtieron en monolito un cañón de la Guerra del Pacífico
CIUDAD. Aunque es conocido popularmente como la bala, investigador aclara que se trata de un cañón enterrado que se utilizó contra el Huáscar.
Nacida y criada en la Población Bellavista de Antofagasta, Roxana Carrizo conoce desde niña la pieza histórica incrustada en el sector y apodada como "la bala". Según cuenta la antofagastina que desde el 65' vive en la población, esta estructura estaría ahí desde agosto de 1878 y siempre ha sido cuidada y resguardada por los propios vecinos. "La bala es parte de mi historia, crecimos alrededor de ella. Claramente se ha ido deteriorando, por lo que, entre los vecinos decidimos ponernos de acuerdo para hermosearla y cercarla".
Carrizo detalló que, "todo nació entre nosotros como comunidad, hicimos algunas colectas y logramos ponerle un radier alrededor de la bala, cadenas y la pintamos con los colores del Club Bellavista".
No es una bala, sino un cañón
Sobre esta pieza, el investigador y periodista antofagastino, Jaime Alvarado, aclara que no se trata de una bala, sino de un cañón situado ahí efectivamente desde el periodo de la Guerra del Pacífico.
Según Alvarado, "es un cañón perteneciente al fuerte Bellavista, el cual después fue renombrado como fuerte Centinela, por eso la población que está en la zona lleva su nombre. Eso se habrá dado entre el 26 y el 29 de agosto, en plena Guerra del Pacífico, específicamente en el Segundo Combate Naval de Antofagasta.
Desde aquí disparó la batería "Bellavista", uno de los últimos porque el cañón se desmontó, pero con ese tiro dio en el blanco, destruyendo la base de la chimenea del blindado peruano Huáscar y matando al teniente 2° Carlos de los Heros".
El investigador cuenta que, "ya en marzo del 91, en pleno desarrollo de la revolución de la Armada y el Gobierno destituido de José Miguel Balmaceda, cuando la ciudad cae en el poder de los golpistas de aquella época, decidieron clavar el cañón en el lugar, con la punta hacia abajo con el objetivo de que quede inutilizable para el enemigo y así quedó esta pieza, en esa posición".
Por eso, lo que alcanza a verse actualmente, y que fue pintado por los vecinos, es la cola del cañón.
Cuidado
La vecina Roxana Carrizo afirma que, "la pieza es cuidada por todos los vecinos, estuvimos a punto de perderla. Hace tiempo atrás, ocurrió un episodio que terminó con la remoción de 'la bala' del lugar.
La verdad es que como muchos en ese entonces eran de la población, que nacieron y crecieron en el sector, lucharon por recuperarla y lo consiguieron. De ahí se volvió a instalar donde había estado".
Aunque el periodista destaca la labor de los vecinos y el resguardo que le han dado a esta pieza, es crítico respecto a que se haya pintado. "Considero que era importante más que hermosearla, restaurarla. Esta es un fragmento de la historia, me hubiese gustado más que pintarla con los colores de un club, haberla resguardado".
"Esta es un fragmento de la historia, me hubiese gustado más que pintarla con los colores de un club, haberla resguardado"
Jaime Alvarado, investigador