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El "Cazador de eclipses" solares relata sus travesías persiguiendo estos fenómenos

CIENCIA. Christian Nitschelm, astrónomo y académico de la U. de Antofagasta, ha presenciado 17 de estos hitos espaciales, llegando incluso a observar uno desde el medio del océano.
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El próximo eclipse que verá Christian Nitschelm será lunar, y ocurrirá la otra semana, la noche del jueves al viernes. Para poder observarlo, debe trasladarse a la Caleta El Cobre, camino a Paranal. Explica que debe salir de Antofagasta por dos razones. La primera es por el tiempo, dice que nada le asegura que estará el cielo despejado ese día. "Es muy inestable. Nadie ni nada me dice que la noche del jueves al viernes no vamos a tener nubes", argumenta.

La segunda tiene que ver con algo que cataloga como una plaga. "Se llama contaminación lumínica, y eso es una molestia total", enfatiza. Y afirma que esto no solo le afecta a él y a sus colegas astrónomos, sino que también influye en la vida salvaje. "Es un desastre total", comenta.

Inicio de las travesías

Este académico francés, del Centro de Astronomía de la U. de Antofagasta, se interesó en esta rama de la ciencia a los 10 años. A la fecha, ha podido observar y estudiar 17 eclipses solares, transformándolo en un verdadero "Cazador de eclipses".

"Siempre tuve la idea de ver uno, pero cuando uno es joven no puede viajar. Solo vi eclipses parciales", comenta.

Una vez terminado su doctorado de Astrofísica, Nitschelm finalmente pudo viajar para ver su primer eclipse total de sol. Cuenta que, unos días después de finalizar su posgrado, se encontraba arriba de un avión camino a Indonesia. Tenía 25 años. "Fue en 1983, era fines de mayo. Llegué allá sin hablar el idioma. Pero encontré un francés que me ayudó mucho", cuenta Nitschelm.

Un año después tuvo la oportunidad de presenciar otro. Esta vez de un lugar insólito. "Hubo un eclipse total en el año siguiente, entre Australia y Nueva Caledonia, que es un territorio francés en el Pacífico. Y el cono de sombra estaba pasando el mar. El mismo colega que me ayudó en el año anterior, en Indonesia, contactó al Ejército de Francia y un barco militar francés nos llevó al mar, y se puso abajo del cono de sombra", relata.

Sin embargo, para el académico el eclipse más impresionante que ha podido presenciar fue en México, en 1991. Cuenta que ha sido la única vez que vio uno con siete minutos de duración, el máximo de tiempo.

En 1994 tuvo la oportunidad de observar uno de estos fenómenos en tierras chilenas. Fue en el Parque Lauca, al norte de Chile, en la orilla del lago Chungará. "Fuimos 15 días antes para aclimatarnos a la altura. El día del eclipse vimos a la gente llegar con problemas para respirar, pero nosotros estábamos perfectamente aclimatados, y fuimos capaz de sacar fotos. El paisaje era maravilloso, el lago, el volcán Parinacota y al otro lado el Guallatiri. Fue un espectáculo genial", dice.

Y es que Christian Nitschelm recalca que es uno de los momentos más maravillosos que uno podría vivir. Aunque afirma que se debe controlar los nervios, para poder capturar un buen registro del fenómeno, por lo que no se pueden distraer con nada, ni siquiera con los cambios nítidos que ocurren en el entorno.

"Antes de un eclipse total de sol es interesante escuchar los animales. Los pájaros paran de cantar, las vacas y los caballos van a dormir. Hay cosas que ocurren que no son normales. Hay cambios nítidos en la naturaleza, al ser un fenómeno muy poco común. La probabilidad que tenemos de un eclipse total en un lugar, por ejemplo Antofagasta, es de cada 350 años. Es poco común", explica.

Secuencia de eclipses

Para principios de diciembre se producirá un nuevo eclipse de sol. Aunque Christian Nitschelm argumenta que en Chile no se podrá observar nada, solo en la Antártica.

¿Y va a ir a la Antártica?

- No, es demasiado difícil acceder. El clima también es difícil. Tengo amigos que una vez fueron a ver un eclipse en Siberia. Estuvieron con menos 40 de temperatura. Fue casi imposible tomar fotos. En la Antártica es más frío que eso.

Sin embargo, el académico sostiene que entre 2023 y 2027 se producirá una secuencia de eclipses solares, entre anulares y totales. Uno será en Isla de Pascua en 2024, y será anular; luego en Argentina de las mismas características, mientras que el siguiente será total y se producirá en México y luego uno en España

Finalmente, en 2027 habrá otro total, en la costa norte de África. Nitschelm cuenta que "lo más extraño es que este eclipse será total en la ciudad de La Meca, el santuario musulmán. Los peregrinos van a tener un eclipse total".

¿Y va a parar en algún momento?

- Hasta que tenga vida, no. Yo no voy a parar. Hice todo para poder hacerlo.