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Nicaragua vivió comicios tachados de "farsa", con una ola previa de arrestos

POLÍTICA. El presidente Daniel Ortega justificó detenciones de sus opositores comparándolos con los "terroristas" que atacaron el Capitolio de EE.UU. Human Rights Watch adelantó que habrá un nuevo Gobierno del sandinista "a fuerza de represión".
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Más de 4,4 millones de nicaragüenses estaban convocados para ir a las urnas en la jornada de ayer, en unas polémicas elecciones generales que estuvieron marcadas nuevas detenciones y denuncias internacionales ante la cerrada autodefensa del régimen del sandinista Daniel Ortega.

En estos comicios el mandatario, al que la prensa local califica de "dictador", busca su tercera reelección seguida para un cuarto mandato consecutivo de cinco años, y el segundo con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, recientemente nombrada "copresidenta" de la nación, aunque es inconstitucional.

En esta elección, los nicaragüenses votaron para elegir a su presidente y vicepresidente, 90 diputados ante la Asamblea Nacional, y 20 ante el Parlamento Centroamericano.

Ayer las urnas abrieron 20 minutos antes de las siete de la mañana, hora en que estaba programada la apertura, y uno de los primeros nicaragüenses en votar fue el canciller Denis Moncada, quien envió un mensaje de advertencia.

"No vamos a intimidarnos con sus amenazas, con sus medidas unilaterales, con sus sanciones, con sus amenazas de desconocimiento de elecciones", declaró el canciller en referencia a la comunidad internacional, principalmente a Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

La legitimidad de las elecciones generales en Nicaragua ha sido puesta en duda debido al arresto de siete posibles candidatos a la presidencia de la oposición que se perfilaban como los principales rivales de Ortega y la eliminación de tres partidos políticos durante los meses previos a los comicios.

Durante la jornada, Human Rights Watch (HRW) insistió en sus acusaciones contra el Gobierno sandinista y aseguró que las elecciones "son una farsa", en palabras de José Miguel Vivanco, director ejecutivo de HRW para las Américas, para quien Ortega asumirá su cuarto mandato "a fuerza de represión, censura y miedo".

Vivanco argumentó que los comicios son una "farsa", porque desde fines de mayo "el régimen ha detenido y procesado arbitrariamente a 39 críticos del Gobierno", la mayoría por "traición a la patria".

"Ortega ejerce el control de todos los poderes, incluyendo la Asamblea Nacional, los tribunales y el Consejo Supremo Electoral", agregó Vivanco.

Arrestos en la víspera

Aunque la jornada de votación se desarrollaba con relativa calma hasta el cierre de esta edición, la noche del sábado se vivió una jornada con el arresto de al menos otros nueve líderes opositores, según denunciaron las organizaciones Unidad Nacional Azul y Blanco, y la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.

Fueron "secuestrados por el régimen, en redadas ilegales, lo cual no hace más que reforzar el estado de sitio en el que el régimen de Ortega y Murillo ha puesto a la oposición", dijo la dirigente de Unidad Nacional, Alexa Zamora.

Durante la jornada, la oposición hizo circular campañas virtuales desaconsejando votar bajo el argumento de que hacerlo sería legitimar a la "dictadura Ortega Murillo". Según La Prensa, la campaña podría haber surtido efecto y graficó que en los centros de votación se registró baja participación, aunque hasta el cierre de esta edición no se conocían datos preliminares u oficiales.

En un discurso tras depositar su voto, Ortega criticó enfático los llamados a no participar en el proceso electoral.

"El voto no mata a nadie, el voto no causa herida alguna en ninguna persona, el voto no llama al terrorismo", subrayó. "Estamos realizando estas elecciones, y seguros de que en esta batalla, que es histórica, hay que decidirse por el terrorismo, la confrontación, la guerra o la paz", zanjó.

Ortega se tomó de lo ocurrido en el Capitolio de Estados Unidos para justificar las detenciones a los opositores.

"Tanto derecho tienen ellos para abrir procesos contra terroristas, como derecho tenemos los nicaragüenses a abrir procesos contra los terroristas, porque estaban conspirando, porque no querían que se realizaran estas elecciones", defendió.