Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Actualidad general
  • Opinión
  • Clasificados
  • Servicios
  • Deportes
  • Espectáculos
  • Contraportada

Minería y el cuidado de la biodiversidad

El nuevo paradigma busca no sólo minimizar el daño, también mejorar los ecosistemas existentes. Si es posible y sería muy potente ver que quebradas , cuencas, vegas, humedales, salares, vertientes, entre otros vuelven a cobrar vida con la ayuda de la minería.
E-mail Compartir

Dentro de la Política Nacional Minera (2050) hay varios puntos que definen el trabajo de esta industria con una mirada de sostenibilidad en las faenas productivas. Es otro paradigma, porque la sola producción de calidad no es suficiente, hoy se requiere que en cada uno de los pasos elaboración haya cada vez menos impacto en el medioambiente y en los territorios donde están asentadas las operaciones.

El mundo cambió y Chile también, por ello la minería no puede mantenerse al margen de esa nueva mirada en que la trazabilidad será de gran importancia. Todo apuntado a ser más amigable con el entorno y que la producción no sea a cualquier costo.

Dentro de la PNM, destaca un aspecto importante y que ha sido motivo de mucho cuestionamiento desde los orígenes de la minería muchas veces amparados en hechos. Siempre se dijo que la biodiversidad era uno de los sectores más dañados con las faenas industriales y el cambio en las condiciones naturales era casi irreversible tras el fin de una operación minera.

De ello hemos sido testigos los habitantes de la región. El paso de esta industria ha terminado por dañar ecosistemas y las forma de vida de comunidades indígenas. La principal por el indiscriminado uso del agua de cordillera y la contaminación de suelos y caudales.

Por ello es muy positivo que esa mirada cambie definitivamente. Así lo adelantaron las autoridades del Ministerio de Minería en el lanzamiento de PNM y que se hizo desde la región, específicamente desde la capital de la provincia El Loa, Calama.

Allí en uno de sus puntos se detalla el compromiso con la biodiversidad y no sólo evitar daños colaterales producto de la explotación, sino que la minería se transforme en un componente catalizador y enriquecedor de lo existente.

Algunos pensarán que es imposible, pero no. Si existe el compromiso por no dañar hay espacios para que lo existente pueda recibir los beneficios de la industria, la que puede destinar recursos no solo para la conservación también para apoyar situaciones que se han debilitado por el cambio climático y otros factores.

Si es posible y sería muy potente ver que quebradas , cuencas, vegas, humedales, salares, vertientes, entre otros vuelven a cobrar vida con la ayuda de la minería. Están las herramientas y ahora conocemos del compromiso, solo basta ponerlo en acción.

El justo propósito de la poesía

"En esa actitud, de la palabra por debajo del tamiz, surge la precisión poética, como descubrimiento, del poeta Miguel Morales Fuentes". Francisco Javier Villegas, Profesor y escritor
E-mail Compartir

Leer poesía, afirman quienes lo hacen, no es un acto raro. Es surgir en una revelación donde sobrevienen los intentos por encontrar armonías y desarmonías de la realidad, aunque el mismo lenguaje sea una contradicción intermediada. En esa actitud, de la palabra por debajo del tamiz, surge la precisión poética, como descubrimiento, del poeta Miguel Morales Fuentes. Un poeta fulgurante como pocos en el territorio del norte, que nos desborda en el riesgo de todo límite, en ese acto de hacer poesía, desde el "modo único de ser poeta".

Eso es lo que sucede cuando tenemos la ocasión de leer al poeta Morales, poeta residente de esta ciudad, desde los años setenta, casi como una cuestión de azar o de deseo por permanecer en estas comarcas de colinas parduzcas y mares resonantes. Un poeta de profundidad llenando la incerteza en esta fragilidad de no saber hacia dónde vamos o como un poeta asumiendo la estrella de la esperanza en el indudable arte de los objetos apropiados por su palabra. Se trata de decir que la poesía de Miguel Morales Fuentes, la del poemario "El herrero y su noche", tiene el aliento profundo de la conciencia asumida de que la poesía es arte y vida.

De gran manera, el poeta Morales Fuentes ha vivido en el sentido de lo que le ha otorgado su propia existencia: la de "vivir poéticamente" con fidelidad a la palabra y a su propia familia en armonía humana y poética. Sus versos lo trasuntan evocando, de alguna manera, a ese otro poeta mítico llamado el "chico" Molina. Nada más expresivo en su lírica, con legítima dimensión, que la intimidad de sus versos en zozobra como asistiendo a un tiempo en que solo hay "un horizonte de ventanas y lámparas suicidas".

Es posible que el autor de poemarios como "Los versos del tipógrafo huraño" o "La elegía y el regreso", libros de lenta revelación, en que temas como la nostalgia, deseo, soledad, destino, el desbordado Sur y la amorosa y caprichosa melancolía sean conciencia de la fruición rítmica, del amor y de su modestia llevadas por ese paraíso perdido, que cantan los poetas, encontrando en sus textos, imaginación y sensibilidad, una naturaleza arrancada desde los mismos instintos para regresar a los recuerdos inevitables, a esas imágenes que el poeta prefigura con evidente espíritu de profundidad.

Los textos del poeta Morales Fuentes provocan la posibilidad de decir que existirán distintas alquimias, distintas voces, para recoger esta vida y realidad decantada, con la presencia y fuga de un hablante lírico dominante, con una fidelidad equivalente a toda circunstancia, con ojos que descifran toda nuestra incertidumbre humana. Ahora, el poeta está a punto de cumplir 82 años y desde una mesa de libros, en un café del centro de esta ciudad, me regala sus versos, en un tiempo frágil e insondable, para mirar nuestro destino sucesivo en nombre de la vida y de ese "cálido elemento" en que podemos divagar o temblar en el desierto.

Octubre: Natalicio de José Miguel Carrera Verdugo

"El 15 de octubre de 1785 nace José Miguel Carrera Verdugo, destacado patriota y héroe de nuestra Independencia". Alberto Torres Belma, Sociólogo y Académico de la Universidad de Antofagasta
E-mail Compartir

En nuestra historia resulta común ensalzar y recordar sólo algunas fechas que desde pequeños nos enseñan como significativas, dependiendo del genuino interés de cada persona explorar otras.

El 15 de octubre de 1785 nace José Miguel Carrera Verdugo, destacado patriota y héroe de nuestra Independencia. Su legado es controvertido para muchas personas, pero es innegable que su papel fue tan relevante como el de Bernardo O'Higgins o Manuel Rodríguez en la emancipación de nuestra patria del Reino de España. Podrá cuestionarse el carácter impetuoso de Don José Miguel y su rechazo a aliarse con O'Higgins y San Martín en la conformación de una Expedición Libertadora, cuyo fin era salvar nuestro país de los realistas, tras el estrepitoso Desastre de Rancagua, acontecido en 1814, cuya consecuencia directa fue la huída de miles de patriotas a Mendoza, Argentina, y el retorno de los españoles a nuestro país hasta 1817, pero es del todo justo reconocer los aportes de Carrera en la consolidación de nuestra Independencia.

Bajo su Gobierno, José Miguel Carrera creó nuestros primeros emblemas nacionales: el escudo de armas de la República (cuya máxima fue "por la razón o la espada" y "después de las tinieblas, la luz") y la bandera (con sus franjas de color azul, blanco y amarillo, bordada por su hermana, Doña Javiera Carrera), que imperaron bajo el período denominado "La Patria Vieja". Junto con lo anterior, Don José Miguel impulsó las siguientes iniciativas: dictación del Reglamento Constitucional de 1812, considerada la primera Constitución de nuestro país, en donde, implícitamente, declaraba la Independencia de Chile respecto de España (indicando que ninguna orden procedente de la madre patria, tendría efecto alguno en nuestro país y quienes intentaran obedecerla, sería considerados "reos del Estado"); adquisición de la primera imprenta para nuestro país; creación del primer periódico nacional, denominado "La Aurora de Chile"; fundación de la Biblioteca e Instituto Nacional (posteriormente, cerrados por los realistas); establecimiento de relaciones diplomáticas con los EE.UU (en ese entonces, considerado el país referente en materia de ideales democráticos). Finalmente, impulsó la creación de escuelas gratuitas, dando impulso a la educación, rescatando los principios del movimiento ilustrado.

En paralelo a los planes de O'Higgins y San Martín, José Miguel Carrera tuvo la noble intención de liberar su patria mediante la adquisición de buques y armamentos en EE.UU y la contratación de oficiales ingleses y franceses para emprender la hazaña.

Al igual que Bernardo O'Higgins, Manuel Rodríguez y tantos otros personajes históricos, Carrera merece ser recordado y reconocido por su arrojo al impulsar iniciativas atrevidas y adelantadas para su época que buscaron cimentar la independencia de nuestro país, dando impulso a la educación pública y la construcción de una identidad propia de nuestro país. En ese contexto, Carrera defendía la tesis que Chile debía independizarse rápidamente de España, a través de reformas profundas y definidas, mostrando diferencias con el bando de los "patriotas moderados", quienes sostenían que el rompimiento con España debía ser gradual.

Por ello, es de importancia vital recordar el natalicio de uno de los Padres de la Patria, olvidado o ninguneado (¿intencionada o no intencionadamente?) por la historia mediática.