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La revolución cultural de Mao y su recepción en Antofagasta

José Antonio González Pizarro , Académico UCN
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De acuerdo con la historiografía más rigurosa sobre la China contemporánea, en el verano de 1966, tomó forma la denominada Revolución Cultural de Mao Tse Tung (Mao Ze Dong), donde Mao es el apellido y Zedong el nombre propio. Constituyó, después del triunfo comunista en 1948, el acontecimiento de mayor impacto internacional acaecido en la República Popular China. ¿Qué había pasado en China Popular? La Revolución Cultural fue la respuesta o contra ofensiva de Mao, contra los líderes del Partido Comunista que lo habían reemplazado en abril de 1959 en la Presidencia de la República, por Liu Shaoqui. Varios acontecimientos habían jalonado este resultado. Mao había planteado en la década de 1950 la política del "Gran Salto hacia Adelante", traducido en acciones a conducir la industrialización del campo, a través de las comunas populares, una profundización de la colectivización, que lo alejaban- escribe el sinólogo francés Jacques Gernet- del modelo soviético. Además, el proceso de crítica al culto de la personalidad de Stalin llevado a cabo por Nikita Jruschov en 1956, el descarte del pacto secreto en 1959- de proporcionar los insumos para la fabricación de armas nucleares-más el fin de la cooperación de los países socialistas europeos bajo influencia soviética, había aislado a China del mundo socialista. A esto se agregó el fracaso del "Gran Salto", que provocó un desastre en la agricultura y un periodo de atroz hambruna, condujo a la decisión de abril de 1959. Empero, la influencia de Mao seguía siendo fuerte en el Ejército popular.

En septiembre de 1962 Lin Biao, viejo camarada de Mao, comenzó a propalar el pensamiento de Mao y acrecentar la influencia del Ejército en la administración civil, y tres años después, Mao orientó los ataques contra sus críticos del "Gran Salto". Para mediados de 1966, Lin Biao asume como eventual sucesor de Mao, y se organizan los estudiantes y universitarios en los Guardia Rojos, estableciendo en 1967 los llamados Comités Revolucionarios, que agrupan la jerarquía civil y militar. Dejaremos para otro artículo las consecuencias de la Revolución Cultural. La divulgación del pensamiento de Mao y el culto o devoción al líder de la revolución, significó una persecución contra todo opositor y revisión de las conductas de funcionarios y académicos en el sistema educacional. Las universidades se clausuraron.

Refiere Gernet, en su monumental obra El mundo chino, Mao y la revolución cultural persiguieron un cambio en la sociedad, la disolución de las diferencias entre el trabajo manual e intelectual, disolución de privilegios y diferencias de clases, cuyo ideario maoísta Lin Biao lo recogió en el Pequeño Libro Rojo, la pieza más simbólica de la Revolución Cultural.

Cabe indicar que las disensiones entre la URSS y la China Popular, llevan a la ruptura de las relaciones diplomáticas en 1960, que originó las divisiones del comunismo internacional, entre los soviéticos y los maoístas. De este modo- escribe el historiador Alfredo Riquelme- el maoísmo, se sumaba "a la mutación leninista y sus sucesivas variantes", como ser, en América Latina, el castrismo. En Chile, sumariamente, en el seno del PCR hubo amplios seguidores de Mao, siendo el poeta Pablo de Rokha, invitado por el líder chino, quien escribió en 1964 China Roja, inédito en español hasta reciente fecha, pero circuló en China con el título Xiangei Beijing de songge, consigna Alejandro Lavquén.

Antes de adentrarnos en los contenidos del Libro Rojo, veamos cómo llegó a ser conocido en Antofagasta. A fines de 1969, en casa de nuestro tío Andrés Sabella, junto con mi hermano Luis Gustavo, leyendo las revistas que le enviaban, tropezamos con dos, una de la Organización Continental Latinoamericana de Estudiantes, que mi hermano me asegura dirigía Haydée Santa María, y que estaba acompañado de un afiche alusivo, la otra era la revista China Reconstruye. En base de las informaciones de ambas, Luis Gustavo, de modo audaz, escribió a Pekín al Instituto de Lenguas Extranjeras, planteando su interés en el Libro Rojo. A principios de 1970, para su sorpresa, recibió de China, tres cajas de libros, conteniendo el libro recopilado por Lin Biao y el curso para aprender chino de la Universidad de Pekín (Beijing). El ambiente en aquel entonces estaba bastante convulsionado, por las elecciones entre Allende, Alessandri y Tomic, además, no había relaciones diplomáticas con la República de China Popular- recién con Allende se establecieron, en diciembre de 1970- y el MIR había realizado determinadas acciones contra bancos, por lo que el material sobre el Libro Rojo, fue conservado en la caja fuerte de un conocido empresario minero de Antofagasta, que, en su juventud había sido comunista, y mostró interés. Luis Gustavo repartió varios ejemplares, por supuesto a Sabella, a nuestro padre- hombre de derecha- que vio con satisfacción que, en uno de los afiches del comando de Alessandri, aludía que en tiempos de crisis, los pueblos acuden a sus "grandes viejos", Adenauer, De Gaulle…y Mao (¿?). A Carlos Hurtado S.J, Prefecto del Colegio San Luis, un gran amigo de siempre, se le hizo entrega de un ejemplar, y nos dio a conocer que en los colegios jesuitas de Santiago, circulaba propaganda del Movimiento de Silo, que despertaba atracción en los estudiantes. El poeta iquiqueño Guillermo Ross Murray Lay Kim, apodó a Luis Gustavo de "El Pekinés".

Que decía el famoso Libro Rojo? De las Obras Escogidas de Mao, Lin Biao realizó una antología donde resaltaba el carácter combatiente de todo revolucionario, en sus más de trescientas páginas. En su capítulo V estaba la famosa afirmación: "El imperialismo y todos los reaccionarios son tigres de papel". En el capítulo XXXI dedicado a las mujeres, Mao señaló: "En cuanto a las mujeres, además de estar sometidas a estos tres sistemas de autoridad [la política, la del clan y la religiosa], se encuentran dominadas por los hombres (la autoridad marital).Estas cuatro formas de autoridad encarnan la ideología y el sistema feudal-patriarcales en su conjunto y son cuatro gruesas sogas que mantienen amarrado al pueblo chino, en particular al campesinado".

Así, de este modo, pudieron circular en Antofagasta el libro de pensamientos y aforismos de Mao Zedong, constituyéndose de modo inesperado la capital regional, en informarse y leer sobre el libro que había alcanzado millones de tirajes a nivel mundial y había sido enarbolado también en el movimiento francés de mayo del 68.

De las consecuencia de la Revolución Cultural y el nuevo derrotero que imprimió a China Deng Xiaping, hablaremos en otro artículo.