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Capacitación para el futuro laboral

Nuevos rubros se desarrollan en la región, la que debe prepararse para entregar los profesionales y técnicos que se requieran. Existen rubros emergentes como en las plantas desaladoras, de energías renovables no convencionales, aeroespacial e incluso en paleontología, que necesitarán jóvenes preparados.
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Durante el súper ciclo del cobre se comprobó que en la región no existía la mano de obra calificada que necesitaba con urgencia el sector. En su mayoría se buscaba a técnicos y operarios para faenas industrializadas que requerían una capacitación que no se estaba entregando en la zona.

La situación fue afrontada y hoy conocemos de varias experiencias que están orientadas a preparar a los jóvenes para las tareas necesarias en minería. Liceos y colegios técnicos se han coordinado con representantes de las empresas quienes hace algunos años están nutriendo de jóvenes preparados, quienes dan sus primeros pasos en la educación dual y luego de terminar sus estudios incurren en las labores de las grandes mineras y de las empresas colaboradoras.

Claramente que es bueno, pero esos esfuerzos debieron llegar con antelación. Cuando se vislumbraba el crecimiento de la minería y que se iban a necesitar no solo ingenieros civiles y de ejecución, también técnicos capaces de cubrir importantes funciones en los escalafones medios.

Esa mirada es la que debe existir en la actualidad respecto a las nuevas demandas que existen en rubros emergentes como en las plantas desaladoras, de energías renovables no convencionales, aeroespacial e incluso en paleontología.

El lanzamiento del programa satelital, que impulsa el Gobierno, se tuvo esa mirada, y se realizó en un establecimiento educacional de Antofagasta y uno de sus objetivos fue despertar en los jóvenes el apetito por la materia para que en el futuro puedan capacitarse y formar parte de los equipos de trabajo en estas plantas.

Y a ello es lo que deberían propender las otras áreas. Sumar a los estudiantes y confiar en que más de alguno se interesará en seguir carreras afines a esas necesidades que ya empiezan a tener un desarrollo importante en la zona.

Que sea gente de la región la que participe de manera directa del crecimiento industrial, aportando los conocimientos técnicos y los propios de la experiencia recogida en sus años de estada en nuestras provincias.

La tarea no es obligación única del empresariado, las autoridades educacionales también se deben involucrar en ese tipo de formación que se refleje en los índices de desempleo y en trabajo para las distintas comunas. Se está a tiempo para tomar ese rumbo.

Marchas anti migración

"A la luz de las cifras expuestas, como país debiésemos actuar con sentido de responsabilidad (respecto a migración)". Alberto Torres Belma, Sociólogo y académico de la UA
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Recientemente hemos sido testigos de la vorágine iquiqueña en una marcha convocada contra la migración irregular, en razón del alto flujo de extranjeros que en el último tiempo han llegado a la Región de Tarapacá. En éste último caso el ejemplo más gráfico lo encontramos en la comuna de Colchane, en donde se registra un ingreso de más de 200 extranjeros por día.

El evento ha sido propicio para el planteamiento de críticas al fenómeno migratorio que acontece en nuestro país, responsabilizando al Gobierno por la falta de control y la política de puertas abiertas hacia la migración.

Como país es importante que se planteen nuevas propuestas respecto a cómo concebimos la inmigración, lo que resulta imperativo especialmente en tiempos de crisis económica para nuestro país. La expectativa natural de la persona que emigra de su país es encontrar mejores condiciones de vida respecto a la que tenía, pero aquello es difícil de cumplir cuando el país receptor experimenta contingencias económicas complejas devenidas de la pandemia, que han traído consigo el aumento del gasto público, de dinero circulante y por ende, de inflación, viéndose afectada la calidad de vida de los chilenos.

En el contexto de lo anterior, de acuerdo a resultados de la reciente Encuesta Casen 2020, tanto la pobreza extrema como no extrema aumentaron en nuestro país (la primera, desde un 2,3% en 2017 a un 4,3% en 2020; y la segunda, de un 8,6% a un 10,8% en igual período, respectivamente). Por otra parte, la Región de Tarapacá (centro neurálgico de las protestas) registra un incremento significativo de la pobreza entre los años 2017 y 2020, pasando de un 6,4% (2017) a un 14% (2020). Finalmente, la pobreza extrema en dicha Región aumento de un 1,6% (2017) a un 6,9% (2020). Las cifras expuestas no discriminan población chilena e inmigrante.

Por otra parte, de acuerdo al Informe N°3 de febrero de 2020 del Servicio Jesuita a Migrantes, titulado "Acceso a la vivienda y condiciones de habitabilidad de la población migrante en Chile", un 19% de los migrantes vive en condiciones de hacinamiento. Además, y según un catastro realizado por el MINVU (2019), casi un 30% de migrantes vive en campamentos.

No debemos estigmatizar el fenómeno migratorio, ya que se constituye como un fenómeno demográfico y sociológico inevitable; pero sí debemos condenar con fuerza la migración irregular; a aquellos extranjeros que no respetan las normas de convivencia del país receptor, lo que deriva la mayoría de las veces en actos delictivos. Por otra parte, insistir en la idea de replantearnos si como país tenemos las capacidades de ofrecer el resguardo de Derechos Humanos de personas que emigran de sus países en detrimento de nuestros connacionales, entendiendo el contexto actual. A la luz de las cifras expuestas, como país debiésemos actuar con sentido de responsabilidad.

Concentrado de cobre, mal negocio

"Si el concentrado de cobre no se refina en el país, es muy difícil que se desarrolle una industria manufacturera". Emile Ugarte, Arquitecto
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La producción de cobre refinado es la base para el desarrollo industrial manufacturero del país y el primer paso para superar nuestra economía extractiva, que no se relaciona con el territorio y cada vez ocupa menos mano de obra. Los metales son la base para el desarrollo del progreso técnico y para tener un alto estándar de vida, con un desarrollo territorial real. La demanda es creciente y los recursos cada vez son más limitados, necesitamos una estrategia para aprovechar los contenidos de los elementos que se encuentran en nuestras reservas naturales, para convertirlos en productos comerciables.

En el proceso productivo del mineral de cobre, una de las obtenciones más básicas se denomina concentrado de cobre, material que contiene aproximadamente 30% de mineral de cobre, escoria y subproductos, como oro, plata, molibdeno, renio, sulfuros y otros. Además, los concentrados que exporta Chile están teniendo cada vez más contenidos de arsénico convirtiéndose en material contaminante.

Nuestro país posee un tercio de las reservas mundiales y exporta también un tercio de la producción mundial, pero solo en estos últimos cinco años, ha aumentado 18.5 % la producción de concentrado de cobre, refinándose en otros países y cada vez menos elaboramos cobre en Chile. Este proceso en constante aumento se inició en los años noventa, junto al nacimiento de la minería privada, teníamos energía de alto costo y no se había manifestado lo crítico del cambio climático, era coherente para los chilenos pagar el triple al transporte naviero en el traslado a los centros de refinación. Hoy tenemos energía limpia, gracias a las condiciones del Desierto de Atacama, podríamos refinar el total de nuestra producción y cumplir de inmediato los compromisos ambientales de Paris, disminuyendo entre 1.5 y 2 millones de toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera.

Hay que tener presente: -Si el concentrado de cobre no se refina en el país, es muy difícil que se desarrolle una industria manufacturera.

-Producir y exportar cobre refinado permite aprovechar los valiosos subproductos que se encuentran en el concentrado, tanto para su transformación, como también para las empresas mineras tributen lo que corresponden por el hecho de vender minerales que son de los chilenos.

-Nuestro concentrado está teniendo crecientes contenidos de arsénico, convirtiéndose en un material altamente contaminante, poniendo en peligro su comercialización, la vida y nuestro medio ambiente.

-China nuestro principal comprador y además tiene el 35% de la capacidad de fundición a nivel mundial, puede controlar en el corto plazo el mercado del concentrado de cobre, cobrando altos cargos por fundir y refinar.

-El Estado de Chile, tiene las condiciones financieras internacionales para conseguir préstamos de bajo interés para la construcción de fundiciones y refinerías, debido a lo crítico del cambio climático y la necesidad de bajar lo más rápido posible las emisiones de CO2 en el planeta.

¡No más concentrado de cobre ¡