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Chicheros, comidas típicas, juegos y emprendimientos: la oferta de las ramadas

FIESTAS PATRIAS. Locatarios cuentan cómo ha sido el retorno tras el duro año de pandemia.
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"Echaba de menos a mi público antofagastino". Marcela Hernández, productora de chicha, viene casi todos los años desde San Felipe para participar de las ramadas instaladas en el sector La Chimba, al norte de Antofagasta, pero el año pasado, al igual que el resto de los chicheros, no pudo vender.

Según cuenta la comerciante, el año pasado vino a Antofagasta, pero las restricciones sanitarias impidieron vender de manera presencial. "Sólo podíamos comerciar por delivery, claramente, no fue lo mismo, hasta que decidimos regresarnos y vender lo que nos quedaba en Santiago".

Hernández, quien viaja por estos tres días festivos a la ciudad acompañada de su familia, señala que pese a la demora en la entrega de los permisos para instalarse en el sector, la felicidad de nuevamente estar presentes tras un año complejo, la tienen con altas expectativas.

"El año pasado nos esforzamos por venir aun considerando las restricciones que existían. Este año que hay mayor control, quisimos estar presentes, porque vengo hace tantos años a estas ramadas entonces, no quería dejar a los antofagastinos sin chicha, siento que tengo un compromiso, porque son un buen público", aseguró.

La sanfelipina, que estará hasta el domingo en el sector norte de la ciudad, además explicó los productos que tiene a la venta: "Tenemos la chicha y el pipeño a $4.000 los dos litros, vino añejo a $4.000 y la chicha de cinco litros a $10.000, valores que fijamos con los demás productores de chicha instalados acá". Además, agrega que tiene disponible el pago en efectivo y también con transferencia o tarjeta.

Gastronomía

En cuanto a gastronomía, como es tradición destacan los nombres creativos. Uno de ellos es "Empanademia", un emprendimiento familiar que inició con la idea de Claudio Merino y su abuela, quienes comenzaron vendiendo empanadas en un condominio cerca del sector. Este es el primer año que están en las ramadas y Janeth Díaz, la madre de Claudio, comentó que están bien entusiasmados haciendo las empanadas, las cuales son de pino, napolitana y pollo queso, y tienen un valor de $2.000. Además, algo positivo para el local de esta familia, es que por el momento hay pocos locales vendiendo empanadas.

"No teníamos muchas expectativas, hemos estado probando, pero hasta ahora nos ha ido bastante bien. Ayer instalamos, pero tuvimos que ponernos a vender empanadas porque la gente quería, así que estuvo muy bueno, estuvimos hasta como las 22 horas", añadió.

Artesanías y emprendimientos

Pese a que los principales atractivos de estas ramadas son los puestos de chicha, terremotos y platos típicos, una variada gama de productos se está ofreciendo en el lugar.

Tal es el caso de la artesana Dayana Delgado, quien trabaja tanto con cuarzos como con la venta de hierbas y productos naturales.

Aunque Delgado confiesa que existen nervios de primeriza, pues "nunca me había tocado participar de unas ramadas y el inicio fue un poco lento, ya con el paso de la jornada he visto bastante movimiento y gente interesada en este tipo de productos".

Y es que la artesana señala que "existe un alto interés actualmente en los cuarzos y los beneficios que aportan, ya que cada uno tiene una característica especial (…) hay variedad la verdad tanto en su diseño como en sus tipos tengo piedras como la turquesa, cuarzo rosa y blanco, amatista, jade, malaquita, lluvia de estrellas y otros más".

Esto productos los tiene para dije de colgante, utilizarlo como péndulo y también en bruto. "Los precios varían desde los $2.000 hasta $8.000 en piedras y cuarzos".

Sin embargo, no es lo único que ofrece ya que también tiene productos naturales como la moringa, maca, colágeno, jabones de limpieza con ruda, de palo santo y avena.

Delgado, quien se encuentra trabajando junto a su bebé de dos años y uno de seis ya que su marido también está cumpliendo una jornada laboral por estos días, confiesa que, aunque "a veces se me hace algo difícil, porque mi hijo más grande quiere salir y recorrer los puestos, he buscado la manera de entretenerlo y que me vaya ayudando, al menos, lo hemos pasado bien".

Es que las ramadas se han vuelto un buen lugar para emprendimientos poco tradicionales. Es el caso de Natalia Psijas, esteticista y cosmetóloga. "Mis productos son todos a base de plantas, naturales y veganos. Ungüentos para dolores musculares a base de manteca de karité y de romero. También para molestias articulares que tiene albahaca, canela y clavo de olor que son analgésicos".

Psijas empezó este proyecto en diciembre del año pasado, por la pandemia, debido a que tenía que invertir para pagarse los estudios, por lo que está viviendo su primera experiencia en las ramadas. Al respecto señaló que "Estoy contenta, a pesar de que hubo un poco de desinformación, no mucha gente sabía que habría ramadas".

Además, realiza aromaterapia personalizada para resfríos o ansiedad y vende tinturas madres, que es un extracto hidroalcohólico de hierbas deshidratadas y alcohol de cereal. Todos estos productos tienen un valor que va desde los $3.000 hasta los $12.000.