La región está primero
En una región que ha sufrido por años las consecuencias de un fuerte centralismo, siendo tratada con descriterio por el poder político y económico, los representantes debemos tener claro al momento de ejercer un cargo que primero está y debe estar siempre la región, sin aceptar presiones ni menos amenazas.
Hace diez años decidí dedicar parte de mi vida a lo público, a la política. Amo lo que hago y soy una agradecida de la oportunidad que me han dado miles de personas para poder trabajar por nuestra región, por este territorio donde nací y crecí y que tanto le ha entregado al país y tan poco ha recibido de vuelta.
Recuerdo que en la elección anterior se me ofreció ser candidata al Senado por la región de Arica y Parinacota o diputada por un distrito en Santiago y mi respuesta inmediata fue "No, gracias". A mi no me interesa ser senadora o diputada por serlo, yo soy diputada y quiero ser senadora por la región de Antofagasta para poder aporta aquí, dejar nuestra región mejor de cómo la encontré y devolverle la mano a nuestro territorio.
En una región que ha sufrido por años las consecuencias de un fuerte centralismo, siendo tratada con descriterio por el poder político y económico, los representantes debemos tener claro al momento de ejercer un cargo que primero está y debe estar siempre la región, sin aceptar presiones ni menos amenazas. Recorro cada rincón de nuestras comunas escuchando mucho y evidentemente este cuarto retiro está siendo esperado por la señora Alicia en taltal que con mucho esfuerzo saca su peluquería adelante, o don Fredy en Tocopilla que se quedó sin trabajo y está emprendiendo a sus 65 años.
Antes que un candidato presidencial, que el partido político, que la orden de un conglomerado, siempre debe estar primero la región. Tener a nuestra región en el primer lugar conlleva apropiarse del territorio, es decir, tener una actitud, vinculación, empoderamiento y compromiso por el destino de una comunidad: sociedad civil, sector público y el sector privado, con su propio territorio; con su propia identidad; con el poder de decisión sea político o económico; con el diseño y aplicación de políticas públicas; el desarrollo cultural; los recursos del tesoro público; el acceso y calidad del empleo; y con su futuro.
Esta semana ratifiqué mi decisión de votar a favor del cuarto retiro de los fondos de pensiones y recibí de parte del comando de nuestro candidato presidencial una respuesta poco fraterna e innecesaria y que no es propio de la coalición que ayudé a formar, así no se construye equipo, así no se construye país. Además quien pretende ganar una elección debe sumar y no restar. En todo caso, siendo una mujer que ha militado la mitad de su vida en RN, liderando campañas locales y nacionales, que he defendido nuestros principios con firmeza, dejo claro que trabajaré para que Sichel sea el próximo presidente de Chile en un proyecto colectivo de diálogo y encuentro.
Me ha tocado ser parlamentaria de oposición y de gobierno y me he preocupado de que las decisiones que tome sean siempre pensando en lo que es mejor para nuestra región, esta vez no será distinto, a pesar de las presiones del nivel central. A esta actitud algunos le llaman valentía, otros lo atribuyen al carácter, yo concuerdo con ellos y le agrego actuar con convicción, con aquella convicción que debemos tener todas las autoridades locales y regionales que hemos sido elegidos democráticamente o no designadas desde Santiago.
Eso es lo que nos debe unir a todos quienes ejercemos cargos de elección popular, el trabajo transversal por nuestro territorio más allá de nuestras diferencias políticas. Nadie se levanta en Santiago pensando en cómo mejorar la calidad de vida en nuestra región, eso depende de nosotros. Este es mi llamado, primero la región.
Diputada RN por la Región de Antofagasta
Paulina núñez
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