Confirman contaminación de metales pesados en sedimento de bahía de la ciudad
INFORME. Los locos, lapas, jaibas y pulpos; es decir, todos los organismos asociados al fondo marino, tienen altas concentraciones de metales de origen natural e industrial, según un estudio del Centro de Ecología Aplicada Ltda., encargado por el Gobierno Regional.
La contaminación del sedimento de la bahía San Jorge con metales pesados de origen natural e industrial, es una de las conclusiones del informe "Análisis de Riesgo Ambiental en bahía San Jorge, Antofagasta", realizado por el Centro de Ecología Aplicada Ltda, tras adjudicarse un concurso público. El estudio está fechado en Octubre de 2020, y fue financiado por el Gobierno Regional.
El documento, que está disponible para la comunidad en el página web del Ministerio de Medio Ambiente (https://mma.gob.cl/antofagasta/), se realizó en base a la ejecución de campañas de monitoreo desde el invierno de 2018, hasta el verano de 2020.
Respecto a la bahía San Jorge, el estudio precisó que constituye un sistema ambiental con un fuerte componente antrópico (riesgo provocado por la acción del ser humano), en la cual durante toda su historia se ha desarrollado una industria enfocada a la minería y a los procesos de transferencia de agentes potencialmente contaminantes, en particular en Coloso y puerto de Antofagasta, lo que conlleva a suponer la existencia de pasivos ambientales en el sedimento marino.
Manuel Contreras Leiva, director del Centro de Ecología Aplicada, destacó dos elementos importantes en la investigación. El primero tuvo como propósito hacer un diagnóstico respecto a cómo estaba la bahía en términos ambientales. "Saber qué niveles de elementos químicos había en el agua, en los sedimentos y en los organismos. Y el segundo objetivo fue hacer una evaluación de riesgo potencial a la salud pública, en este caso, al efecto en las personas. O sea, había un diagnóstico y una evaluación de riesgo a la población", afirmó.
Organismos
El informe de alrededor de 700 páginas, en términos generales hace referencia a la calidad de las aguas y al sedimento. "El agua de mar que nos tocó revisar en la bahía se encuentra dentro de los estándares internacionales. El agua, a la vez, se va renovando. Sin embargo, los sedimentos, que son los que acumulan, guardan, están sobrepasados. Los organismos que están asociados a los sedimentos tienen la misma señal, es decir, acumulación de metales pesados", afirmó.
Sostuvo que los organismos, como acumulan, aparecen con altas concentraciones de algunos metales. "Dependiendo del consumo que uno tenga de estas especies, pueden generar riesgo para las personas", dijo.
Contreras Leiva redondeó que la bahía tiene aguas dentro de los estándares internacionales o calidad estable, pero sedimentos que presentan acumulación de metales y minerales por sobre la norma internacional.
Por consiguiente, los organismos asociados a los sedimentos tienen concentraciones por sobre lo que se espera. "Normalmente lo que se encuentra ahí son los locos, lapas, jaibas y pulpos; es decir, todo lo asociado al fondo tiene altas concentraciones. Hay estudios históricos de las universidades locales, con la pulga de mar, y éstas siempre presentan altas concentraciones de metales pesados", afirmó.
Riesgo
Respecto al riesgo para la salud pública, Contreras Leiva afirmó que éste, tras ser evaluado, salió bajo por el desinterés de consumir productos del mar locales, o extraídos en la bahía San Jorge. "Los peces no tienen carga de metales por estar en la columna de agua. Y, en general, el consumo de mariscos es más reducido. Se consumen pocos de la zona por una cuestión cultural, las personas saben que están contaminados, y en general vienen de afuera. La parte más vulnerable de la población, consume más productos enlatados, como los jureles y los choritos. A fin de cuentas, la probabilidad que ese riesgo pase al ser humano es bajo, porque hay poco consumo", aseveró.
Contreras Leiva dijo que se reunieron con los sindicatos de pescadores de la ciudad, a quienes se le fue contando paso a paso la investigación; y, además, se les entregó el informe final. "Tuvimos reuniones periódicas con los servicios públicos, con los académicos, con las empresas y los sindicatos de pescadores. A todos se les entregó el informe y las conclusiones", aclaró.
En tanto, dijo que la Armada, dos veces al año, realiza un monitoreo en su Programa de Observación del Ambiente Litoral (POAL). Miden en algunos puntos cómo está el agua, sedimento y organismos. "Esos datos dicen las mismas conclusiones. Nosotros, con un mayor número de datos, más actualizados, y proceso de transferencia de información a la comunidad, hallamos que no había novedad, es decir, los sedimentos y sus organismos tenían metales pesados", indicó.
Plomo
Los factores de esta contaminación son varios. Contreras Leiva explicó que los cerros son ricos en metales y esto llega al sedimento. "Si uno saca una barra de sedimentos, dependiendo la longitud, ya se tiene una escala de tiempo. Una investigación demostraba que hace mil años había acumulación de metales de manera natural por efecto de los cerros que rodean la bahía. Pero, en los últimos años se acrecentó la contaminación y eso está asociado a la actividad industrial. Entonces, hay un factor natural y otro asociado a la actividad humana. Por ejemplo se observa plomo en los organismos, que no es natural en nuestra cordillera", aseveró.
"Nuestro objetivo era lograr un acuerdo de diagnóstico, y eso se logró. Todo el mundo quedó claro que hay un problema con los sedimentos, y si uno quiere mejorar la condición de la bahía, hay que mejorar la salud de los sedimentos. Deben haber estrategias de limpieza y planes de manejo", puntualizó.
Gobernador
Respecto al estudio, el gobernador regional, Ricardo Díaz, dijo que en la bahía por años se ha detectado un nivel de contaminación de metales pesados originado por la actividad portuaria. "Si bien hay un nivel natural, esto no explica la presencia de todos los metales que se han encontrado en diversos estudios que ha hecho la Universidad de Antofagasta y otros centros de investigación. Por lo mismo, hay que entrar en una dinámica de reparación y elevar los estándares de transportes y acopio de metales en los distintos puertos de la región. En la medida que mejoremos el estándar, cuidaremos el medio ambiente de la ciudad", precisó.