Cámara de Comercio alista recurso en contra de ambulantes y acusa inacción de las autoridades competentes
CONFLICTO. Gremio sostiene que bajas de ventas de algunos locales establecidos son de un 50%. Ambulantes explican que no tienen otra posibilidad para generar ingresos.
"Nunca antes se había visto tal cantidad de ambulantes en la ciudad", afirma Antonio Sánchez, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Antofagasta, sobre la expansión de vendedores instalados en la vía pública, que se ha incrementado con el desconfinamiento.
Debido a esta contingencia Sánchez anuncia que el gremio que representa alista la presentación de un recurso de protección ante tribunales. "Siempre habíamos enfrentado este problema, pero nunca en las dimensiones y en los volúmenes que vemos hoy y con el desparpajo y descaro ante la inacción de las autoridades correspondientes, lo que se agrava aún más porque sabemos que el comercio (establecido) está hoy profundamente afectado en lo económico debido a la pandemia. Aún hoy persisten las medidas de restricción, como controlar los aforos de las personas que ingresan a los locales. Recién empieza a notarse un repunte, pero las limitantes que tenemos hoy no permiten siquiera recuperar los niveles que se tenían prepandemia", comenta Sánchez, quien detalla que dependiendo del rubro algunos establecimientos registran una disminución de las ventas de un 50% comparado con un período normal.
De acuerdo al representante de la Cámara de Comercio en ocasiones previas la entidad ha presentado otros recursos de protección que han sido rechazados por la justicia. "Hemos observado que la autoridad tiene temor de actuar. Cada vez que lo hace, lo hace de manera muy temerosa y es atacada, por eso la decisión de un recurso de protección para conminarlos a cumplir su labor", agrega.
Informalidad
La expansión de este tipo de comercio ha ido de la mano del aumento a nivel país de los ocupados informales, que en el trimestre abril-junio de este año crecieron 30,8%, equivalente a 491.207 personas.
Como evidencia de esta realidad, hoy en el centro de la capital regional se distribuyen centenares de vendedores ambulantes, principalmente en calle Manuel Antonio Matta. Algunos de ellos comentan que deben llegar de madrugada para asegurar algunos espacios, mientras que otros ya poseerían una especie de derecho asegurado sobre ciertas superficies, que impediría a otros ocuparlas. "La mayoría de los ambulantes son extranjeros", comenta el venezolano Carlos Mendoza (30), con un carro de supermercado repleto de calcetas deportivas, las que vende en tres pares por mil pesos.
"Estoy irregular en el país, no tengo mis papeles al día y no puedo obtener un trabajo legal, así es que lo único que me queda es vender mercancía yo mismo", agrega Mendoza, quien sostiene que junto a su familia habita en un sector céntrico de la ciudad y que gracias a su ocupación hoy puede vivir con tranquilidad.
Según este comerciante callejero, en una mala jornada puede ganar hasta $100 mil al día y en la mejor hasta $150 mil, aunque parte de su ganancia, comenta, la envía a su familia en Venezuela. Una realidad dispar a la de otros ambulantes, quienes describen que durante una jornada en el mejor de los casos pueden obtener una ganancia de $25 mil y en la peor $5 mil, según reconoce la residente peruana Julia López (34). "Estoy en la calle como vendedora ambulante porque no tengo un trabajo digno, y principalmente porque no tengo donde dejar a mi hija de tres años. He postulado a algunas salas cunas, pero no me ha ido bien", comenta López, quien reside en el campamento "Flor de Chile".
"Un permiso"
En un sector próximo a este asentamiento informal reside la ecuatoriana Fabiola Gramal (27), quien vive en el macrocampamento Balmaceda y hace cinco años se desempeña como vendedora en la vía pública. "La mayoría desearíamos tener un permiso, y pagarlo para trabajar sin problemas (…) Siempre se ha dicho que detrás del comercio ambulante hay mafias, pero no es así. Cada uno es independiente y trabaja en lo que puede. Yo soy ambulante porque no tengo donde dejar a mi hija", comenta Gramal, mientras su hija (6), permanece a un costado de ella sentada sobre unos bolsos.
Según Antonio Sánchez, de la Cámara de Comercio, la realidad resulta dispar entre ambulantes que se instalan con mínima cantidad productos, de otros que ocupan grandes extensiones de superficie. Entre estos últimos, afirma, habría algunos que reclutarían a personas necesitadas de empleo en algunos de sus puestos.
Sobre esta arista, el venezolano Carlos Mendoza reconoce que ha incorporado a algunos compatriotas a esta labor en la calle, aunque solo por la precaria situación en la que se encuentran. "Lo hago para darles una mano, porque andan pidiendo dinero en la calle. Yo compro mi mercancía y yo mismo salgo a vender a la calle", sostiene.
Municipio
En tanto, desde el municipio de Antofagasta, Luis Fres, director de Seguridad Pública, sostiene que el 31 de agosto pasado el concejo comunal destinado a esta labor citó a los integrantes de esta entidad, como Carabineros, Policía de Investigaciones, Ministerio Público y concejales, entre otros, para abordar entre otros temas la "problemática" del comercio ambulante.
"Toda vez que todas las instituciones cumplen normas, leyes y reglamentos que les facultan su accionar en este marco; y se les instó a cada una de estas instituciones, en el marco de su legalidad, cumplan las funciones para que de alguna manera puedan cooperar y coadyuvar a controlar a que se ejecute de mejor manera el control del comercio ambulante", afirmó.
"Siempre habíamos enfrentado este problema, pero nunca en las dimensiones y en los volúmenes que vemos hoy".
Antonio Sánchez, Presidente Cámara de Comercio
"Estoy irregular en el país, no tengo mis papeles al día y no puedo obtener un trabajo legal".
Carlos Mendoza, Comerciante ambulante
"La mayoría desearíamos tener un permiso, y pagarlo para trabajar sin problemas ".
Fabiola Gramal, Comerciante ambulante