Un apoyo para las personas mayores
En el Mes de la Solidaridad la mirada se vuelve al grupo etario que más ha golpeado la pandemia por coronavirus. El apoyo económico es fundamental aunque una mirada, un saludo, una conversación y un beso a la distancia también sirven para llenar los vacíos en sus vidas.
La Iglesia recuerda que agosto es el Mes de la Solidaridad y pese a la pandemia insta a todos a mirar a los más necesitados y brindarle la ayuda inmediata, pero también ser partícipes de otras que son más a largo plazo. Una de ellas es entregar parte de nuestro tiempo libre al voluntariado, entregar asistencialidad, pero ser capaces de volcar nuestros conocimientos, contactos y expertiz en tareas que sirvan a las familias a salir de la pobreza.
En la Región hay casos de agrupaciones juveniles que en pandemia han aumentado sus esfuerzos y han requerido de más manos para llegar a los grupos vulnerables. Y la juventud ha respondido y los voluntarios se han hecho presentes en el trabajo solidario.
Este año el grupo objetivo de las campañas solidarias serán las personas mayores. Rango etario que ha sufrido mucho en la pandemia por covid-19. Lamentaron muchos decesos y prolongadas hospitalizaciones, interminables jornadas de recuperación y secuelas que hasta hoy les impiden retomar su vida normal.
Muchos de los fallecidos ni siquiera alcanzaron a recibir la atención médica. La muerte los sorprendió en sus casas y en la más absoluta soledad. Se despidieron de la vida terrenal en medio de restricciones covid y con una rápida sepultura.
Quienes sobrevivieron han debido soportar un detrimento en su calidad de vida propio de los confinamientos y restricciones de movilidad. Es muy distinto a lo que sucede con los más jóvenes que en algún momento con los permisos temporales pudieron salir, no así ellos que conscientes de su vulnerabilidad continuaron en sus casas. Solo el apoyo de familiares, amigos y organizaciones les posibilitó poder sortear las adversidades de la pandemia.
Por ello la atención se focalizará hacia ese grupo de la sociedad. Los que subsisten con pensiones bajas y en muchos casos con enfermedades que requieren costosos medicamentos y tratamientos carísimos.
El apoyo económico es fundamental aunque una mirada, un saludo, una conversación y un beso a la distancia también sirven para llenar los vacíos en sus vidas.
Hoy preparan un retorno pausado a la movilidad y necesitarán una mano solidaria para hacerlo de forma segura. Es un lindo momento de demostrar cuán solidario somos.