Buscan regularizar el agua potable que consumen los campamentos
CIUDAD. Se busca terminar con "los pinchazos" a las cañerías, como también las malas prácticas de personas que cobran por el acceso al agua.
No es fácil, como debe suponerse, contar con un flujo de agua normal para todos y todas en un campamento. Los dirigentes reconocen que es un tema complejo. Las aristas que conlleva el abastecimiento de agua están en conocimiento de las autoridades y la sanitaria Aguas Antofagasta, a través de diversas mesas de trabajo. Sin embargo, hay ciertas prácticas que escapan de la normalidad, como son "los pinchazos" a las cañerías.
Marcela García, dirigente de Campamentos Unidos Antofagasta, que reúne a alrededor de 40 campamentos, explicó que "se abastecen desde la matriz de Aguas Antofagasta. Y desde la matriz hay un contador que ellos (la sanitaria) nos ponen para cuantificar la cantidad de agua que se gasta en cada campamento", dijo.
Agregó que se han reunido con la sanitaria para trabajar en conjunto, con el propósito de formalizar el agua con un cobro como corresponde. "Porque a nadie le gusta no pagar algo que todos cancelan", aseveró la dirigente.
En sectores tan populosos como es el de los campamentos no todo se puede controlar. Y es ahí, donde empiezan a decantar problemas derivados por el acceso al agua. Marcela García dijo que el mal uso de agua es evidente en personas que mantienen criaderos de animales, o hacen cultivos en los alrededores de sus viviendas. Otro problema relacionado es que personas se atribuyen ciertos derechos con el agua y cobran a otros el acceso a ésta; y si no les pagan, simplemente la cortan.
La dirigente no quiso profundizar en el tema de los pinchazos a las cañerías, ni tampoco en ciertos "carteles del agua", que controlan el acceso al líquido vital para algunos vecinos, asunto que es bien conocido en los campamentos.
Pinchazos
Desde Aguas Antofagasta, a través de Paula Carrasco, directora de Asuntos Corporativos, reconocen el problema de "los pinchazos" a las cañerías. Dijo que hay un riesgo de aluvión por el mismo acto de intervenir la cañería en relación al caudal de agua que lleva ésta. Un error puede provocar un problema mayúsculo. Un segundo dilema es la presión del agua que afectará a los clientes que están más abajo.
Una situación relacionada que fue dada a conocer en una carta que enviaron los dirigentes de los Campamentos Unidos a las autoridades, es el de que pozos sépticos están a punto de generar importantes desprendimientos de tierra. Paula Carrasco explicó que al no contar con una red de cañerías, el agua que llega a las viviendas va a parar a distintos destinos, entre ellos los pozos sépticos, con todo el riesgo que significa para quienes habitan cerca. De esta forma, está la posibilidad de provocar socavones y hundimientos. "Estamos enfocados junto a otras autoridades a levantar un registro de los campamentos donde hay problemas de riesgo, y con el propósito de mover esas viviendas", afirmó.
Sobre el problema de los "carteles del agua", dijo que tienen antecedentes sobre el tema, pero esto pasa por otras instancias.
Gobernador
El gobernador regional, Ricardo Díaz, manifestó su preocupación por la existencia de estos "dueños del agua" en los campamentos. "Condenamos enérgicamente a quienes hacen negocios y tratan de aprovecharse de las necesidades de las personas. No tenemos ninguna complacencia ante quienes están generando lucro con las necesidades de las personas, menos aún de campamentos", afirmó.
En tanto, sostuvo que existen las instancias para que las personas regularicen su acceso al agua y paguen por sus servicios. "El derecho a la ciudad es legítimo para todas las personas, y poder acceder a los servicios básicos como agua potable es una necesidad que debemos ir cumpliendo", precisó.
Respecto a la regularización del acceso al agua en los asentamientos, Paula Carrasco afirmó que ha sido un proceso lento, pero que avanza con los líderes y las reparticiones públicas a cargo del tema.